El Museo Como Actividad Fuera Del Aula En La Educación Patrimonial

Nos hemos enfocado en las salidas al museo como actividad fuera del aula en la educacion patrimonial para sugerirles como potenciador del desarrollo emocional. Hemos establecido que mediante el patrimonio podemos evocar emociones y aprovecharlas para fomentar el desarrollo íntegro del alumnado. Es por eso que pensamos en el museo como un recurso necesario que debe ser incluido en la planificación didáctica en la educación patrimonial. El museo, según el International Council of Museums (ICOM) es una institución de carácter permanente, sin fines de lucro, y que esta siempre al servicio de la sociedad y de su desarrollo. Ésta es abierta al publico, adquiere, conserva, investiga, comunica y exhibe, para fines de estudio, de educación y deleite. Nosotros demostramos que este cumple los requisitos necesarios para alcanzar los objetivos planteados en la educación patrimonial. Mediante las visitas al museo podemos transmitir emociones al alumnado que les permitan concienciarse con su entorno y adquirir un sentido de identidad social necesaria para una comunión en armonía. En este apartado queremos hablar acerca de la percepción que tienen los expertos acerca del museo y como debe ser considerado dentro de la planificación de la educación patrimonial.

En primer lugar debemos resaltar que el museo es un ente que comunica y une a la sociedad con su pasado, con su origen. Es por eso que el museo debe considerarse como una herramienta de alta eficiencia para el profesorado en la educación patrimonial. Son muchos los expertos que estudian las características de los museos y señalan sus virtudes y ventajas a aprovechar para complementar el conocimiento y el aprendizaje. Autores como Carmen Serrano Moral, en su estudio sobre el Kilometro 0 de la didactica de los museos. El estudio de los visitantes (2014) nos hablan sobre los aspectos a aprovechar de los museos. Pensamos que es muy importante que el profesorado establezca una relación de cooperación y beneficio mutuo con la institución museística para el aprovechamiento de sus facultades. Los expertos que se encargan del estudio de los museos y que se cumplan sus funciones son aliados infalibles en la inclusión de los museos en nuestra agenda educativa. La necesidad de estos es para que el museo pueda transmitir de manera adecuada su contenido y que este tenga el impacto pensado. Moral establece que “el museo es un agente comunicador en todo su conjunto. Pero para que exista una comunicación tenemos que reunir una serie de elementos ineludibles: el emisor y el receptor (los dos agentes activos en el proceso), el medio (en el cual se desarrolle el proceso comunicativo), un mensaje y un código común al emisor y al receptor. La elección de un código adecuado es decisiva. Solo si existe un código común podrá existir una comunicación. las funciones del museo son comunicativa-educativa” (2014, pg. 99). También podemos encontrar escritos como los Museos Universitarios en España: Hacia una Mayor Visualizacion y Difusión (2018), de la autora María Teresa Marín Torres, donde podemos reflexionar acerca de la actualidad de los museos universitarios en España. En este articulo se mencionan los avances de los museos en España y se establece una comparativa con la función de museos en el extranjero y de la gran labor que conlleva por parte de los entes involucrados. Los gestores del patrimonio son los encargados de comunicarse con el profesorado y así comprender mejor las necesidades del alumnado antes de una visita. Este tipo de relación fomentaría el trabajo en equipo no solo de los museos locales en una ciudad, pero tambien de los de una region y del mundo entero. Como nos dice la autora Marín (2018), “la puesta en común de prácticas museológicas y de gestión patrimonial pueden ayudar a una mejor proyección. El compartir recursos y el trabajo en red, tras la creación de una red de museos universitarios españoles, permitiría un beneficio mayor, como sería el caso de la organización de exposiciones itinerantes o el de la creación de redes digitales de colecciones universitarias” (2018, pg. 105). Y es por eso que insistimos en la necesidad de llevar una relación de beneficio mutuo entre el profesorado y los gestores del patrimonio; en este caso, el museo. Porque los espacios donde podemos alcanzar tal nivel de conocimiento no son tantos y es necesario que se aprovechen los que hay.

Por eso la escuela tiene como misión el proveer espacios de aprendizaje significativo. Autores como Andrés Almansa y Ramon Facal, quienes en su estudio sobre Patrimonino, Entorno y Procesos de Identificación en la Educación primaria hablan acerca de las ideas que surgen en el colectivo acerca del contenido patrimonial y de como la escuela debe proveer el espacio para el desarrollo de las competencias cognitivas y emocionales del alumnado. En su ensayo, Almansa y Facal (2015) nos dicen que ‘debe ser tarea de la escuela hacer comprender lo público, lo social como interés colectivo. Porque sin duda que las competencias matemáticas o lectoras no son ya una necesidad, sino un derecho irrenunciable, como también lo deben ser la adquisición de competencias políticas o sociales para poder ser ciudadanos de pleno derecho y sólo productores adaptados a un mercado de trabajo cambiante y de consumidores pasivos” (2015, pg. 17). Por esto insistimos que en la escuela se aliente a las practicas de este tipo, donde se procura desarrollar las competencias necesarias en la actualidad a través del estudio del patrimonio. En este trabajo nos enfocamos en el museo como salida de campo, o parte del itinerario didáctico de la educación patrimonial, ya que es una de las actividades mas provechosas para el desarrollo emocional del alumnado; mediante el museo podemos formar a un ciudadano de bien y de provecho para la sociedad. Como lo plantea la investigadora Natividad Arias Contreras, quien en su estudio ¡Soy Beauty, Eres Beauty! (2017), nos habla acerca del patrimonio artístico y la necesidad que existe de planificar estrategias y metodologías que propicien el aprendizaje de nuestro entorno, a nuestro alcance. La autora nos dice que “esas imágenes que están a nuestro alcance gracias al patrimonio cultural conservado, pueden y deben ser utilizada como herramientas didácticas para la educación emocional del alumno dentro y fuera del aula” (2017, pg. 216). Porque la visita al museo es solamente parte de la actividad. Sin embargo, el museo cuenta con muchos beneficios y es un magnifico lugar para comenzar a formar la identidad social.

También queremos resaltar la función y finalidad del museo, sus ventajas y necesidades. Es por eso que queremos establecer la función del museo. Autores como Maria Melgar y Danilo Donolo indagan sobre como hacer cumplir esta finalidad y poder aprovechar la visita al museo. En su trabajo Salir del aula…Aprender de otros contextos: Patrimonio natural, museos e Internet , Melgar y Donolo exponen que ‘Los museos constituyen una de las instituciones sociales destinada a conservar, exponer, investigar y divulgar el patrimonio cultural” (2011, pg. 327). Es decir que su funcionalidad es esencial para alcanzar el desarrollo íntegro que una sociedad busca en sus individuos. También es importante conocer cómo funciona el museo y lo que nos ofrece. El museo permite al visitante ser participe de un ambiente en el cual este puede apreciar de primera mano el contenido e interactuar con él. Melgar y Donolo nos dicen que “las visitas a museos permiten conocer observando, analizando, imaginando, comparando, jugando y empleando nuestros sentidos” (2011, pg. 327). Son estas las ventajas que debemos aprovechar del museo, el nivel de interacción que este ofrece es propio para el desarrollo íntegro del alumnado y del pensamiento que le apega a su entorno. La educación patrimonial debe reconocer las visitas al museo como esenciales en su planificación didáctica. Al ver sus ventajas podemos sugerirles como necesidad fundamental del currículo de formación educativa, y debemos enfatizar en la importancia de su organización. La visita al museo es una actividad que comienza en el salon de clase, atraviesa su desarrollo fuera del mismo, y regresa para su evaluación final al lugar de inicio. El profesorado debe asociarse con los gestores del patrimonio y hacer de la visita una experiencia de aprendizaje significativo.

Hemos enfocado nuestra investigación en sugerir las salidas de campo, como ser las visitas al museo, por ser una herramienta de mucha utilidad en la formación integra del alumnado. El alumnado de hoy necesita aprender en un contexto real, debe estar continuamente expuesto a su entorno y poder empatizar con el mismo. Es el museo el lugar donde podemos permitir que esto suceda, esta es una de sus principales funcionalidades. Autores como Carlos Fuertes Muñoz, en su trabajo sobre las emociones, oralidad e itinerarios didácticos (2016) habla sobre la necesidad de capacitar y motivar al futuro profesorado especialmente en la utilidad de la educación emocional y habla sobre como estos son de gran beneficio para el aprendizaje de sus alumnos ya que aporta un espacio de pensamiento critico y les enlazan con su entorno. El experto habla sobre las actividades fuera del aula y afirma que “Las llamadas “salidas de campo” y los “itinerarios didácticos” ocupan en la historia de la educación un lugar destacado entre las estrategias docentes impulsadas por los movimientos pedagógicos más innovadores y críticos” (2016, pg. 57). La razón por lo cual es nuestro objetivo transmitir al profesorado la necesidad de incluir estas salidas en su agenda didáctica, para fomentar competencias que son esenciales en los futuros lideres de nuestra sociedad. También es muy importante mencionar que la respuesta del alumnado es muy positiva ante este tipo de experiencias; les consideran de carácter innovador y aprecian su interactividad.

Queremos enfatizar en el aspecto innovador que ofrece el museo por su alto nivel de interactividad. Pensamos necesario señalar la interactividad con el contenido que se ofrece al alumnado por medio de las visitas al museo. La educación patrimonial ha sido tachada de carácter tradicionalista y son muchos los autores que opinan que se debe innovar en el campo para obtener una mejorar respuesta por parte del alumnado. Autores como Mercedes de la Calle Carrecedo (2015), quien participa en el trabajo sobre Una Enseñanza de las Ciencias Sociales para el Futuro, comparte su pensamiento en su ensayo: Tendencias Innovadoras en la Enseñanza de las Ciencias sociales. En este trabajo Carrecedo habla acerca de Hacer Visible lo Invisible (2015) y nos llama a la innovación para enriquecer la manera en que el profesorado transmite la educación patrimonial. Carrecedo nos transmite que “La innovación entendida como parte del ejercicio profesional docente implica replantearse qué enseñamos, cómo lo enseñamos y con qué lo enseñamos” (2015, pg. 67). Por lo que en este estudio llamamos al profesorado a innovar en sus practicas pedagógicas y atreverse a innovar. Como hemos destacado antes, el museo ofrece un grado de interactividad que antes no era posible, y esto atrae al alumnado y mejora el aprendizaje. La autora también afirma que ‘La innovación curricular puede afectar a todos los aspectos del currículo, hablar de innovación es plantear los cambios que de manera sistemática se abordan en los contenidos que se enseñan, los métodos que se utilizan, y los recursos didácticos que se emplean” (2015, pg. 77). Y es esto los que debemos buscar en la educacion patrimonial; un perspectiva enteramente innovadora en la que los contenidos fomenten el desarrollo íntegro del alumnado. Mediante las visitas al museo proveemos una grado dee interactividad que resulta innovador y eficaz para el alumnado.

No solo son experiencias innovadoras, pero tambien son experiencias que potencian el aprendizaje del alumnado en la educación patrimonial. Las investigaciones afirman que a través del itinerarios didácticos que desarrollen la inteligencia emocional y la educación en valores , los alumnos consiguen alcanzar el desarrollo íntegro que es tan necesario parra el bienestar social. Autores como Carlos Fuertes Muñoz (2016) también resalta las salidas del aula por su carácter innovador y perspectiva critica que ofrece al alumnado. En su estudio sobre Emoción, Oralidad, e Itinerarios Didácticos: Un Estudio de Caso en el Grado en Maestro de Educacion Infantil, el autor hace una reflexión acerca del potencial educativo que existe en los itinerarios didácticos y en las salidas del aula. En su trabajo el experto nos habla acerca de la manera de como afrontarnos a las necesidades actuales para poder lograr el aprendizaje significativo, y para ello sugiere las salidas del aula, como ser las visitas al museo. En su artículo, el autor afirma que “las salidas al entorno permiten aproximarse a la realidad social y natural de manera no exclusivamente teórica o mediada sino directa y experiencial, con las ventajas que eso supone a la hora de generar un aprendizaje significativo y también de fomentar la puesta en valor del entorno y del patrimonio (2016, pg. 52). Es por eso también que hemos decidido acudir al museo, por el valor que podemos encontrar en su contenido y por la conexión directa que establece con sus visitantes. En su estudio sobre las bases para una museografía didáctica en los museos de arte, Santacana (2006) resalta que “Sólo en los museos de arte el visitante puede hallarse frente a objetos o piezas carentes de elementos de intermediación” (pg. 130). Y es que en los museos podemos encontrar el sentido de pertenencia e identidad con tan solo entrar en contacto con su contenido. La interactividad resulta ser el elemento más influyente en esta experiencia. El alumnado, al visitar un museo, necesita no solo ver lo que este ofrece, sino tambien poder interactuar con ello y sentirse vinculado. La manera en la que el museo interactúe con sus visitantes depende de la finalidad del mismo; por ejemplo, Santacana resalta que “en museos de historia el recurso escenográfico ha sido constante desde principios del siglo XX; mientras que, en los museos de ciencia o tecnología, el recurso más utilizado ha sido la interactividad”(2006, pg. 130). No obstante, el museo debe cumplir con su función comunicadora y transmisora del patrimonio. Son los gestores del patrimonio, el profesorado y el alumnado quienes deben asegurarse que estas funciones se lleven a cabo.

Respecto a la finalidad del museo, Santacana nos habla sobre esta función comunicadora de los museos y de como alcanzar este nivel de interacción con los visitantes; el autor nos dice que en el campo de la museografía nos referimos a una forma de presentar el patrimonio que requiere la participación activa del visitante y que va desde la necesaria interactividad mental hasta las acciones manuales. La interactividad en museografía puede desarrollarse sobre soportes clásicos tales como un cartel con mensajes de texto o gráfica, pero, normalmente, se manifiesta mediante el uso de elementos de intermediación didáctica llamados módulos interactivos” (2006, pg. 130). Es por esto que insistimos en la labor conjunta que precisan los museos para cumplir con su función. Es solo mediante la cooperación ciudadana que la museología ha podido darse a notar en la educación y por ende en los distintos campos de investigación. En la actualidad existen varios tipos de museos y todos tienen un mensaje a emitir y una manera de transmitirlo distinta. Es por esto que la sociedad ha logrado hacerles parte vital de su entorno; porque la actualidad lo demanda. Los museos en la actualidad son parte fundamental de la agenda didáctica del profesorado y estos son los responsables de encontrar la mejor manera de transmitir su mensaje de acuerdo a las necesidades de su audiencia. Los investigadores de la museología se enfocan en desarrollar estrategias y encontrar la manera de mejor adaptarse a su entorno. Autores como Pablo Domínguez, en su trabajo sobre Los Museos Pedagógicos como Espacios Didácticos para Difundir e Interpretar el patrimonio Histórico Educativo en tiempos difíciles: Aproximación y Apuntes para el Futuro, nos hablan sobre como el museo puede cumplir con su función en la educación patrimonial. Domínguez nos dice que “el museo pedagógico contemporáneo se ha ido consolidando como una importante institución cultural de carácter educativa, suficientemente reconocida por su capacidad para actuar como recurso docente e investigador en el ámbito de la historia de la educación, y para convertirse en agente transformador y dinamizador del entorno cultural y educativo, propiciando encuentros intergeneracionales con la memoria y escuela del ayer como protagonistas indiscutibles” (2014, pg. 93). En el mismo trabajo, este autor nos dice algo que debemos recordar y siempre tener en mente. Domínguez asegura que “actualmente, podemos decir que estos museos son lo que son, gracias principalmente a lo que son capaces de hacer con el público valiéndose de los objetos patrimoniales que cada uno de ellos alberga” (2014, pg. 93). Esto es algo que debemos concienciar en el profesorado, la ardua labor del museo, el rol que cumple en la educación y sus necesidades. De esta manera el museo podrá apuntar a alcanzar su finalidad y hacer de su contenido una experiencia de aprendizaje significativo. Esto con el deseo de transmitir a la ciudadania un sentido de identidad patrimonial y de su importancia. El autor Domínguez nos sugiere que “los objetivos de enseñanza y aprendizaje girarán en torno a esas relaciones: la propiedad, la identidad, la pertenencia, los valores socioculturales y emocionales” (2014, pg. 96). 

Es por eso que consideramos las visitas al museo como una actividad de gran aporte a la educación y enfatizamos en su carácter innovador. Sin embargo, debemos de notar la importancia que existe detrás de la planificación de esta actividad y del peso que conlleva la adecuación de la misma a las necesidades de su entorno.