El Pasaje De La Modernidad A La Posmodernidad Según Harvey

El pasaje de la modernidad a la posmodernidad, Allí tiene la posibilidad Harvey de exponer el amplio significado de moderno, de una manera sencilla en la que echa mano de los distintos modos, formas y lecturas en todos los campos y facilita entender lo que significó el movimiento moderno, permitiendo entonces comprender a través de este recorrido cómo lo cambiante, lo contradictorio, lo opuesto, lo individual.

El geógrafo David Harvey, aborda posmodernismo a partir de todo lo que fue el movimiento moderno, en procura de hacer comprender que significa o que es el posmodernismo. Para esto se apoya en diversos autores arquitectos, artistas, filósofos, iniciando con la reflexión que hace Jonathan Raban donde este plantea algunos giros en torno a la arquitectura, el arte y “las novedades intelectuales” que evidencian un movimiento interno urbano cotidiano que da lugar al posmodernismo. Harvey señala al respecto que el “único punto de partida para entender los posmodernos yace en su relación implícita con lo moderno”. 

No obstante, que el proyecto de la modernidad ocupó un lugar central en el siglo XVIII, y se apoya en la idea de progreso sobre la cual la ilustración procuraba la desmitificación del conocimiento, la liberación del mito, la religión y la superstición y que en opinión de algunos en nombre de la misma liberación humana estaba destinado a oprimir al hombre.

También a pesar de las múltiples contradicciones el movimiento moderno estaba centrado en el hombre, en su “emancipación”, y fue en este sentido que en todos los campos de una u otra manera se pretendía el goce de la vida. Incluso señala al pensamiento Marxista como parte de este proyecto, en la medida en que buscaba la emancipación del hombre, siendo este oprimido por la sociedad capitalista.

Es muy importante como Harvey hace una diferenciación entre aquellos que sostienen que es a través de este proyecto que es posible para el hombre alcanzar la libertad; y otros, que consideran que debe abandonarse por completo este proyecto en nombre de la “emancipación del hombre”.

El modernismo que surgió antes de la primera guerra mundial fue más una reacción antagónica a los procesos derivados de la producción fabril, pero esencialmente después se concentró en el arte de las ciudades, en la vida urbana, que en el período entre guerras estuvo marcado por el positivismo y posteriormente imbuido en un corporativismo.

La claridad con la que Harvey pone de manifiesto el modernismo y el posmodernismo en relación con la arquitectura y el diseño urbano es muy importante en la medida en que es coherente con la forma en que los explica a partir de la oposición del posmodernismo al modernismo. Muestra como bajo la influencia del modernismo tanto la planificación como el desarrollo se apoyaron en proyectos de gran escala y estuvieron marcados por el énfasis funcionalista moderno; el posmodernismo está marcado por un tejido fragmentado que se pone de manifiesto en la configuración de la metrópoli. Harvey señala que esto ocurre en la medida en que “la metrópoli no se puede controlar sino por partes, el diseño urbano busca simplemente tener en cuenta las tradiciones vernáculas, las historias locales, las necesidades, requerimientos y fantasías particulares.”

La transformación económica política del capitalismo tardío del siglo XX. Aquí se hace un recorrido por las trasformaciones políticas y económicas, principalmente por esta última con el fin de evidenciar los cambios radicales que se dieron entre el modernismo y el posmodernismo, marcados principalmente las relaciones laborales y el consumo; pero también en la configuración geográfica y geopolítica.

En relación con el modelo fordista establecido tras la Segunda Guerra Mundial resalta las formas de organización del poder económico y político, las innovaciones y algo que llama mucho la atención es el control de los trabajadores (incluyendo las jornadas de trabajo y las horas destinadas al descanso) con el fin de que empataran salarios con demanda, es decir salarios con consumo y las consecuencias posteriores en la recesión de la posguerra.

El proceso de transición es muy importante en la medida en que se pone en evidencia los ajustes que tuvo que realizar para el establecimiento completo del modelo de producción fordista, la reducción de la jornada de trabajo, la división del trabajo, la intervención del Estado, esto no significó en modo alguno que la preocupación por una sociedad más justa; sino que garantizaba estabilidad al mercado, es decir a la demanda; mientras que se excluía a los sindicatos de las dinámicas laborales a partir de la estigmatización por sus posturas cercanas al comunismo.

El crecimiento económico derivado del fordismo en vez de reducir las desigualdades sociales las incrementó, generándose a sí una gran ola de manifestaciones sociales que unidas a otras en contra de la implantación de nuevas culturas asociadas al capitalismo marcaron la protesta en los años 60.

La experiencia del espacio y el tiempo

La manera en que espacio y tiempo han sido tomados, utilizados y aprovechados individual y colectivamente, supone para Harvey la definición del giro hacia el posmodernismo, que se fundamenta principalmente en el hecho de que reflejan transformaciones en los procesos sociales, aun cuando simultáneamente las han provocado.

Ambos conceptos espacio y tiempo, se construyeron a partir de la práctica diaria, útil en la reproducción de la vida social. Es posible encontrar nuevos significados para las viejas materializaciones del espacio y el tiempo, por ejemplo en la relación con la historia se intenta construirla y cambiarla, más que aceptarla.

El espacio por su parte también es fundamental para la economía capitalista en la medida en que a este se le otorgan condicionamientos como la eficiencia óptima del recurso y el rendimiento del espacio. Además los que controlan el espacio siempre pueden controlar las políticas del lugar, lo que en ese espacio ocurra. Una aseveración particular en este sentido la hace David Harvey al afirmar que: “una de las tareas principales del Estado capitalista es localizar el poder en los espacios controlados por la burguesía y desautorizar aquellos espacios sobre los cuales los movimientos de oposición pueden ejercer un mayor poder”.

La condición de la posmodernidad

Aquí, el autor plantea la condición de la posmodernidad a partir del análisis de la historia y la geografía, bajo el planteamiento de dos interrogantes. El primero referido a de qué clase de condición histórica geográfica se está hablando y el segundo, si esta condición “augura una revolución más profunda y más amplia en los asuntos humanos que las revoluciones ya forjadas en la geografía histórica del capitalismo” 

Para Concluir; Las formas inmateriales del dinero, así como la separación entre la producción real y los mercados evidencian cambios importantes, pero no logran cambios estructurales y es por esto que el autor nos trae los elementos más importantes del paso del modernismo al posmodernismo y cómo estos elementos son tomados de manera distinta en cada proceso social particular.  

15 Jun 2021
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