La Fuerza del Poder y la Avaricia en el Hombre
Introducción
El hombre es un ser social por naturaleza, Aristóteles comienza este debate que se desprende del saber entre el poder y la autoridad. Todos los hombres somos seres sociales por naturaleza, pero para vivir en comunidad y conseguir unos fines se necesita partir de unas normas. Estas reglas son las que se establecen a través del poder político por el que se ordena la conducta de las personas como miembros de una sociedad, ya que cuentan con la fuerza suficiente para establecer esa conducta en una sociedad.
La principal función de este poder político es la organización de la vida social, a través del derecho, pero como ya he mencionado anteriormente el buen uso de estas normas en una sociedad unida es lo que determinará el propio bienestar de esta, como bien dijo Jean De La Fontaine cualquier poder si no se basa en la unión, es débil.
Desarrollo
Ahora bien, cabe mencionar la distinción entre el poder y la autoridad, ya que son dos conceptos distintos empleados la mayoría de veces para referirse a lo mismo. El poder es la capacidad que se tiene de ejercer justicia, la capacidad de actuar unos sobre otros con un fin común, y, por tanto, capacidad para influir sobre la conducta de otros. La justicia es la virtud principal de aquellos que poseen poder, porque solo aquel que tiene poder es capaz de redistribuir los bienes de la forma más justa posible.
La autoridad, por el contrario, no es una capacidad, sino que es una habilidad, habilidad de ejercer en la conducta de otros pero sin estar necesariamente unidos en sociedad con un fin usual. Se puede entender cómo la facultad de sancionar las conductas que infringen la ley o la facultad que se desprende del saber, unido al prestigio. En resumen, la autoridad se podría definir como el nivel de influencia que tiene un individuo sobre una sociedad o un prestigio adquirido por una persona al destacarse en una determinada función. Por tanto, la autoridad es un poder, pero no todo poder es autoridad, ya que por ejemplo existe la autoridad de un profesor, que no llega a ser poder.
El poder no es algo material que puedes comprar o intercambiar, el poder es algo que se gana y se adquiere según la confianza que aporten los demás componentes de la sociedad sobre ti. En consecuencia, el poder no se guía por el dinero o por la fama, sino que se guía por el conocimiento. Por ejemplo, una sociedad justa debe tener presente el bien común de sus componentes, para ello se debe conocer a cada uno de los miembros que la integran, en consecuencia, la persona o personas con el poder de una sociedad deben conocer cada una de las circunstancias personales, económicas, familiares, etc., de sus miembros, para poder lograr el bienestar social.
El poder puede ser adquirido por cualquier persona, sí que es verdad que algunos hombres adquieren poder sin haber hecho realmente nada, ya sea por su fama, por su familia, etc., pero esto se debe a que la sociedad le da mucha importancia permitiendo entonces aspirar al poder. Entonces, ¿Por Qué la gente quiere poder? Estar a cargo de algo resulta atractivo, ya que de alguna forma aspiras a obtener más libertad al tener el control, pero es que el poder no permite más libertad que a cualquier otro individuo, por tanto, aspirar hacia el poder está determinado de una forma confusa.
Lo que la gente desea es tener autoridad y autonomía que sí que exige más libertad, al no tener a nadie que te indique lo que debes hacer y las normas que se deben seguir, además beneficia al bienestar individual al tener la libertad de tomar tus propias decisiones y no tomarlas bajo un régimen reglamentario de poder. Pero, las personas que aspiran al poder no siempre busca un fin común para, la sociedad, sino que se guían más por el bien propio, dando lugar a lo considerado abuso de poder.
Conclusión
El abuso de poder se caracteriza por aprovecharse de la autoridad que se tiene para cumplir intereses propios sin importar el resto de la sociedad. Uno de los ejemplos más claros del abuso de poder es el político, con los regímenes totalitarios y dictaduras. Cómo decía Platón cuando es la multitud la que ejerce su autoridad, es más cruel que los tiranos.
En definitiva, el poder reside en nosotros mismos y en cómo queramos adaptarlo en sociedad, ya que según el valor que le demos a las cualidades de las personas de la sociedad, adquirirán más o menos poder, esto es lo que lleva a la superioridad de los que abusan del poder, pero en realidad todos somos iguales. Los miembros de la sociedad depositan su confianza en un individuo, porque aparentemente tienen algo que nos resulta imprescindible, puede ser que sea solamente sobrevaloración de la sociedad o que realmente se adopte el poder correctamente en sociedad. En resumen, si no toda autoridad es poder, el poder no es solo autoridad.