Los Distintos Entierros A Faraones Egípcios
Introducción
En el presente ensayo analizarán los aspectos que rodean a los antiguos rituales funerarios egipcios, sobre la percepción de la muerte, el arte funerario desarrollado y los cambios que significó la transición entre las mastabas y la construcción de las pirámides como lugar de descanso de los faraones.
El periodo de tiempo en el que se ubica este escrito es durante el Imperio Antiguo de Egipto, el cual abarca aproximadamente desde el 2686 a.C hasta el 2181 a.C, concentrándose principalmente en las Dinastías III, IV y V, describiendo las contribuciones y cambios ocurridos durante los entierros de los antiguos soberanos egipcios.
Al igual que muchas otras culturas los antiguos egipcios también buscaban formas de explicar y comprender los acontecimientos a su alrededor, ellos le dieron importancia a un suceso común que forma parte de la naturaleza, la muerte. Debido a las diferencias socioeconómicas y la importancia que recae en el faraón, este fue la persona que más preparación necesitaba para la vida en el más allá, puesto que así podría continuar una vida al lado de los dioses.
El antiguo pueblo egipcio era una sociedad politeísta, es decir, adoraban a diversos dioses, los cuales eran encargados de distintas actividades y contaban con características específicas, a estas deidades se les veneraba y se les ofrecían ofrendas y oraciones para que estos cumpieran sus deberes y no castigaran a los humanos. A todos los dioses se les asocia con fenómenos de la naturaleza.
En algunos casos, las deidades son antropomorfas (cuentan con características humanoides), formando una fusión entre el cuerpo humano y el de un animal, tal es el caso de Anubis, el guía de los muertos y protector de tumbas, cuya representación gráfica es un cuerpo con cabeza de chacal (animal similar al perro) y que se le puede encontrar desde la primera dinastía.
Además de Anubis, otra deidad importante con relación a la muerte, es el dios Osiris, el dios de los muertos y la resurrección. En la mitología egipcia, Osiris fue un buen faraón que fue asesinado por su hermano Seth, y su hijo vengo su muerte. Este faraón terminó por resucitar y se convirtió en el rey de los muertos.
La popularidad de Osiris recae en el hecho de que se convirtió en un rey reencarnado, lo cual alentaba las creencias de sus seguidores, de entre ellas se destaca que todos los reyes, después de morir, se convertirían en esta deidad.
Una de las primeras formas de entierro de los faraones fueron las mastabas, las cuales eran grandes construcciones rectangulares cuyos costados se encontraban inclinados, estaban hechas de ladrillos de barro y dentro de estás se encontraban los difuntos faraones, estás formas eran populares durante la Dinastía I y Dinastía II.
Pero no es sino hasta la llegada de la Dinastía III que surge un cambio significativo en los ritos funerarios llevados a cabo para el faraón. Cuando Djoser o Zoser asciende como el segundo rey de la dinastía, comienza la planificación y construcción de lo que hoy en día conocemos como la “Pirámide escalonada de Zoser”, la cual forma parte de un complejo funerario en Saqqara.
El cambio en las tumbas de los faraones presentado en la Dinastía III, inicio con una alteración del principal material utilizado, las mastabas de ladrillo se remplazan por bloques de piedra. La Pirámide escalonada fue en un principio una mastaba, pero debido a los cambios de planes, la estructura terminó por ser un conjunto de mastabas apiladas que disminuían su tamaño, formando seis grandes escalones.
Este recinto fue construido en piedra, el arquitecto encargado de esta obra fue Imhotep, un visir de Zoser, y a quien más adelante se le divinizaría como un dios capaz de curar enfermedades, ya que los antiguos egipcios también se tomaban la libertad de divinizar a algunos faraones y personas sobresalientes. Al igual que muchas otras tumbas, la Pirámide escalonada ha sido saqueada, pero aún así se han encontrado vasijas de piedra y dos sarcófagos, pero ninguno de estos perteneciente al faraón.
La construcción de una tumba fue la tarea principal emprendida por cada egipcio durante su vida. Como resultado, se erigieron enormes necrópolis a lo largo de más de tres milenios en el valle del Nilo, convirtiendo a Egipto en el país con la mayor concentración en el mundo de monumentos antiguos por unidad de área.
Gracias a las expediciones arqueológicas, se ha podido encontrar dentro de las tumbas vestigios e inscripciones que han servido para identificar a quienes pertenecían las tumbas. A partir de la construcción de la pirámide escalonada, otras siguieron el mismo estilo, pero se encuentran gravemente deterioradas, siendo un ejemplo la Pirámide estratificada o de Jaba.
Dentro de los complejos funerarios se ha encontrado relieves y adornos cuyo significado era el de actividades cotidianas realizadas por el difunto. A partir de estos momentos la forma piramidal comienza a ser exclusiva de la realeza, mientras que aquellos cercanos al faraón se encontraban sepultados cerca de ahí, en mastabas más pequeñas y simples.
Gracias al afán y fe por parte del pueblo egipcio hacia sus dioses, las tumbas reales estaban dotadas de objetos lujosos cuya función era facilitar la llegada no solo de los faraones, sino también del pueblo al más allá. Putnam afirma:
La vida en el más allá sería una recreación de los mejores momentos de la existencia terrena. Por eso se enterraban los cuerpos con sus pertenencias favoritas, una reserva de comida e incluso peones para realizar los trabajos. Esta preocupación por la muerte no era en absoluto morbosa, las expresiones alegres de los sarcófagos de las momias reflejan optimismo y confianza en la vida eterna.
Pero solo aquel capaz de controlar a un gran número de personas podría lograr la construcción de grandes monumentos como estos. El faraón debía ser alguien lo suficientemente preparado y contar con el apoyo de sus súbditos. Al respecto, Damiano-Appia afirma “Egipto no habría podido sobrevivir sin un control centralizado de los trabajos y de los recursos”.
El poder ejercido sobre la política y economía fue un factor importante en la construcción de las pirámides, ya que hay una clara diferencia entre las primeras pirámides y las últimas construidas, y está se encuentra en la conservación, las pirámides más famosas, la de Keops y las de Kefrén e incluso la escalonada, se encuentra en mejor estado debido a sus materiales de construcción, que con el tiempo fueron cambiando.
Los hombres que trabajan en las construcciones debían de contar con cierto grado de habilidad para no solo construir la tumba del faraón, sino que también debía construir su propio lugar de entierro. Se contaba con controles de asistencia en las construcciones, y tal parece que los hombres se la pasaban gran tiempo en dos actividades: bebiendo cerveza y construyendo.
Gracias a diversos estudios realizados se ha demostrado que en el Antiguo Egipto, a comparación de otras sociedades contemporáneas, no contaba con un grupo perteneciente a la esclavitud, todo el pueblo egipcio era libre e igual ante el faraón, siendo esto comprobado por documentos legales de la época.
Sin embargo, la división social se encontraba presente, y en los pocos casos de esclavitud documentos, el esclavo podía ascender nuevamente en la escala social. Una razón por la que los ciudadanos egipcios realizaban sus trabajos de obreros era debido a la relación entre los faraones y las deidades, quienes más adelante, durante la Dinastía V, se llamarían a si mismos “hijos de Ra”.
La creencia de un poder divino, como fuerza indeterminada e impersonal, omnipresente en todos sus dioses, era parte esencial de la religión egipcia […] Su creencia en lo sobrenatural estaba muy relacionadas con la vida cotidiana, sus relaciones personales, sus miedos y esperanzas y su actitud ante la suprema autoridad del faraón.
Durante la Dinastía IV, el primer faraón Esnefru, continuó con esta nueva forma de entierro, se experimentó y empleó nuevas técnicas de trabajo para lograr mejores pirámides. Estas fueron construidas en Dahshur, separadas por unos cuantos kilómetros se encuentra la Pirámide romboidal en el sur, mientras que hacia el norte se encuentra la Pirámide roja.
La Pirámide romboidal es la primera pirámide de fachada lisa y con un tamaño un poco más grande, pero comparada con la Pirámide roja, la primera palidece respecto a su aspecto exterior, además, la segunda cuenta con una pendiente menos inclinada que ayudaría a mantener a la pirámide en un estado de firmeza, proporcionándole mayor durabilidad.
No obstante, la “perfección” de las pirámides llegaría con el segundo faraón de la Dinastía IV, la tumba de Keops mejor conocida como la Gran Pirámide de Guiza o pirámide de Keops es una estructura gigantesca, la cual estima que en un origen alcanzó los 160m de altura y contiene más de dos millones de bloques de piedra. No sólo destaca por su gran tamaño sino también por sus medidas y alineaciones exactas, formando así un cañón para la construcción de pirámides.
A pesar de esto, los cambios en las tumbas de los faraones siguieron manifestándose, y uno de estos se da a finales de la Dinastía V, ya que es en este momento cuando aparecen los llamados Textos de las pirámides, estos se encuentran escritos dentro de las paredes de las pirámides, haciendo su primera aparición en la pirámide de Unis.
Los textos de las pirámides, son jeroglíficos que transmiten textos de carácter religioso y mágico, dentro de los cuales se encuentran rituales funerarios y encantamientos para asegurar el bienestar del faraón en su siguiente vida en la Duat1. Gracias a la traducción al español de Francisco López y Rosa Thode, podemos comprender acerca de los pensamientos, concepciones, leyendas y mitología de los antiguos egipcios.
Los textos son manifestaciones de las costumbres y reflejo del pensamiento religioso que puede rastrearse hasta los inicios de esta civilización. Estos jeroglíficos seguían un orden, el cual comienza con la frase “palabras para ser dichas”. De estas declaraciones podemos destacar:
- Declaración 6: Oración de Nut1, la Gran Prolífica: Mi hijo el Rey es mi amado; yo le he dado los dos horizontes para que pueda tener poder en ellos como Horajti. Todos los dioses dicen: Es verdad que el rey es el más amado de entre tus hijos; vela por él eternamente.
- Declaración 11: Oración de Nut: He envuelto tu belleza en este ba2 mío para toda la vida, permanencia, dominio y salud para el Rey — ¡Qué viva para siempre!
Conclusión
Para finalizar, la introducción de las pirámides en el Antiguo Egipto simbolizó un cambio en la estructura cultural de la época, iniciando la búsqueda de la perfección entre los presuntuosos faraones que acaparaban sus riquezas dentro de ellas. Lo cual trajo como resultado una decadencia en las construcciones, iniciando con el cambio y sustitución de materiales por algunos de menor calidad y que costarán menos que el acarreo de piedras.
Entre mayor sea la construcción se necesitaba un grupo de mano de obra más grande, lo cual significaba empleos remunerados, mejorando así un poco la calidad de vida, ya que en ese entonces no se contaba con el uso de monedas en la economía, sino que se pagaba proporcionando alimento, una vivienda, ropa y la satisfacción de otras necesidades.
Además, no hay que olvidar que la construcción de las pirámides son huellas del paso de las civilizaciones, aportando un pequeño pedazo de información con el que se construye una vista panorámica del Antiguo Egipto.
Referencias
- Bolshakov, A. O. (1997). Man and his Double in Egyptian Ideology of the Old Kingdom. Ägypte und Altes Testament, Munich.
- Damiano-Appia, M. (2006). Guía arqueológica de Egipto y Nubia. Folio, España.
- Gardiner, A. (1994). El Egipto de los Faraones. LAERTES, Barcelona.
- Guy, J. (1998). Egyptian Life. B.E.S. Publishing, United States.
- Hill, J. (s/f). Anubis. Ancient Egypt Online. Recuperado de: https://ancientegyptonline.co.uk/anubis/
- Johnson, P. (2000). Egipto Antiguo. Javier Vergara Editor, Buenos Aires.
- López, F., & Thode, R. (2003). Los Textos de las Pirámides. [archivo PDF]. Recuperado de: http://www.egiptologia.org/pdfs/LosTextosdelasPiramides.pdf
- Putnam, J. (2005). Egiptología: la historia, el arte y la cultura del Antiguo Egipto. EDIMAT Libros, Madrid.