Ensayo Sobre un Cuento: La Gallina Degollada de Horacio Quiroga
En este ensayo sobre un cuento de Horacio Quiroga quiero reflexionar sobre dos temas muy importantes: rol de la mujer como madre y la descapacidad en el ámbito familiar y social.
La enfermedad, revela la sombra de la muerte como metáfora de un mal sin remedio que trae desgracia y sufrimiento. Esta situación se pone de manifiesto en algunos cuentos del siglo XIX, por eso el propósito de este ensayo es analizar: si el texto se hubiese escrito en otra época, lugar o idioma, o para otro receptor, ¿qué hubiese sido diferente? ¿por qué? Tomando como referencia el cuento La gallina degollada, del uruguayo Horacio Quiroga, hombre que vivió una experiencia llena de eventos tétricos como los suicidios y abandonos. Es uno de los autores más influyentes de la prosa latinoamericana, considerado el fundador del cuento moderno. El cuento de género narrativo, relata la historia de una pareja joven que quiere tener un hijo, y al final tiene cuatro hijos con una discapacidad mental provocada por una fuerte meningitis. Entre desilusiones, problemas y reconciliaciones, tienen por último una niña que nace y se mantiene sana. Un día que la niña y la pareja están llegando de paseo, el matrimonio se queda hablando con los vecinos y la hija decide irse sola a la casa, es aquí donde los cuatro hermanos la agarran y la “degollan”, imitando a la criada cuando degollaba a una gallina.
Es así que vamos a profundizar en la identidad cultural del autor y el receptor; la diferencia del trato social hacia las enfermedades; y el rol de la mujer como madre en el siglo XX y XXI.
Como primer punto en este escrito, se pretende analizar la identidad cultural del autor y sus estilos con el receptor actual, ante lo expuesto vemos como el miedo a la pérdida y “el temor a verla morir o quedar idiota tornó a reabrir la eterna llaga”. (Quiroga, 2016, pág. 63), nótese que el autor construye a sus personajes, sometidos a un entorno que los asfixia, un mundo de dolor, de sufrimiento, de angustia, de muerte. Leer la narrativa de Quiroga es encontrarnos con un narrador omnisciente, que nos deja conocer la realidad de esa época que autografían la vida difícil e ingrata que los contiene, los limita y les recuerda, a cada instante, su propia pequeñez, a través de los cuentos del uruguayo conocemos su anhelo de tener una familia. Cabe señalar que en el siglo XXI nos encontramos historias con narradores múltiples, con problemáticas sociales reales, pero con un toque de mágico, de absurdo, ya que apunta a un lector activo, con la tecnología a la mano y diversas fuentes de información disponibles. ¿Han perdido los cuentos de Quiroga la atención de esta nueva generación? Pues no, ya que sus cuentos poseen un folclor propio de Latinoamérica. Temerle a lo desconocido es normal, pero cuando se teme a lo que ya se conoce es paralizante, sobre todo si se presentan hechos que pueden ocurrir, en algún tiempo o espacio, por más increíbles que parecieran.
Ahora bien, la época del autor estaba marcada por las enfermedades. Pero sobre todo por el poco conocimiento en el desarrollo y tratamiento de curas para enfermedades físicas y mentales. En el texto una de las expresiones más recurrentes que encontramos para referirse a los cuatro hijos de los Mazzini es “cuatro hijos idiotas”, otra frase que se resalta es “la inteligencia, el alma, aún el instinto, se habían ido del todo” (Quiroga, 2016, pág. 60), el autor da a entender que las personas con capacidades distintas eran alejadas, ocultadas de la sociedad, personas “idiotas”, que no eran dignas de amor, ni de cuidados, personas abandonadas a su suerte. Monstruos que representan sombras de culpas por una mala herencia genética.
Con todas las leyes en pro del cuidado de personas con capacidades especiales, si el texto se hubiese escrito en el siglo XXI, los “cuatro idiotas” hubiesen tenido los cuidados adecuados, y el tratamiento correspondiente para llevar una vida con igualdad de condiciones y oportunidades.
Por otro lado, el rol de la mujer en el cuento es de ser hija, esposa, madre o empleada y nada más, que se desenvuelve en una sociedad patriarcal, nos centraremos en el rol de madre cuando se tiene hijos con discapacidad, “en todo su aspecto sucio y desvalido se notaba la falta absoluta de un poco de cuidado materno”. (Quiroga, 2016, pág. 59). El escritor, siendo fiel a su contexto social y cultural, construye a Bertha en una sociedad de orden patriarcal, depende de su esposo en el ámbito económico y en el sentimental. Solo adquiere poder cuando se involucra en cuestiones de los hijos o de la casa, pero ante sus hijos “los cuatro idiotas” no hay afecto ni atención hay un rechazo y abandono absoluto. No obstante, si hablamos del rol de la mujer en el siglo XXI, notamos que tienen mayor presencia, voz y voto con una vida activa dentro de la sociedad, a tal punto que deciden si tener o no hijos, y la forma en cómo quieren criarlos y educarlos, hay cierta aceptación ante los hijos con discapacidad.
En conclusión, Quiroga pone énfasis en el rol de la mujer como madre y el trato social que reciben los niños con discapacidad en su época, niños con falta de cariño, carentes de protección materna que es tratada con naturalidad, que solo ve en ellos el recuerdo constante de sus fracasos. Además, la diferencia del trato social hacia las enfermedades en el siglo XX versus siglo XXI ha progresado, no obstante, sigue habiendo rechazo e indiferencia. Considero que, la violencia física, psicológica y emocional pasa a ser una triste realidad que los menores con discapacidad sufren en el entorno familiar, institucional y social realidad de todas las épocas. Pero ¿es la discapacidad el reflejo de lo inhumano?