El Impacto Cultural De La Era Digital
Introducción
Hoy en día se puede observar que la era digital está causando un terrible impacto, ya que, gracias al avance tecnológico, los jóvenes crecen desde temprana edad con un aparato tecnológico en sus manos. La cultura digital ya no prohíbe, como la analógica, la proliferación de identidades, sino que las incita convirtiéndolas en vectores de consumo que mercantilizan y analizan su potencial emancipador al captarlas dentro de la lógica del mercado, gestionando las necesidades y administrando las diferencias para establecer nichos de mercado asociados a determinadas identidades (Lerner, 2013). Conforme va pasando el tiempo las familias van perdiendo la identidad de lo que hoy en día es el hogar, porque están pendientes a las redes sociales con sus aparatos tecnológicos.
El impacto del avance tecnológico hoy en día facilita bastantes funciones como las compras por internet, cualquier persona en el mundo puede contactarse mediante la red, ya sea para ofrecer productos o servicios o simplemente conocer nuevas personas. un claro ejemplo es el marketing digital, la cual es una herramienta que facilita a las empresas promocionar sus productos y así ver las necesidades de las personas hoy en día.
Gracias a la globalización se puede apreciar bastante avance tecnológico, ya que implica que las nuevas generaciones crezcan con algún dispositivo tecnológico, así creando un nuevo estilo de vida para futuras generaciones. La cultura digital ya no prohíbe la difusión de identidades, sino que la incita convirtiéndolas en vectores de consumo que mercantilizan su potencial protector al captarlas dentro de la lógica del mercado e industria, gestionando las necesidades y administrando las diferencias para establecer nichos de mercado asociados a determinadas identidades.
Hablando de “cambio digital” supone una revolución, sino más bien se trata de una evolución, un cambio contextualizado y determinado por grandes transformaciones en el último siglo por los sectores dedicados a la producción informativa, comunicativa y cultural. Viendo en el punto de afianzamiento de la lógica del marketing en el funcionamiento de las diferentes industrias culturales, lo que da como resultado una reproducción hegemónica de los productos de mayor éxito, medido éste en términos estrictamente económicos, y una creciente aceleración de la rotación de todos los productos culturales (fast-sellers).
Hoy en día las industrias culturales se enfrentan a un nuevo reto caracterizado por transformaciones provocadas por la era digital. Existen bastantes interrogantes ante este proceso, surge la necesidad de replantear el papel que las diversas instituciones desarrollan en la planificación de políticas culturales.
Desarrollo
Los jóvenes y la cultura digital
Hoy en día se ha producido una asociación casi lineal entre las tecnologías digitales (teléfono, celular, internet y computadoras) y la juventud. Actualmente los jóvenes son señalados como protagonistas principales de la era digital, quienes son los que se enfrentan al desafío de ser el objeto de políticas públicas específicas que promueven su inclusión en el mundo digital, cuando sus oportunidades y capacidades de apropiación son muy distintas según el sector social, tecnológico y cultural.
Desde la perspectiva de la comercialización de productos en la era digital, el consumidor adolescente adquiere una gran importancia porque se le mira como potencial cliente en el futuro. Las estrategias de mercado apuntan hacia los productos que agradan a los jóvenes y al estilo de vida al que aspiran para, de este modo, captar clientes lo antes posible y hacer que los adolescentes escojan ciertas marcas a las que puedan permanecer fieles durante toda su vida (BERRÍOS, 2007). Por lo cual, es absolutamente necesario inculcar unas actitudes y comportamientos de consumo responsable en todos los sectores sociales, pero muy especialmente en los en los adolescentes, que les permitan hacer frente a los problemas que se plantean en este siglo y desenvolverse dentro de esta sociedad como personas autónomas, responsables y críticas. En una sociedad en que la que los jóvenes quieren tener un buen nivel de vida, basado principalmente en la acumulación y posesión de bienes para uso, se hace necesaria una educación para el consumo que les permita no solo tomar conciencia de sus decisiones, sino también valorar sus necesidades y conocer la influencia que el mercado y la sociedad ejercen sobre ellos, todo esto a consecuencia de la era digital.
La tecnología en la era digital
Las nuevas tecnologías de la comunicación están transformando la educación y potenciando las posibilidades de enseñanza, lo que lleva a pensar en la generación de nuevas tendencias en los contenidos pedagógicos. La integración de las tecnologías no es un fenómeno novedoso en la educación formal, como libros, la pizarra como su utilidad en las aulas. Existen un gran número de posibilidades tecnológicas para transformar las representaciones tradicionales del conocimiento escolar en modos de expresión a los lenguajes audiovisuales e interactivos.
Frente a un discurso dominante acerca de la era digital que elogia la simplicidad y la eliminación de intermediarios a favor de una relación directa e instantánea entra la oferta y la demanda, observamos, en algunos sectores, un alargamiento notable de la cadena de valor, con nuevas ventanas de comercialización, y la presencia de nuevos intermediarios: ISP, portales y buscadores en Internet, gestores de multiplex en la radio y la televisión digitales, etc
Conclusión
Es posible concluir que ni la tecnología ni el mercado, por sí mismos, pueden garantizar unas industrias culturales equilibradas en la era digital ni conciliar la perspectiva económica con la diversidad creativa e ideológica propia de una sociedad democrática. Este cambio supone más una discontinuidad que una ruptura y combina con los procesos tanto de convergencia tecnológica como de dispersión de identidades culturales por lo menos en lo que refiere a tecnologías de comunicación y el tipo de sujetos de consumidores y usuarios de las mismas. Aquí está la necesidad de contar con políticas públicas que lejos de estar guiadas por un concepto económico y unilateral de la cultura y la comunicación, verificables hoy en día tiendan a crear las condiciones necesarias para garantizar un espacio público dinámico y plural. Se puede insistir en la idea de que en el mundo globalizado en que se vive resulta imposible vivir al margen de la tecnología, y por ello la educación tampoco puede ni debe darle la espalda; la sociedad es una sociedad mediática que ofrece muchas oportunidades a los jóvenes, y en la que ellos tienen mucho que hacer y qué decir. Por eso, es responsabilidad de las familias, de las instituciones educativas y de la administración ayudarles a prepararse y saber desenvolverse en ella, comprendiéndola y formándose como ciudadanos libres.
