El Papel De La Mujer En La Mitología Griega
En esta práctica, analizamos los mitos de Pandora y Prometeo, basándonos en un texto de Hesíodo, “Obras y Fragmentos” (Teogonía, Trabajos y Días)”; examinaremos las similitudes y diferencias de la Pandora griega, con la Eva judeocristiana, y su influencia en la visión sumisa de la mujer a lo largo de la historia.
Primeramente, destacar que Hesíodo es un poeta griego que nació en Ascra, hoy Palaioppanagia, actual Grecia, en la segunda mitad del siglo VIII a.C. Se sabe muy poco acerca de su vida, la información que tenemos sobre él es la que el propio autor deja entrever en su obra. Comparte época y contexto con Homero, aunque los dos autores tienen estilos muy diferentes. Hesíodo, usa un tono más personal y didáctico, con el objetivo de enseñar, mientras que Homero es más épico. Sin embargo, ambos coinciden en el tema de la Justicia de Zeus.
Por un lado, tenemos el texto de Trabajos y Días, este narra el mito de Prometeo y Pandora. Prometeo es un personaje dentro de la mitología griega. Prometeo roba el fuego a Zeus para dárselo a los hombres y este como venganza crea Pandora, una hermosa mujer para regalarla a Prometeo como un engaño o trampa que los dioses tenderán a los hombres. Ella llevaba consigo un obsequio letal que debía entregarle a él.
La leyenda tiene un símil con el mito de Adán y Eva o el mito egipcio de Anubis, Bata y sus esposas. A lo largo de la Historia, tanto las figuras de Pandora como de Eva son consideradas como el origen de los males y las desgracias de la humanidad y el género humano. El mito nos enseña el respeto a la deidad de Zeus y las caracterizar del género femenino, el papel social secundario y sumiso que se le otorga a la mujer, justificando así la superioridad del hombre, ya que Pandora es creada para los hombres, aunque sea para traerle el mal. De esto se puede deducir que el autor, Hesíodo, compara a las mujeres con la maldad, con un castigo merecido, pero con una apariencia atractiva.
Entre Eva y Pandora, también existen diferencia: Eva es engendrada, de una parte del Hombre, según el Antiguo Testamento, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, y la mujer fue creada de la costilla de Adán a semejanza del hombre; mientras que Pandora es una mujer creada con muy buenos moldes: belleza de Afrodita, saber hacer de Atenea, voluble, seductora.
El mito narrado por Hesíodo cuenta la creación de Pandora, como castigo a Prometeo, que Zeus ordena a Hefesto, una vez que Prometeo, le ha humillado y le ha robado el fuego. Tras ser creada, Pandora es presentada ante Epimeteo como un regalo por parte de los dioses, vestida de novia y preparada para las nupcias. Epimeteo no escucha los consejos de su hermano Prometeo, y acepta el “regalo”. Pandora llega acompañada de una tinaja que contiene todos los males del mundo, y Pandora tentada por la curiosidad, abrió la tinaja, y se extendieron por el mundo, todos los males sobre los hombres, y cuando asustada la cerró, quedó en su interior la Esperanza. Sin embargo, existen otras versiones, que señalan que lo que había dentro eran los bienes del mundo, y al abrirla, se escaparon, por lo cual los hombres nunca pudieron disfrutarlos, y el único consuelo que les quedaba era la Esperanza de conseguirlos. Independientemente de la versión en todas el hombre sale perjudicado por culpa de la mujer y su curiosidad.
El segundo texto que tenemos es Economico, capítulo VII, de Jenofonte, escritor e historiador griego. Económico es un diálogo de tipo socrático que aborda tres temas fundamentales: la situación de la mujer en Atenas, la esclavitud y el arte de la agricultura. Nuestro texto narra el rol de la mujer, las relaciones entre los hombres y las mujeres, el matrimonio, el retrato conocido de la «perfecta casada». La mujer de Iscómaco llegó a su casa con sólo quince años, educada simplemente para ser discreta; él enseguida se preocupa por hacerle partícipe del trabajo de la casa (una repartición de tareas según las aptitudes supuestamente otorgadas por la naturaleza o la divinidad), comparando sus deberes con los de la abeja reina. También recalca la necesidad del orden.
La diferencia fundamental entre los dos textos es que Jenofonte es más realista, mientras Hesíodo es mitológico. Jenofonte, destacan el papel de la mujer por debajo del hombre, pero es valorada como esposa y madre, le otorgan su cuota de prestigio, y le reconocen su relevancia en las tareas domésticas del hogar, en el mantenimiento económico de la familia, y sobre todo en la crianza de los hijos.
Otros mitos que conocemos lo largo de la historia en los cuales la mujer de nuevo simboliza la negatividad, el mito de Psique que perdió su dicha por querer ver el rostro de Cupido, o Atalanta que perdió su virginidad por observar las manzanas de oro que Hipómenes le iba dejando en el camino para ganarle la carrera, o la misma Eva perdiendo el paraíso por comer la manzana del árbol.
A modo de conclusión decir que desde los periodos clásicos los roles y símbolos de la mujer están enfrentados con los del hombre, mundo doméstico frente a guerra y política, pasión frente a razón. Este enfrentamiento hombre/mujer se mantendrá a lo largo de la historia.
