Informe Educativo Sobre El Asma
El asma es una enfermedad crónica causada por la inflamación del tracto respiratorio. Se caracteriza por obstrucciones en el flujo de aire y broncoplasma, dificultad para respirar, opresión en el pecho, tos y sibilancias. Además, su tasa de prevalencia es mayor entre los niños en los lugares urbanos más poblados o entre los niños sin hogar. Las estadísticas han indicado que hay un aumento en la tasa de diagnóstico, especialmente entre los niños menores de cinco años. La principal razón detrás de esta tendencia observada aún no se ha establecido, pero la contaminación del aire, las toxinas ambientales y el humo se han considerado factores contribuyentes. Otros factores que se han atribuido a las diferentes tasas de diagnóstico son la socioeconomía, la demografía y la práctica diagnóstica del médico. El asma puede ser manejado a través de medicación regular y monitoreo.
Las causas del asma están influenciadas por factores genéticos y ambientales. Estos factores determinan su severidad y respuesta a la medicación. Se identificó un historial de enfermedad atópica como uno de los factores de riesgo de ser diagnosticado con asma. La enfermedad atópica aumenta las posibilidades de contraer asma de 3 a 4 veces. En los niños, en particular, el aumento de la inmunoglobulina E y las pruebas positivas para alergias en la piel aumentan las posibilidades de que el niño tenga asma. Por otro lado, para los adultos, las posibilidades de ser diagnosticados con él dependen de la cantidad de alérgenos a los que reaccionan en las pruebas cutáneas. Además, dado que el asma se asocia en gran medida con los alérgenos en interiores, la exposición a estos alérgenos en la infancia se ha considerado como uno de los factores más notables que contribuyen al asma en la infancia.
Fumar durante el embarazo es un factor importante que se ha identificado como contribuyente del asma. Fumar aumenta las posibilidades de infecciones respiratorias que a su vez conducen a inflamaciones respiratorias. Además, el humo que se encuentra en el aire y las afluencias industriales también conduce a la inhalación de aire de baja calidad e intoxicado. Las endotoxinas que se encuentran en el aire contaminado conducen a una exacerbación que influye en el desarrollo del asma. También se ha observado que el estrés psicológico afecta el sistema inmunológico, lo que aumenta la reacción de las vías respiratorias a los alérgenos (sustancia que casa alergia). Este es un hallazgo científico reciente que sugiere que el estrés psicológico afecta el proceso respiratorio, por lo que es vulnerable a las infecciones respiratorias. El uso de antibióticos en la vida temprana de un niño modifica la flora intestinal en niños que ya tienen un diagnóstico de enfermedades atópicas, lo que afecta el acceso a las bacterias beneficiosas y aumenta la susceptibilidad al asma. Además, los moduladores del sistema inmunológico que son aspectos vitales del crecimiento de un niño también se ven afectados. Por último, el contacto con compuestos orgánicos volátiles es un factor de riesgo importante para el asma pediátrica.
Cuando una persona ha sido diagnosticada con asma, presenta una serie de síntomas. Estos síntomas causan opresión del tórax, respiración pesada y tos. Esta enfermedad causa dificultades respiratorias cuando los tubos bronquiales están bloqueados. Esto es como resultado de la constricción del tracto respiratorio y el exceso de moco producido por el revestimiento del tracto. Estos bloqueos ocurren principalmente por la noche cuando el paciente desarrolla problemas respiratorios y comienza a respirar con dificultad y tose. El paciente comienza a experimentar cierta incomodidad con la presión en su pecho. Algunos pacientes asmáticos no pueden participar en actividades deportivas. Esto resulta de ejercicios complejos de medicación que pueden no favorecer actividades que requieren altos rendimientos respiratorios. Algunos pacientes con ataques asmáticos graves ni siquiera pueden caminar o salir de viaje, ya que requieren atención médica persistente. Además, tienen mayores posibilidades de contraer neumonía e infecciones pulmonares. Los medicamentos también pueden causar efectos secundarios graves. Por ejemplo, los corticosteroides ( hormonas producidas por las glándulas suprarrenales) inhalados pueden producir candidiasis oral (infección causada por el exceso de hongo), disfonía (pérdida del timbre normal de la voz) y broncoespasmo (estrechamiento temporal de los bronquios). Además, puede conducir a una disminución de la densidad ósea, crecimiento deficiente, cataratas y glaucoma y supresiones de las glándulas suprarrenales. Con el uso de modificadores de leucotrienos, el paciente puede experimentar trastornos estomacales frecuentes, dolores de cabeza, erupciones en la piel, anomalías en las pruebas de hígado e incluso el síndrome de Churg Strauss. Por último, el uso de cromolyn (estabilizador de mastocitos) y nedocromilo (medicamento estabilizador) puede provocar tos persistente, estornudos y congestión nasal, dolores de cabeza, picazón, mal sabor en la boca y dolor de garganta. Cuando el asma no se trata, puede provocar la muerte.
En conclusión, los pacientes asmáticos deben asegurarse de tener la atención médica adecuada y el acceso a los servicios médicos. Para los padres, deben asegurarse de proporcionar un entorno de crecimiento cómodo para que sus hijos eviten las posibilidades de contraer asma. El uso de contaminantes y los aerosoles perfumados fuertes también debe reducirse. Para los médicos, deben asegurarse de hacer un diagnóstico adecuado para evitar el envenenamiento y otras complicaciones relacionadas. Bajo el cuidado adecuado, el asma puede ser manejado. Por lo tanto, los esfuerzos deben dirigirse a encontrar una forma conveniente de manejar a los pacientes asmáticos sin comprometer su salud. En caso de que un niño presente signos y síntomas de asma, se lo debe tomar para recibir atención médica adecuada. Debemos apuntar a llevar el asma a un nivel manejable completo si no lo eliminamos de nuestro dominio social. El asma se puede describir como una condición respiratoria crónica que se puede identificar por dificultad respiratoria, sibilancias, tos y opresión en el pecho. El estrechamiento y el hinchazón de las vías respiratorias y el aumento de la producción de moco son los episodios principales que se buscan para establecer una condición de asma. Los exámenes físicos, las pruebas de función pulmonar, los análisis de sangre y las radiografías de tórax también se utilizan para determinar el asma. Los medicamentos utilizados para controlar el asma a largo plazo son los que previenen los síntomas y los controladores de los síntomas. Los medicamentos para aliviar los síntomas se utilizan para el control inmediato de sus síntomas. La inhalación o ingestión de alérgenos y contaminantes, la exposición al clima frío, los ejercicios, las infecciones y los factores ocupacionales, como el polvo y los productos químicos, pueden considerarse factores de riesgo del asma, y los profesionales de la salud deben proporcionar educación al cliente para prevenir y minimizar los ataques de asma. Las condiciones crónicas de asma afectan al bienestar físico, psicológico y social
