El Emprendimiento Femenino En Latinoamérica Del Siglo XXI, ¿Ficción o Realidad?

Introducción

Un emprendedor es aquel que tiene la capacidad de detectar algún tipo de oportunidad de negocios y a partir de esto organiza una serie de recursos con el fin de darle inicio a un proyecto empresarial, no obstante es impresionante la cantidad de artículos, revistas, ensayos, etc. que cuando hablan de emprendimiento o emprender lo hacen refiriéndose al varón emprendedor y se olvidan de las mujeres que también lo hacen, esto en gran parte se debe a que son muy escasas, sin embargo esto solo generaliza este campo haciendo creer que solo los varones pueden emprender y creando un estereotipo de género que al final afecta negativamente a las empresarias y emprendedoras. Todo esto nos lleva a preguntarnos ¿Cuál es la situación actual del emprendimiento femenino en Latinoamérica?

Desarrollo

El gran aumento de mujeres líderes de emprendimientos en el siglo XXI ha sido masiva, En el artículo Mujeres emprendedoras en América Latina: realidades, obstáculos y desafío escrito por Lidia Hellen y un estudio realizado por CEPAL en el 2005 las mujeres tenían el 56% de participación y los hombres tenían una del 81%, esta diferencia cada vez se ha disminuido más sobre todo en países como Colombia, Brasil y Bolivia sin embargo, aunque este tipo de cifras haya aumentado no todo es color de rosa, así lo demuestran Power y Magnoni (2010) en un estudio que realizaron, encontraron que en el donde más se concentran las mujeres que es el sector comercial las empresas son más pequeñas en cuanto a sus ventas mensuales que las empresas industriales, pero son más grandes con respecto a las empresas del sector servicios, esto principalmente se debe a la falta de capital que manejan, además hay que resaltar que el sector comercial es menos rentable que los demás y que una de las causas por las que las mujeres se concentran en este sector se debe a que en los otros sectores les ponen muchas limitaciones, no se necesita tanto capital para el negocio en comparación con los demás sectores y la conexión entre el sector, la prevalencia dominante de los hombres en el mismo y que generalmente este tipo de sectores son intensivos en capital y tecnología que por x o y razón no se le permite acceder tan fácil a las mujeres.

Gracias a todos estos obstáculos impuestos las mujeres no se han quedado de brazos cruzados y han demostrado que no todo es negativo por ejemplo se ha demostrado que las mujeres empresarias priorizan la calidad de vida sobre la rentabilidad de su empresa y aunque sus avances son progresivos, esto también se debe a sus inversiones modestas y que no suelen contar con un capital importante, lo cual las lleva a recurrir en sus propios recursos. Estudios realizados por “Revista Venezolana de Estudios de la mujer” en Argentina, Venezuela y Chile demuestran varios aspectos positivos sobre el trabajo de las mujeres tales como el logro de satisfacer la autonomía, valoración de la familia y demás, aumenta su autoestima, las hace sentir empoderadas, tiene más control sobre sí mismas y sus finanzas.

Otro estudio que fue realizado por la OIT (2001) muestra varias características comunes de los emprendimientos femeninos tales como que se establecen con los recursos que disponen, no están estructuradas económicamente, en algunos casos tratan de encajar con el rol de mujer impuesto por la sociedad machista y realizan emprendimientos en torno a actividades que dentro de esta sociedad una mujer debería realizar, depende mucho del apoyo económico o emocional de la familia, son toderas en el emprendimiento y por último, pero no menos importante es la poca visibilidad de sus empresas, aunque no siempre es así, un claro ejemplo es Crepes&Waffles que es liderada por una mujer y solo mujeres que sean madres cabeza de familia trabajan aquí, pero no es el único como este tipo de negocio hay millones el problema es que no hay el suficiente apoyo para esto así que es necesario desarrollar programas que se enfoquen en emprendimientos liderados por mujeres y para mujeres, y así por fin lograr la equidad de género, que implica el avance de las mujeres en la participación mediante acciones positivas que contribuyan a reducir las desigualdades entre los géneros, que en estos casos son muy notorias.

Cabe aclarar que todo lo anterior no trata de desmeritar el trabajo de los emprendedores en Latinoamérica, ya que por varios siglos hemos visto los frutos de esto y lo bien que les va a pesar de los obstáculos que también se puedan enfrentar, pero está más que demostrado que las mujeres tiene muchos más obstáculos que los hombres y por lo mismo su potencial se ve afectado, esto se puede ver en un estudio de la OIT (2014), que nos muestra que el 50 por ciento del potencial de las mujeres está infrautilizado, que en el caso de los hombres (sin quitarle la gravedad a esta cifra) se encuentra en el 22 por ciento y en otro estudio también realizado por la OIT en 83 países, la brecha en la proporción de hombres y mujeres con emprendimientos en etapa inicial es de 7 a 10, aproximadamente lo cual nos muestra que todavía nos falta mucho para que este número sea igual y cada vez sean más las mujeres que toman las riendas de emprendimientos exitosos.

Conclusión

En Latinoamérica está demostrado estilísticamente que el acceso al mercado es más difícil para las mujeres que para los hombres y que con bastante frecuencia se niegan a las mujeres las posibilidades de emprender ya bien sea porque simplemente son mujeres, las responsabilidades familiares, su falta de calificaciones, infrautilización del potencial, barreras sociales y culturales, este tipo de barreras ya bien sean económicas, logísticas, apoyo, etc. En conclusión los anteriores obstáculos llevan a que las mujeres emprendedoras y sus microempresas estructuradas se encuentren es una situación crítica y esto las lleve a no contar con los recursos suficientes para tener un desarrollo normal y poder tener éxito con sus emprendimientos, sin embargo no todo es malo, ya que está brecha de género se ha disminuido a lo largo sel siglo y esto dice que hacer que esta brecha sea 0 no es imposible y da una motivación a las mujeres en Latinoamérica a emprender.

Bibliografía

  • Buendía-Martínez, I. & Carrasco, I.(2013). Mujer, actividad emprendedora y desarrollo rural en América Latina y el Caribe. Cuadernos de desarrollo rural, 10 (72), 21-45.
  • Carosio, A. (2004). “Las mujeres y la opción emprendedora: consideraciones sobre la gestión”. En: Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, 9 (23): 79-112.
  • Gerhard Reinecke y Simon White: Policies for small enterprises – Creating the right environment for good jobs, OIT, Ginebra, 2004.
  • Heller, L. (2019). Mujeres emprendedoras en América Latina: realidades, obstáculos y desafíos [Articulo] (1ra ed., pp. 11-35). Santiago de Chile: Santiago CEPAL. Recuperado de https://repositorio.cepal.org/handle/11362/5818
  • OIT. (2017, 4 enero). Las mujeres en el Trabajo, Tendencias 2016. Recuperado 10 octubre, 2019, de https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—dgreports/—dcomm/—publ/documents/publication/wcms_483214.pdf
  • Powers, J. y Magnoni, B. (2010). Dueña de tu propia empresa: Identificación, análisis y superación de las limitaciones a las pequeñas empresas de las mujeres en América Latina y el Caribe. Washington, D.C.: Fondo Multilateral de Inversiones, BID
  • Saavedra García, María L.; Camarena A., María E., (2015). Retos para el emprendimiento femenino en América Latina. Criterio Libre 13 (22), 129-152 ISSN 1900-0642.
02 July 2021
close
Tu email

Haciendo clic en “Enviar”, estás de acuerdo con nuestros Términos de Servicio y  Estatutos de Privacidad. Te enviaremos ocasionalmente emails relacionados con tu cuenta.

close thanks-icon
¡Gracias!

Su muestra de ensayo ha sido enviada.

Ordenar ahora

Utilizamos cookies para brindarte la mejor experiencia posible. Al continuar, asumiremos que estás de acuerdo con nuestra política de cookies.