Embarazo, Apego Y Maternidad En Prisiones: Sistema Penitenciario E Infancia
Pues, como primer dato debemos conocer que España es el país de la UE con mayor tasa de mujeres en prisión, según un artículo publicado en julio de 2016 en Abogacía Española “En 2015, se contabilizaron unas 5.130 internas, lo que supone un 7,81% de toda la población reclusa, frente a los más de 60.500 hombres ingresados en prisiones españolas, lo que significa el 92,19% de ese total”. De esta manera se refleja la relevancia y actualidad de este tema, pero ¿Qué cabida tiene la psicología del desarrollo en esto?
Como bien es sabido, los primeros seis años de vida de una persona no solo son los más relevantes sino los constructores de nuestra personalidad y la base fundamental de en quienes nos convertiremos al ser mayores. Por esto es que debemos no solo prestar atención a la vinculación materno fetal de las mujeres privadas de libertad sino los primeros años de dichos infantes pagando una condena que no les pertenece. Gracias a la última reforma de la LOPG se estable que los niños podrán permanecer con sus madres en los centros de reclusión máximo hasta los tres años de edad, ya que gracias a diversos estudios y teorías es hasta esa edad donde estos no guardarán recuerdos traumáticos de las primeras experiencias vividas. Fue a finales del siglo XIX que Sigmund Freud, padre del psicoanálisis llamo “Amnesia infantil” a esta incapacidad de recordar nuestros primeros años, es así como guardamos los aprendizajes relevantes e indispensables para la vida, pero no logramos saber cómo fue que los obtuvimos. Investigadores como Sheena A. Josselyn y Paul W. Frankland de la Universidad de Toronto, explican “el hipocampo de los niños menores de tres años no está suficientemente desarrollado para almacenar recuerdos a largo plazo.”
Mucho se ha hablado y discutido sobre los pros y contras de la permanencia de los niños con sus madres hasta la primera infancia. Muchos autores han expresado como mantener a los niños juntos a las madres hasta los 3 años sería de gran ayuda para los mismos ya que facilitaría el apego y el desarrollo “normal” de los menores como ya se ha mencionado anteriormente en este trabajo, por otro lado nos conseguimos con autores que difieren totalmente, alegando que estas experiencias por más que no sean recordadas “conscientemente” igual se establecen como experiencias traumáticas para el niño y podrían afectarlo a lo largo de su vida. Estos traumas son descritos como un “trauma perdurable”. Este trauma puede ser producto de múltiples factores como lo son, la separación forzada, la vivencia de abandono, la violencia en la comunidad tanto fuera como dentro del centro de reclusión y el cambio de cuidadores o figuras que brindan contención.
Con respecto a la lactancia, Manríquez (2016) expone lo siguiente:
Cuando una mujer, que actualmente es madre o que pronto lo será, se encuentra en condición de privación de libertad, probablemente se producirá́ una interferencia entre el vínculo que generará con su hijo(a) y también con el desarrollo de la lactancia materna, lo cual afectará negativamente el bienestar psicosocial materno y potencialmente puede comprometer la salud y el desarrollo infantil.
En relación a este tema, la OMS (Organización Mundial de la Salud) promueve mediante diversas investigaciones la lactancia materna hasta los dos años de vida. Bajo esta primicia, separar a los niños de sus madres antes de esta edad no solo constituye una amenaza al desarrollo del niño a nivel de nutrición y mecanismos de defensa sino también a nivel psicológico, exponiendo a los mismos a una experiencia de destete y separación física de la madre instaurando profundamente factores de la ansiedad por separación.
Es así como la preocupación latente no solo en los profesionales de la psicología sino también de los diferentes Estados es que esta cuestión puede plantearse como un espiral de exclusión y generar así más grupos de riesgo dentro de la sociedad. “Cuatro de cada diez mujeres presas en el periodo comprendido entre los años 2000 y 2003 habían pasado previamente por instituciones de tutela para menores “.
Varios estudios coinciden con esta visión y exponen como una proporción importante de las personas que hoy en día se encuentran privados de libertad experimentaron algún trauma en la infancia, como lo pueden ser abandono del hogar por parte de algún cuidador, abuso o violencia.
Manríquez (2016) comenta lo siguiente:
Una cantidad importante de madres encarceladas se clasifican con apego inseguro o no resuelto, debido a los traumas experimentados en la niñez y la pérdida de sus representaciones de apego en la infancia. Sumado a esto, también se ha podido observar que muchas personas en su adultez, y que han estado en prisión, poseen una significativa dificultad en su capacidad de “mentalización en relación a sus propias relaciones de apego infantil”.
Para concluir, debemos ser conscientes de la importancia que este tema tiene no solo para la comunidad psicológica sino también para cualquier área con relevancia social. Tenemos prisiones repletas de personas y aunado a este dato ya por si solo preocupante, junto a muchos de ellos tenemos niños pagando una condena que no les pertenece y representando un riesgo alto no solo en quedar envueltos en el bucle de violencia y abuso sino también de generar en ellos heridas y traumas difícilmente reparables en el futuro.
Así como expone Manríquez:
El desarrollo emocional en los primeros años de vida solo se logró con programas e intervenciones que generaron cambios en las estructuras emocionales maternas. Este tipo de intervenciones otorgaron a las madres herramientas de crianza y estrategias parentales para sobrellevar una maternidad fuera de la comunidad y sin el apoyo paterno.
Las herramientas y conocimientos existen, queda en nosotros usarlos o permitir que la crisis se siga perpetuando.
Bibliografia
- Castillero-Mimenza, C. (s.f) Amnesia infantil: ¿por qué no recordamos los primeros años de vida? Recuperado de https://psicologiaymente.com/psicologia/amnesia-infantil
- Cortázar et al. (2015) ¿Qué pasa con los hijos de madres encarceladas? Cómo amortiguar los efectos nocivos para los niños cuyos padres están privados de libertad.
- Kirschbaum,R. (2019, Octubre 13) “Amnesia infantil”: por qué no podés recordar nada de lo que te pasó antes de los 3 años. Clarín Psicología, 8592. Recuperado de https://www.clarin.com/entremujeres/vida-sana/psicologia
- Manríquez-Hizaut ,M. 2016. Revisión sobre desarrollo emocional y apego de hijos e hijas de madres privadas de libertad en contexto de programas de residencias transitorias en recintos penitenciarios, una mirada desde la salud pública. (Trabajo de Grado de Maestría no publicado). Universidad de Chile, Santiago de Chile, Chile.
- Myers, B. J., Smarsh, T. M., Amlund-Hagen, K., & Kennon, S. 1999. Children of incarcerated mothers. Journal of Child and Family Studies, 8, 11–25
- Phillips, S., & Harm, N. 1997. Women prisoners: A contextual framework. Women and Therapy, 20, 1–9.