El Rol De La Protesta Social Frente Al Posconflicto
La acción colectiva juega un rol determinante tras la firma de los acuerdos de paz firmados por el gobierno colombiano y las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia (FARC) porque los ciudadanos reafirman su descontento a través de la protesta, además ésta les da voces, espacios de comunión y crea canales de comunicación, dicho esto cabe preguntarse cuál será el desarrollo de estos próximos escenarios de las confrontaciones sociales y que efectos tienen la paz territorial y el pos acuerdo de paz en su desarrollo?. Para dar respuesta a la anterior pregunta se presentarán en el siguiente documento algunas observaciones conceptuales que busquen dar respuesta, más tarde se plantearan algunos aspectos tanto positivos como negativos de los efectos que el pos acuerdo y la paz territorial tienen frente a los movimientos sociales y finalmente se presentarán conclusiones que permitan cerrar la idea central del texto.
Para empezar, es necesario definir algunos términos que además de ser importantes en la temática, crearan un contexto que posteriormente dará soporte a la respuesta planteada anteriormente:
¿Qué se entiende por protesta social?
Para el presente documento se tiene en cuenta la definición de Max Webber cuando señala que: “es una acción colectiva que expresa intencionalmente demandas y/o presiona soluciones ante el Estado —en sus diversos niveles—, entidades privadas o individuos (Weber, 2013)”, este concepto tiene relevancia actualmente porque es preciso y porque es transversal en áreas como la sociología y la historia.
¿Qué se entiende por conflicto?
En primera medida cabe señalar que el conflicto per se no tiene una connotación negativa porque este es inherente a la condición humana, somos seres conflictivos porque somos seres humanos, el conflicto nace de las diversas opiniones, puntos de vista y desacuerdos, de manera que el solo hecho de expresarnos y comunicar nuestras ideas genera conflicto, pero este conflicto también constituye en esencia la democracia, esto no es fortuito porque ya en la historia importantes autores como Locke o Kant señalaban que el conflicto es bueno mientras permita construir, dicho lo anterior el conflicto tiene fundamento en la desigualdad y se convierte en una lucha frente a esta poniendo como objetivo la búsqueda de la igualdad, más tarde cuando nace la igualdad como principio se fundamente en el estado de derecho y en consecuencia la democracia legitima instancias de participación en los conflictos por su esencia más primitiva como lo es la igualdad.
En este punto es importante destacar la opinión de Touraine porque para él el conflicto es esencial para la democracia porque es gracias al conflicto que hay participación social y la relación se vuelve directamente proporcional, es decir, a mayor presión democrática más democracia para el pueblo y en consecuencia se crearan más instituciones y se reafirmara la lucha de clases.
También las instituciones políticas deben transformarse en la medida de las exigencias del grupos sociales, porque estos exigen cambios para que posteriormente sean estas mismas instituciones las que resuelvan esa conflictividad social, posteriormente estos mismos conglomerados sociales buscaran más participación política o en su defecto buscaran identificarse a través de representación política, para este punto es importante traer a colación que estos movimientos sociales en la protesta buscan principalmente más participación o ser legítimamente reconocidos ante las desigualdades sociales que dificultan su calidad de vida y en determinado punto podrían afectar la misma legitimidad estatal cuando los ciudadanos no se sienten representados y por tanto no tienen voz ante las decisiones que positiva o negativamente podrían afectar sus vidas.
El ciclo político de la protesta y los acuerdos de paz
La protesta es el perfecto escenario para se democratice el conflicto social, los requerimientos y peticiones de los sujetos participantes en ella protagonizan un déficit cívico en acenso frente a un estado que poco a poco pierde la matriz de lo público y democrático que en pleno siglo XXI encuentra desafíos frente a la capacidad de información que los actores en la protesta ya conocen a través de prensa, redes sociales o televisión. Este escenario es relativamente nuevo puesto que la exigibilidad política de los grupos sociales es incluso más latente y más fuerte que en décadas anteriores.
Lo anterior supone un reto de alta transparencia y de plena legitimidad política en las relaciones de poder so pena de menoscabar el ya cuestionado rol paternal del estado.
Para los acuerdos de paz la protesta se hace presente porque esta representa el enfrentamiento de la sociedad política y de la sociedad civil, los primeros quienes a través de un acuerdo político, encuentran validez en el acontecer de un sucesos que para bien o mal marcara el destino de muchos ciudadanos, especialmente los de poblaciones alejadas de las grandes ciudades colombianas y los segundos porque en un escenario de paz tiene pocas presiones externas para salir a exigir sus derechos a través del uso de las protestas, por eso el discurso que emplean estos grupos en las protestas es el discurso del oprimido, del sujeto excluido de las decisiones políticas, encuentra en estas marchas, una salida que pretende alterar la misma sociología del conflicto, en donde también se tengan en cuenta sus intereses en medio de la colectividad.
Por otra parte, la complejidad de las causas que llevan a la protesta social hacen difícil determinar su estudio puesto que sus objetivos son diversos, esta idea se sustenta en el texto: “Resistencia civil y tradiciones de resistencia en el suroccidente colombiano.’ De Ricardo peñaranda este también señala que el poder que manejan los grupos armados apenas permea el acto de protesta social porque las necesidades básicas de la población siguen sin estar cubiertas, es decir, no hay ninguna corresponsabilidad entre los elementos de que interfieren en el conflicto armado y los actores armados en él, también es posible determinar que el desacuerdo entre los grupos sociales que ejercen la protesta y los grupos armados se materializa y se valida a través de la protesta.
Sin embargo existe un riesgo latente de anular la acción de protesta a través del uso de las armas y la violencia pero la historia ha demostrado que incluso mientras más sea recurrente el uso de la violencia los ciudadanos insisten mucho más fuertemente en la protesta y es que el accionar de los ciudadanos frente a estos hecho que intentan anular su expresión de libertad en la protesta ha sido ya objeto de investigación en áreas como la sociología y la psicología descubriendo que diversas variables arrojan resultados completamente distintos en cada escenario.
La protesta se reafirma en curso de la conflictividad social como una catarsis entre los desacuerdos, desigualdad e inequidad en la relación del estado frente a los ciudadanos, harán de la protesta la forma de lucha más generalizada, la más contundente y la que puede tener los efectos más inesperados
Aspectos positivos del pos-acuerdo frente a las protestas sociales:
El pos acuerdo y la paz territorial inciden de manera armónica con el Derecho a la paz, el primero porque mediante la negociación y la creación de las oportunidades de participación en política de los grupos al margen de la ley se civiliza la imposición de ideas frente al otro grupo (para este ejemplo es el estado) y porque al participar en política se crean espacios de comunicación y de debate entre los sujetos y el segundo porque para el caso colombiano los territorios y municipios alejados de las grandes ciudades como Bogotá, Cali o Medellín concentran su presupuesto en aspectos de interés cultural y social, este enfoque hacia lo humano genera construcción de paz.
Frente al derecho a la protesta también es posible que se reafirme y se consagre en el imaginario colectivo de manera mucho más fuerte por medio de los acuerdos de paz porque solo cuando se consolida la paz, se deja de mirar a los problemas del otro como exclusivos únicos e individuales y por el contrario se empiezan a compartir sentimientos de comunidad y de construcción de tejido social al entender que los males o padecimientos de un pueblo afectan a todos sus integrantes.
La promesa constitucional de una sociedad justa que garantice la dignidad humana, la solidaridad y el trabajo para lo cual el estado colombiano fue creado es válida incluso ante la ponderación de derechos y distinción de los sujetos, lo anterior permite un estamento en orden y garantiza la legitimidad de las instituciones.
La categoría ontológica respecto a la relación entre el acto, es decir la protesta y los participantes se valida mediante el derecho a la libertad de expresión y al delimitar las condiciones del derecho a la libre expresión se estaría evitando la vulneración de otros derechos como lo son el derecho a libre locomoción, de esta manera se estaría en perfecta armonía con otros derechos, esta idea encuentra soporte en la Corte Interamericana de Derechos Humanos cuando señala: “ningún Derecho Humano es absoluto”.
Aspectos negativos del pos-acuerdo frente a las protestas sociales:
El elemento cultural de la intolerancia por parte de la instituciones y agentes estatales a la crítica hace que se genere estigmatización y criminalización hacia los sujetos participantes en la protesta, pero esto tiene un efecto mucho más grave porque afecta a los derechos humanos en cuanto al derecho de los pueblos a expresarse y levantar su voz de descontento contra el accionar del estado, para Clausewitch este es uno de los tipos de violencia más graves y más difíciles de extinguir: la violencia cultural.
Lo anterior para el pos acuerdo crea limitantes en su implementación porque las decisiones políticas de brindar acceso a la política reintegración a la vida civil para los excombatientes inicialmente encuentran falta de aceptación en todo el territorio y los habitantes colombianos, así mismo pone en duda la misma legitimidad y carácter del acuerdo politico.
Dicho esto, es posible establecer que el uso indiscriminado y excesivo de la fuerza contra los manifestantes también rompe el orden constitucional y el contrato social porque desvirtúa al ser humano como eje central y objetivo principal en las relaciones de poder entre gobierno-pueblo.
Otro punto Negativo a tener en cuenta es que limitar el derecho a la protesta incide en los fines de los conglomerados sociales porque disminuye su participación en las políticas públicas, estos mismos grupos se sienten afectados al no ser tenidos en cuenta sus intereses y como consecuencia se desnaturaliza la democracia.
La desconfianza hacia las instituciones crece porque cuando se limita la protesta social se cohíben los canales de denuncias públicas y se invalidan las peticiones de los pueblos.
Conclusiones:
Es evidente que el conflicto armado permea de diversas maneras a la acción de protesta porque este afecta su desarrollo desde la violencia, el miedo y la represión a los sujetos que intentan protestar, esto no es casualidad porque es un legado que viene desde la guerra fría en donde se señalaba la marcha y la protesta como fuente de insurgencia y subversión, la protesta también es vista como el inició de una revolución social, por tanto el estamento responde con fuerte represión y violencia so pena de permear el statu quo de la sociedad capitalista, si se ahonda un poco más en esta idea se resalta el elemento del uso de la violencia como herramienta de acción para los actores dentro del conflicto armado.
Por consiguiente, el posconflicto presenta la política como herramienta de participación que anteceda a la violencia y sea de uso masivo para la población porque la política establece comunicación y civiliza el conflicto, Pero esta idea debe manejar un proceso integral que elimine del imaginario colectivo la falsa relación entre protesta con violencia, y aquí el objetivo se vuelve claro: fortalecer la democracia a través de la transformación de la protesta como un derecho y no como una vía de hecho que tenga como resultado actos violentos o vandálicos.
Los resultados de la protesta social en Colombia tras el acuerdo de paz por parte de gobierno y las FARC no son contundentes porque por una parte gracias a estas se han detenido políticas que podrían ser perjudiciales para el desarrollo de las comunidades, por otra parte, también estas han provocado un efecto de falta de legitimidad en las instituciones estatales provocando inestabilidad democrática y desgobierno.