El Patio en la Arquitectura Islámico Dentro del Ambiente Religioso
Cuestiones generales relativas al patio en la arquitectura islámica
El patio o sahn dentro de la arquitectura islámica se constituye como principal elemento centralizador, el cual el resto de dependencias que forman el complejo se organizan a su alrededor. Lo podemos encontrar tanto dentro del ámbito religioso, palaciego como doméstico, sin embargo la significación y tratamiento del mismo no será exactamente igual.
En primer lugar, dentro del ambiente religioso el patio se localizará en la mezquita aljama, considerado como el principal lugar de culto para los musulmanes. En esta ocasión el patio tiene una gran importancia, ya que en su parte central se situaba una fuente (sabil) la cuál era utilizada por los fieles durante el rito de purificación previo a la oración, en donde comprendía la limpieza de manos y antebrazos, cabeza y pies. Un ejemplo sería el patio de la Mezquita Ibn Yusuf en Marrakech. Entre otros elementos que también podíamos encontrar en los patios eran las galerías porticadas que lo rodeaban, los riwaqs, y el alminar o minarete. Dentro también de este apartado podemos incluir las madrazas o escuelas jurídicas del islam, también ligadas a la religión. Su disposición no es diferente a la mencionada en las mezquitas, ya que dentro de estas escuelas había un oratorio con un mihrab orientado a la Meca para que los estudiantes pudieran realizar la oración. En Marrakech encontramos la Madrasa de Ibn Yusuf , que posee una gran alberca en la parte central del patio.
El otro lugar donde podemos encontrar los patios son en la propia arquitectura palatina, que serían el lugar de residencia de los príncipes y gobernantes de la ciudad. Se organizaban en torno al patio central, o patios centrales en el caso de las grandes ciudades palatinas. El patio comunicará las diferentes dependencias, por lo que será el lugar de acceso principal; repetirá así la misma estructura respecto los ejemplos anteriores, salvo que incluirá elementos de vegetación combinada con el uso del agua. Estos elementos se verá repetidas veces plasmadas en las ciudades palatinas. Podemos encontrar dos variantes de patios dentro de los palacios islámicos:
- Con alberca o punto de agua: refrescaban el ambiente, funcionaban como símbolo de recreo o de ocio, también funcionaban como elemento decorativo de gran belleza, ya que ampliaban la sensación de decorado en el patio y por último, tenían una función simbólica al ser el principal elemento que reflejaban las grandes arquitecturas; un ejemplo sería el patio de los Arrayanes en la Alhambra
(Granada).
- Tipología de riyad: simbolizaba el Paraíso del fiel musulmán en la tierra. Su estructura se basa en un crucero central con un jardín rehundido situado en los cuatro cuadrantes, formados a partir de unas líneas entrecruzadas. En sí esta estructura contribuía a la distribuir el agua que venía de una alberca. Esta tipología cuenta con diversos precedentes donde los más destacados residen en la ciudad de Medina Azahara. Según las citas coránicas, esta estructura en forma de cruz alude a los cuatro ríos del Paraíso: el río del agua, de la leche, el vino y la miel. Que los
Arte Islámico, Andalusí y Mudéjar
Expertos han identificado con los cuatro grandes ríos del mundo – el Tigris, Éufrates, Ganges y el río Nilo. Ejemplo sería Dar al-Sugra (Murcia), que se corresponde con el actual Monasterio de Santa Clara la Real. Por último debemos hablar de la arquitectura doméstica en las ciudades islámicas, donde las casas organizadas en barrios se estructuraban en torno a un patio central. El patio (wast al-dar ‘‘el centro de la casa’’)1 comunicaba, iluminaba y ventilaba las habitaciones de la vivienda, debido al carácter tan reservado de este tipo de ciudades era una manera para evitar la apertura de vanos al exterior. Poseía albercas, pozos o incluso zonas ajardinadas, lo que refrescaba en cierta medida el ambiente doméstico. También era el lugar destinado para las tareas diarias en el hogar. Un prototipo es la Casa nazarí en Zafra, Granada.
Tras este breve análisis sobre las cuestiones básicas de los patios en la ciudad islámica, podemos llegar a la conclusión que los fieles musulmanes de una manera u otra harán siempre referencia a la simbología religiosa que se menciona en el Corán. Cabe destacar la importancia de la presencia del agua, que se concibe como el principio del universo, la manifestación divina en la tierra y junto a los elementos vegetales, aluden al paraíso islámico. Desde un punto de vista religioso ejercerá una función purificadora en relación al rito de las abluciones. Esta misma idea se repite dentro de las ciudades palatinas adyacente la función reflectante del agua en los patios. También hay que destacar la decoración ataurique o vegetal, que alude al paraíso del fiel musulmán en la Tierra.
Comentario del patio de la Aljafería de Zaragoza
El patio de Santa Isabel consta de dos pórticos, localizados en la parte norte y en la sur, en los exteriores del palacio. En primer lugar, en la zona norte se abre un pórtico de arcos polilobulados que descansan sobre columnas dobles o pareadas con capiteles muy estilizados tallados al trépano; su composición es más compleja. También podemos encontrar capiteles de pencas. Tras él se sitúa la sala principal de planta rectangular, destinada a las diferentes reuniones de majlis; estas consistían en unas reuniones de tipo informal cuyo valor simbólico se relacionaba con la manifestación del poder taifa. Se accedía entonces a través de una estructura de entibo, formada por complicados arcos mixtilíneos entrecruzados en cuya parte superior había unos arcos de herradura. Este tipo de decoración, a diferencia de la Mezquita de Córdoba, funcionaba como mero elemento ornamental. A los lados de esta sala principal se abría una serie de alanías.
En este mismo lado se encuentra la Galería Norte, que separaba el pórtico de la sala principal y daba lugar al Oratorio, lugar de uso privado del rey taifa. Su entrada se realizaba por medio de un arco de herradura de tipo califal muy pronunciado, enmarcado también por un alfiz. La mayor parte de su decoración es de tipo ataurique o vegetal, haciendo así ilusión al Paraíso del fiel musulmán.
Al otro extremo del patio, el pórtico sur posee una mayor complejidad de estructura respecto al del lado norte, ya que se compone a partir de diferentes arcos. Los inferiores están formados de arquillos pentalobulados cuyo soporte son columnas adosadas a un pilar cuadrangular, mientras que los superiores se tratan de grandes arcos de medio punto entrecruzados, creando así un espacio entre los arcos inferiores lobulados y el propio arco de medio punto superior. De esta manera, cada arco de medio punto engloba a dos arcos lobulados. En el cruce los arcos superiores también se abren otros pequeños arcos pentalobulados, dispuesto sobre una semicolumna adosada a un pilar. En este caso la decoración se concentra en el paño intermedio de los arcos, basada en elementos arquitectónicos con decoración ataurique que evoca a los tiraz, unos ricos tejidos propios de los talleres reales en Almería. Respecto a los elementos arquitectónicas son pequeños arcos pentalobulados y mixtilíneos sustentados sobre pequeñas columnas que aparecen entremedias. Esta organización se debe a que era bastante común durante la época taifa utilizar elementos decorativos de etapas anteriores y complicar los elementos ornamentales aún más.
Acorde a los estudios que se han realizado sobre esta composición decorativa, cabe destacar Los Idiomas del ornamento: La Aljafería y la Alhambra, realizado por Cynthia Robinson, donde concibe que los diferentes elementos que componen las arquerías giran en torno a una organización geométrica perfecta que alude a la divinidad: el círculo. De este modo se produce un proceso análogo donde el alma se traslada al mundo divino, y el palacio sería el escenario2. Esta arquería era contemplada desde el Salón del Trono, donde se realizaban las reuniones de los majlis, por lo que también esta estructura se entiende como un símbolo de legitimidad y reconocimiento del saber intelectual del rey taifa.
Comentario del patio del Palacio de Comares de la Alhambra
El patio constituye al tipo de patio con alberca o punto de agua, sigue así una estructura típica de los patios propios de los palacios islámicos, formado por una planta alargada donde la alberca, dispuesta en la parte central, ocupa la mayoría del espacio. De ahí que también sea conocido como Patio de la Alberca. Posee dos pórticos a ambos extremos, el pórtico norte y el pórtico sur.
El pórtico norte se compone de siete arcos – destacando el central en altura y anchura – enmarcados con un alfiz. Los laterales se tratan de arcos angrelados sostenidos por columnillas cuyos capiteles tiene una forma cúbica. Sobre ellos se presentan paños de sebka de ascendencia almohade, cuya decoración interior es de tipo vegetal. A los lados del pórtico se abren una serie de alanías abiertas también por arcos angrelados. Posee también una inscripción que alude a la Batalla de Algeciras en 1369, por parte del califa Muhammad V. En cambio, la imagen que tenemos hoy día del pórtico sur no se corresponde con lo que se cree que habría sido; esto se debe a que durante la época cristiana sufrió un incendio, y en época mudéjar se reconstruyó la galería con una inscripción que imita a la del pórtico norte.
En relación a la gran alberca, podemos ver a través de su reflejo el pórtico y la gran Torre de Comares, considerada la mayor torre existente en la Alhambra. Es aquí donde se manifiesta la función reflectante del agua en los patios, relacionada con el mito del arquitecto cuyo origen reside en la poesía yahili. En este caso las construcciones palatinas se relacionaban tanto con el poder político como de la propia fe, pero al incorporar el elemento del agua plantea una clara división entre el poder divino respecto al terrenal, ya que la refracción de la torre en el agua se ve aparentemente sólida, pero cuando estas están intranquilas demuestran que por muy monumental que sean, el poder terrenal es caduco y efímero ya que no proviene de la mano de Dios.
Comentario del Patio de los Leones de la Alhambra
El patio de los Leones se corresponde con la tipología de patio de riyad, donde cuatro canales dividen el espacio en cuatro cuadrantes mediante las líneas entrecruzadas. Cada una de las entradas le corresponde un pórtico. Esta organización fue establecida por influencia del Patio de las Doncellas en el Alcázar de Sevilla, donde Muhammad V había estado refugiado. Ambos pórticos son los que abren paso a las salas adyacentes a ambos lados del patio: la Sala de las Dos Hermanas y la Sala de los Abencerrajes.
Los pórticos del patio, cuya colocación es mucho más avanzada que los anteriores, repiten la misma estructura y decoración. Se disponen unos arcos de muqarnas sobre unas columnas muy esbeltas las cuáles se distribuyen en posición aislada de diferentes maneras; pudiendo ser pareadas, en grupos de tres e incluso de cuatro. Sobre ellos se sostienen unas cúpulas de muqarnas con una rica decoración pictórica. Rodeando el patio se encuentra una galería porticada de arcos angrelados sostenidos por columnas estilizadas con alternancia de columnas simples y pareadas. Todas las columnas poseen capiteles cúbicos con decoración ataurique. La estructura de patio en su conjunto alude a la idea del Paraíso islámico del fiel musulmán, en relación a los siete niveles, y un octavo, que sería donde confluyen arroyos de agua, leche, miel y vino junto con una abundante vegetación según las fuentes coránicas. En el caso de los elementos vegetales, según los estudios se relacionan con los pórticos del propio patio; de tal manera que los fustes que los sostienen son los troncos de los árboles, los arcos angrelados las ramas y los paños de sebka calados serían las hojas de los árboles. Además a toda esta interpretación se le debe añadir la decoración pictórica de las cúpulas de muqarnas de las dos salas. Otra cuestión a destacar es que posee un sistema especular de ejes de simetría bastante complejo.
En el centro del patio encontramos la fuente de los leones, que se constituye como un símbolo de poder de Muhammad V. Está formada por doce leones, cuya representación resulta esquemática. El motivo de esta esquematización de las figuras animalísticas se corresponde a una de las concepciones estéticas del islam, en donde la idea es representar una idea mental con tal de no entrar en conflicto con Dios, al ser el máximo creador y el único capaz de insuflar vida.
Bibliografía
- ORIHUELA, A., ‘‘La casa andalusí: un recorrido a través de su evolución’’, Revista del Departamento de Historia del Arte. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, n.º 22, p. 301. Disponible en: https://digital.csic.es/bitstream/10261/16403/1/2007%20Artigrama%20Casa%20 andalus.pdf [Consulta: 10-06-2020]
- ROBINSON, C., ‘‘Los Idiomas del Ornamento: La Aljafería y la Alhambra’’, en BORRÁS GUALIS, GONZALO M., y CABAÑERO SUBIZA, B., (coord.), La Aljafería y el arte del islam occidental en el siglo XI. Zaragoza, Universidad de Zaragoza, 2004, pp. 177-200.
- https://digital.csic.es/bitstream/10261/16403/1/2007%20Artigrama%20Casa%20andalus.pdf
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