El Trabajo De Un Buen Diseñador Gráfico

El diseño gráfico o comunicación visual consiste en la proyección y producción de objetivos visuales con el propósito de transmitir un mensaje de interés público de manera eficaz. Los objetos visuales que produce el diseño gráfico son muy variados. Entre ellos podemos mencionar carteles, volantes informativos, logos y logotipos, tipografía, imagen publicitaria, animación, etc. El diseño gráfico se vale del uso de signos gráficos, organizados a partir de criterios estéticos y funcionales que consolidan la expresión de un concepto o mensaje. De este modo, el diseño se orienta a solucionar una necesidad en materia de comunicación. La comunicación visual debe tomar en cuenta la capacidad comunicativa de los signos visuales, tales como la tipografía, el color, el tono, el punto, la línea, la dirección, el contorno, la textura, la escala, las dimensiones y el movimiento. Se trata, por tanto, de un asunto de composición. La eficacia de estos signos se relaciona con el contexto social. El diseñador gráfico debe comprender las convenciones y códigos de la comunicación social. Es una profesión con una gran demanda debido al desarrollo de la tecnología y las formas actuales mediante las que los seres humanos nos comunicamos.

La importancia del diseño gráfico se fundamenta en que el mismo desarrolla diferentes estrategias para lograr una comunicación desde un enfoque visual; este hecho es de suma relevancia desde el punto de vista del mercadeo, ya que hace posible la elaboración de distintas presentaciones que inmediatamente comunicarán valor a un potencial comprador. El diseño gráfico se apoya en un grupo de elementos que ayudan a concebir, organizar, proyectar, y realizar

comunicaciones visuales u obras gráficas. Algunos de ellos son: el punto, la línea y el plano, el espacio y el volumen, la asimetría y simetría, el ritmo y el equilibrio, la textura y el color, la figura y el fondo, el tiempo y movimiento.

El término “diseño gráfico” todavía no se utilizaba cuando ya se incluía tipografía para periódicos y revistas. Incluso podríamos remontarnos mucho más atrás con los dibujos y representaciones encontrados en cuevas que tuvieran lugar antes de nuestra era. Los seres humanos siempre tuvimos la necesidad de comunicarnos unos con otros. La transmisión de conceptos, tanto en forma visual como verbal, es uno de los ejes de nuestro progreso. A lo largo de toda la historia fuimos empleando distintas técnicas de escritura y pintura para transmitir ideas, y si bien las herramientas fueron evolucionando, la esencia es siempre la misma: establecer un vínculo con nuestros semejantes.

Durante los últimos años del siglo XIX, con la aparición de nuevas tecnologías de composición, se produjeron importantes cambios en los esquemas de trabajo dentro del ámbito de las artes gráficas, sobre todo en lo relacionado con la automatización y la especialización. Ya para el año 1440 Johannes Gutenberg diseña la imprenta, un artefacto capaz de reproducir textos e imágenes sobre papel en escala masiva. Nace la industria de la imprenta moderna, esto permitió lanzar un sinfín de productos impresos en todo el mundo. Se crean nuevos materiales, nuevas tintas, fuentes tipográficas de todo tipo y se crea una nueva profesión: el tipógrafo o cajista, un técnico especialista en maquetación y ajuste de textos que luego serían impresos por los impresores. Fue a partir de este momento cuando comienzan a aparecer especialistas para cada etapa de los procesos relacionados con el diseño y la impresión, lo que redujo notablemente las funciones de los tipógrafos y provocando la aparición de compositores, diseñadores de tipos, encuadernadores, diseñadores, editores, impresores, etc. En varios siglos se había pasado de lo manual a lo mecánico y posteriormente a lo automático, dejando el mercado limitado y apostando por un mercado masivo gracias a la creciente demanda del material impreso así como del desarrollo de la publicidad, haciendo que no solo aumentase la creación de diarios y revistas sino que la cartelería volvió a ser una tendencia. Con la llegada del siglo XX llegaría una gran generación de diseñadores en todos los aspectos, los cuales también influenciaron en mayor o menor medida en el diseño gráfico. De ésta época podemos decir que la tendencia del Art Nouveau o modernismo creó al diseño gráfico como método de expresión y de comunicación de nuevas ideas.

La propia comunicación visual tiene una historia tan larga que no se puede establecer a ciencia cierta quién fue el inventor del diseño gráfico, porque todos los que han tenido algo que ver a lo largo de la historia han contribuido y tienen su parte de protagonismo. Sin embargo, según Francisco Barber en su artículo en línea titulado “¿QUIÉN INVENTÓ EL DISEÑO GRÁFICO?” en 2016 hacemos referencia al pintor francés Henri Toulouse Lautrec como uno de los padres del diseño gráfico, debido a su elaboración en 1891 como uno de los primeros trabajos publicitarios de reproducción múltiple. Luego, fue en 1900 cuando los carteles se convirtieron en una forma de expresión. A partir de la década de 1940, el diseño gráfico se empezó a mostrar en los carteles con propaganda de la época. Un ejemplo es el de “We Can Do It” (Podemos hacerlo) con Rosie, la remachadora. Los eslogans que se utilizaban eran cortos, iban al punto y se le añadían gráficos que fueran acorde a lo que se quería expresar. En cuanto la tecnología comenzó a cambiar y se volvió accesible para un número mayor de personas, toda la industria que más tarde se conocería como diseño gráfico estaba surgiendo. Aunque todavía no estaban ni cerca de conseguir los gráficos por computadora que conocemos hoy, ya se pueden apreciar la influencia del balance entre espacio positivo y negativo.

En 1984, Macintosh sacó Mac Paint con lo cual los diseñadores pudieron tener acceso a una herramienta mucho más sencilla de utilizar. Por otra parte, el lenguaje Postcript permitió a los diseñadores poner tanto el texto como los gráficos en la misma página para poder mandarlos a imprimir, en lugar de usar una tabla de dibujo para ensamblar diseños. Con la llegada de Microsoft en 1985, operar una computadora ya no implicaba tener que aprender MS-DOS, era suficiente con presionar unos cuantos botones. En los 2000 hubo una nueva frontera para los diseñadores gráficos. No solo las herramientas empezaron a ser más poderosas, de pronto las personas podían diseñar también en dispositivos móviles. El movimiento comenzó a ser más enfocado, los diseñadores comenzaron a buscar formas de que incluso los logos estáticos parecieran en movimiento.

En Puerto Rico las artes gráficas han sido parte de la cultura desde principios del siglo XIX, cuando se establecieron las primeras imprentas para producir pequeños grabados, escenas litográficas y retratos utilizados en periódicos e ilustraciones de manuscritos antiguos. No fue hasta finales de la década de 1940 y principios de la década de 1950 cuando las artes gráficas, especialmente el póster, fueron concebidas como un medio factible de expresión artística. En mayo de 1949, el primer gobernador electo de Puerto Rico, Luis Muñoz Marín (1898-1980), creó una división en el Departamento de Instrucción Pública, denominada División de Educación de la Comunidad (DIVEDCO, División de Educación Comunitaria). DIVEDCO se estableció con el propósito de educar a la comunidad mediante la publicación de libros, películas y una variedad de programas educativos relacionados con el patrimonio cultural y la sociología de la isla.

Muñoz Marín reclutó la ayuda del fotógrafo estadounidense Edwin Rosskam para administrar la División. Más tarde, Jack Delano, un conocido fotógrafo, y su esposa, Irene Delano, una artista gráfica, se unieron a ellos; se hicieron cargo de las unidades de cinematografía y gráficos de la División, respectivamente. Estas unidades dentro de la División sirvieron como un tipo de escuela que les dio a los artistas la oportunidad de relacionarse con la producción de películas, fotografías, pinturas y gráficos. Los programas patrocinados por la División necesitaban un medio de comunicación efectiva. Los artistas utilizaron el folklore tradicional: raíces españolas y africanas ligadas a la herencia taína.

A principios de la década de 1950, muchos de los artistas puertorriqueños más conocidos fueron llamados experimentos con técnicas y medios; entre ellos, Antonio Martorell, Julio Rosado del Valle, Rafael Tufiño, Félix Bonilla, Antonio Maldonado y Lorenzo Homar. Más tarde, bajo la dirección de Homar, los artistas produjeron excelentes serigrafías e ilustraciones gráficas para muchas de las publicaciones y programas que patrocinó el Departamento de Instrucción para informar al público sobre los programas; el medio sería el cartel puertorriqueño. Una de las características más significativas del cartel puertorriqueño fue el conocimiento que el artista tenía sobre los temas que representaban. Por ejemplo, en el cartel de la exposición, el artista interpreta la imagen patriótica de acuerdo con el estilo del artista cuya obra se exhibe. Esta imposición consciente limita la libertad de expresión del artista como individuo, pero permite que se cumpla uno de los propósitos principales del cartel: que el mensaje llegue al observador directamente usando un marco de referencia asociado con el tema.

Los carteles de la División habían cubierto diversos: anunciaron películas que DIVEDCO preparó para educar a las personas sobre problemas de vivienda, higiene y salud. Cuando el gobierno estableció el Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1955 para promover la cultura nacional, el cartel pasó de una función educativa a una cultural, promoviendo la música, la arqueología, la literatura y el teatro, y programas de arquitectura. Lorenzo Homar se unió al Instituto y estableció un taller que capacitó a jóvenes artistas en obras de arte. Aprendieron a hacer linóleo, grabado en madera, serigrafía, que se usaban en panfletos, y anuncios, carteles e ilustraciones de libros. También se enseñaron grabado y litografía, pero en menor grado. Durante este tiempo, el cartel puertorriqueño recibió reconocimiento internacional cuando se seleccionaron diecisiete en 1960 para ser incluidos en la Exposición Internacional de Carteles en Ontario, Canadá. Desde entonces, el cartel puertorriqueño ha seguido floreciendo y es una de las expresiones artísticas más significativas en Puerto Rico.

Antonio Martorell fue uno de los artistas más prolíficos del ámbito puertorriqueño contemporáneo, y heredero directo de la tradición plástica iniciada por los maestros de la Generación del 50. Inició su aprendizaje gráfico bajo la dirección de Lorenzo Homar en el Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña. En 1968 estableció el Taller Alacrán, uno de los primeros talleres gráficos independientes en Puerto Rico. Ha enseñado gráfica en Puerto Rico, Argentina, Colombia y México, y ha creado, organizado y auspiciado eventos artísticos, comunitarios y culturales multimedios, en su pasión por la expresión humana y artística, que no separa. Matorrel llevo su arte y diseño a diferentes partes del mundo fue honorado por su arte como por ejemplo; en 1968, premio por diseño en la American Institute of Graphic Arts, Nueva York, Estados Unidos, en 1991 fue reconocido como mejor instalación. Asociación Internacional de Críticos de Arte, Capítulo de Puerto Rico, San Juan, Puerto Rico. En 2009 fue reconocido como miembro honorario en el Centro de Estudios del Arte Caribeño, República Dominicana. Actualmente se encuentra como artista residente en el Museo de Arte de Puerto Rico y brinda sus servicios como mentor en la Universidad de Puerto Rico en el recinto de Cayey desde 1986.

Sin duda alguna el diseño gráfico ha estado encada una de las etapas de la evolución humana desde antes de que se formara lo que es en si el término. Aunque ha ido evolucionado con el pasar de los años su esencia y fin sigue siendo el mismo. Sin el diseño gráfico no hubiéramos podido conocer mucho de nuestra historia y como la necesidad de comunicarnos con nuestros semejantes y dejar legados hizo que crearon artefactos que quizás nunca soñaran nuestros antepasados pero que actualmente no podríamos imaginarnos sin tales herramientas. Incluso los niños antes de poder hablar y expresarse atreves del arte y sus curiosos diseños nos pueden comunicar lo que quieren, anhelan o sienten. El arte aparte de ser una profesión y una carrera basada en la creatividad también es utilizado en otras concentraciones como incluso en algunas de la salud mental.

No obstante, en el caso de Puerto Rico es lamentable el hecho de la poca o casi ninguna información que se puede encontrar del tema, habiendo tanto artista gráfico calificado digno de conocer sus historias. Es una pena que muchos de ellos, y los que están en pleno crecimiento, emigran a otros países como Estados Unidos, España, Argentina, México, etc. para poder florecer y tener más reconocimiento. Aunque de una manera sutil todo lo que nos llama la atención, nos conecta, compramos, escuchamos, leemos es debido a un buen trabajo de un diseñador gráfico.

Es la herramienta clave para el mercadeo de casi todo lo que conocemos. Es aquí donde sin prestar mucha atención hacemos hincapié en el refrán “juzgamos el libro por su portada”.

El trabajo del diseñador gráfico es captar tu atención y llevarte un mensaje corto y preciso. Incluso los memes utilizados en las redes sociales están relacionado en lo que es el diseño gráfico. Aunque el trabajo del diseñador gráfico es basado en creatividad y tienen la flexibilidad de plasmar las ideas con sus propias técnicas, estos también soy estudiantes de su sociedad en cuestión. Ya que deben conocer el ambiente social, el lenguaje social y el nivel de esa sociedad para que los mensajes que se quieran llevar sean receptivos de manera gratificante.  

13 July 2021
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