El Positivismo Su Repercusión en la Teología
En primer lugar, comenzamos haciendo referencia al positivismo histórico, que surge como resultado de que historicismo de carácter alemán se fuera expandiendo, y del positivismo francés a finales del S.XIX y principios del S. XX.
Nos centrándonos en el concepto de positivismo, y posteriormente en de historicismo. De esta manera, analizaremos estas dos corrientes para llegar a una explicación del que conocemos como positivismo histórico.
El positivismo
La corriente historiográfica bajo el nombre positivismo se consideró de gran relevancia en numerosos países, como por ejemplo Francia, donde uno de sus grandes representantes fue Auguste Comte.
En esta corriente historiográfica podemos observar dos vías, la científica, que busca realizar una división de las ciencias, y la psicológica, teorías basadas en la sociología que trata la investigación sobre si la naturaleza humana se puede verificar.
Según Augusto Comte, el positivismo necesita tres pilares básicos para poder llevarse a cabo: el amor, el progreso y el orden. A estos tres pilares, a su vez, se le correspondes aspectos propios del ser humano. Por ello se les corresponden aspectos del ser humano, como las acciones realizadas por ellos mismos, su manera de sentir y los pensamientos .
La doctrina de Augusto Comte se basa en la Ley denominada de los tres estadios del pensamiento, que pretendía conseguir la descripción del pensamiento de un ser humano, analizado a título individual.
A través de un proceso, más bien lento, se llegaba a un conocimiento perfeccionado, que sigue la misma ley.
«Esta ley consiste en que cada una de nuestras concepciones principales, cada rama de nuestros conocimientos, pasa sucesivamente por tres estados teóricos diferentes: el estado teológico o ficticio; el estado metafísico o abstracto; el estado científico o positivo (…) De ahí resultan tres clases de filosofía o de sistemas generales de concepciones sobre el conjunto de los fenómenos, que se excluyen mutuamente: la primera es el punto de partida necesario de la inteligencia humana; la tercera, su estado fijo y definitivo; la segunda sólo está destinada a servir de transición»
Comienzo haciendo alusión al primer estadio de la ley, el referido a la teología(ficticio). Para Comte, lo que el hombre era capaz de conseguir a través de la ciencia, lo conseguía a través de la utilización de recursos religiosos. Todo ello, dio origen a multitud de mitologías, teogonías y teologías, que, gracias a ellas se fue afirmando la hegemonía de un Dios principal. Aunque Comte usa el término “teológico” para este primer estadio, sería más exacto reemplazarlo por el término “religioso”, pues el autor del positivismo piensa más en la conducta religiosa, en la relación del hombre con Dios o con los dioses, que no en las especulaciones filosóficas sobre Dios.
En el segundo estadio, denominado metafísico(abstracto), se inicia la búsqueda de como explicar la naturaleza de las cosas, a través de entidades imprecisas, no modificables y que a su vez son consideradas necesarias. en este estadio predomina el razonamiento. El espíritu metafísico ha servido, según este autor, para despedazar la teología en las distintas formas que hacen referencia al saber. Por ello es considerada fase crítica y destructiva. Además, se alcanza la cumbre intelectual de todas las entidades presentes , en una única, que es la naturaleza. en una sola, la naturaleza.
Por último, el estadio positivo(real), donde se alcanza la madurez del pensamiento, es la última etapa del desarrollo del espíritu del hombre. Busca el cómo aparecen las cosas, como se comportan los fenómenos, y solo interesa la descripción fenoménica y la regularidad. Se ciñe a los hechos, y trata de formular leyes para su coordinación, a través de diferentes procesos, como es el caso de la observación.