Enseñanza de Los Estudiantes de Convivencia Social e Institucional como Los Principios de Respeto Mutuo

La escuela y el aula constituyen espacios complejos, aquí los alumnos, desde que inician su educación escolar, pasan por lo menos doce años de su vida cursando la educación básica, desde que inician el jardín de niños, hasta la secundaria. Allí, no sólo acceden al dominio de las asignaturas académicas, sino que también, deben enfrentar la convivencia diaria con sus compañeros de clase y con toda la comunidad escolar.

A los profesores les corresponde entonces, enseñar formas de convivencia social e institucional. Una de las maneras para hacerlo, es hacer que los alumnos tomen conciencia acerca de la importancia que tiene llevar una sana convivencia, no tanto como exigencia curricular, sino más bien que aprendan a ser y a saber inter relacionarse dentro de una sociedad como la nuestra, cada vez más demandante, carente de valores y de hábitos congruentes, que los estudiantes aprendan a convivir bajo los principios de respeto mutuo.

Los Acuerdos Secretariales, 96, 97 y 98, regulan entre otros aspectos, lo relativo a la disciplina escolar en las escuelas primarias y secundarias de la República Mexicana. Dichos acuerdos son previos a la Convención sobre los Derechos del Niño establecidos en las Naciones Unidas; a la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y a la descentralización educativa acordada en 1992. Inclusive si se trata de acuerdos que, si bien no han sido derogados, pero fueron presentados de forma previa a la publicación en 1993 de la Ley General de Educación vigente.

Se ha venido trabajando con dichos documentos desde esas fechas, pues no se disponía de un documento que integrara la normatividad vigente en materia de convivencia y disciplina escolar y que integrara las orientaciones más recientes sobre los derechos de los niños, y al mismo tiempo, favoreciera la convivencia y se orientara hacia la administración de la disciplina escolar.

En el Estado de México, surge un Marco de Convivencia Escolar, elaborado por especialistas en materia de derechos del niño y del adolescente, asimismo, se integra a padres de familia y a autoridades educativas; dentro de este documento se regulan las normas necesarias que se deben imponer a quienes cometan conductas contrarias a la disciplina escolar. 

Es una gran responsabilidad hacer valer las medidas disciplinarias a todos los integrantes de la comunidad educativa desde una perceptiva inclusiva, democrática y pacífica, para que favorezcan y generen un ambiente escolar libre de violencia; partiendo de normas de conducta que garanticen el respeto de los derechos humanos, de acuerdo a la normatividad reglamentaria educativa, la cual dice que, “en las escuelas de educación básica del Estado de México, se prohíben las conductas de acoso escolar, intimidación, hostigamiento y violencia en cualquiera de sus modalidades.

La omisión en la presentación de denuncias y atención adecuada a los casos de acoso, intimidación, hostigamiento y violencia escolar, por parte del personal directivo, docente o administrativo de la Escuela; será sancionada por la autoridad competente, de conformidad con lo estipulado dentro de la Ley de Responsabilidad de los Servidores Públicos del Estado de México, donde se establecen, las condiciones generales de trabajo, leyes, reglamentos y demás disposiciones aplicables al caso.

Dentro de la construcción de ambientes escolares favorables para el aprendizaje de los alumnos de nivel básico, se formulan diversas acciones para que las escuelas de educación básica pública y particular, cuenten con normas disciplinarias que regulen la convivencia escolar.

El Marco de Convivencias Escolar es el documento normativo, elaborado a través de procesos democráticos en los que participaron representantes de los diferentes niveles y modalidades educativas; tiene por objeto, regular y promover la convivencia inclusiva, democrática y pacífica, orientada a hacer de la escuela un lugar de seguridad y protección de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes, en el cual, los alumnos puedan aprender a aprender y también a convivir. Este documento tiene como finalidad:

• Establecer normas que permitan la convivencia inclusiva, democrática y pacífica entre los integrantes de la comunidad escolar, en donde todos conozcan sus derechos, deberes, compromisos y responsabilidades;
• Orientar a las autoridades escolares para que el Acuerdo Escolar de Convivencia (AEC) se apegue a un enfoque pleno respecto a los derechos humanos, con énfasis en los derechos de niñas, niños y adolescentes;
• Promover que el AEC se construya en una base democrática e inclusiva;
• Establecer un marco común de convivencia para el manejo de la disciplina escolar en las escuelas y dentro de las aulas, y;
• Dar certidumbre a la escuela y a la comunidad escolar, al contar con el AEC basado en procedimientos claros, justos y equitativos.

En su sentido más amplio, las aspiraciones de mejorar la convivencia y la calidad de vida a través de la educación, contemplan también un gran interés en progresar en libertad y autonomía, en la transformación de cada individuo dentro del ámbito escolar. Es debido a esto que se pensó en usar los videos de “Kipatla” como un recurso socializador que permite guiar y fortalecer la convivencia; basada en los cuentos infantilies de “Kipatla”, mismos que han sido distribuidos en las escuelas de educación básica del país, editados por CONAPRED, con el propósito de tratarnos igual y conseguir que los alumnos obtengan los aprendizajes esperados, dentro de los procesos de integración.

Las observaciones realizadas en la Escuela Secundaria “Lic. Isidro Fabela”, han arrojado como resultado, el hecho de que se carece en gran manera del manejo de medidas disciplinarias que coadyuven a tener un ambiente propicio para la convivencia y el aprendizaje. Dentro de la problemática detectada se ha visto que en gran medida, los problemas y conflictos surgidos entre los alumnos, tienen su origen en la poca tolerancia hacia sus compañeros, aunando a esto, la discriminación y la situación de exclusión entre algunos de ellos.

La convivencia escolar permite el desarrollo integral de los adolescentes dentro de los procesos de integración a la vida escolar y social, en la toma de decisiones para su participación responsable en la vida ciudadana encaminada al logro de las competencias, “para que los alumnos asuman posturas y compromisos, también deben tomar en cuenta las implicaciones sociales”, así lo señala el Plan de Estudios (SEP 2011:58):

La convivencia no es innata, no se da por sí misma, sino que se debe construir día con día en el aula, en la relación del maestro con el alumno y con el grupo en general. Se lleva a cabo en todos los espacios de la escuela y tiempos escolares, en el desarrollo de habilidades sociales, como un aspecto esencial del proceso de integración humana, con todos los actores de una comunidad escolar, especialmente en los alumnos del grupo de 2° H de la Escuela Secundaria “Lic. Isidro Fabela”.

La relación que existe al interactuar con las demás personas carece de valores, de solidaridad y de empatía, por estas razones se debe consolidar la convivencia con base en fundamentos. Debemos usar el Marco de Convivencia Escolar como herramienta para favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como para mejorar la interacción de cada uno de los alumnos con las personas que lo rodean. Para ello, se propone que durante las clases de Tutoría y de Formación Cívica y Ética se proyecten los videos de la serie de “Kipatla”, dando a los alumnos la tarea de realizar un análisis crítico y reflexivo de cada situación planteada en el video transmitido donde cada estudiante, trate de trasladar la problemática abordada hacia alguna situación similar dentro de su ámbito, y realicen propuestas para darle solución.

El marco de Convivencia para las Escuelas de Educación Básica del Estado de México, regula y norma los procesos de gestión de convivencia, toda vez que se le reconoce como necesaria para la mejora de La enseñanza-aprendizaje, como lo menciona el Artículo 5 Fracción I y II, que señalan como finalidad: “Establecer normas que permitan la convivencia inclusiva, democrática y práctica entre los actores de la comunidad escolar, donde todos conozcan sus derechos, deberes, compromisos y responsabilidades, y orientar a las autoridades escolares, para que los acuerdos escolares se apeguen a un enfoque de pleno respeto a los derechos humanos, con énfasis en los derechos de niñas, niños y adolescentes (SEP, 2017)”, como ya se ha mencionado anteriormente.

Abordar la convivencia en la escuela como parte de la formación de los adolescentes, será un eje fundamental que facilitará el desarrollo de competencias individuales y sociales, con las que el alumno podrá aprender a ser y a convivir con sus compañeros de clases, así como también, facilitará el que se transfieran y se extiendan a otros contextos de educación y de desarrollo humano.

Jacques Delors, menciona “cuando el alumno se convierta en ciudadano, la educación actuará como guía permanente en un camino difícil en el que se tendrá que conciliar el ejercicio de los derechos individuales, basados en las libertades públicas y la práctica de los deberes y de la responsabilidad para con los otros y las comunidades a las que pertenecen. La enseñanza en general debe ser, por tanto, un proceso de formación del juicio” (Delors, 1997, 60).

La implementación del Marco de Convivencia Escolar incluye el establecer normas y acuerdos; no sólo en enfatizar el respeto y la tolerancia, sino también la empatía y la solidaridad, para que todos dentro del aula, actúen con un compromiso común orientado a las tareas, responsabilidades y recursos.

Adicionalmente el Plan de Estudios (2011), establece que: “la convivencia inclusiva, democrática y pacífica, es una herramienta fundamental para aprender a aprender y para aprender a convivir dentro de un proceso dinámico y en construcción para favorecer la mejora del aprendizaje y resalta que la educación, como derecho, es el fin y el medio para ampliar las oportunidades, instrumentar las relaciones interculturales, reducir las brechas sociales”.

El Acuerdo Escolar de Convivencia (AEC), es el documento oficial constituido con la participación de la comunidad escolar, de cada escuela de Educación Básica en donde se contiene las normas para orientar y regular las relaciones interpersonales, con el propósito de favorecer los procesos de gestión de la convivencia y el logro de las metas institucionales orientadas a mejorar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje. Dicho acuerdo se constituye como una herramienta más de mediación para fomentar el respeto a los derechos humanos, teniendo como principal función la socialización de todos los integrantes de una Institución Educativa. Es importante reflexionar y analizar la Convivencia Escolar, para establecer acuerdos que resulten en una interacción sana y que esta se refleje en las relaciones interpersonales dentro del aula, la institución escolar y que trasciendan a los muros escolares para que puedan manifestarse también en los diferentes espacios (el hogar, la escuela, la comunidad en general, etc.) donde los alumnos se desarrollan.

Debemos entender Convivencia Escolar como:

• Al Acto de interactuar en compañía de otros;
• La convivencia pacífica y armoniosa de grupos de personas en un mismo espacio;
• El hecho de compartir y participar en la vida de los demás y hacer participar al otro en la vida propia;
• La conciencia del Yo sólo puede tenerse a partir de la existencia del otro;
• En la interdependencia social, cada persona se define a sí misma;
• La interacción con otros es imprescindible para el bienestar y la salud;
• Darse la buena vida es darle buena vida a los demás.

El proyecto de convivencia se debe implementar de manera permanente durante el ciclo escolar, lo cual implica que toda la comunidad escolar se involucre y se comprometa a utilizarlo como herramienta didáctica que posibilite poner en práctica, propuestas de intervención preventivas, que beneficien los procesos de enseñanza-aprendizaje, así como el bienestar personal, escolar y familiar, principalmente de los alumnos más vulnerables.

Este Ensayo pretende mostrar la importancia de la convivencia entre los alumnos de la Escuela Secundaria “Lic. Isidro Fabela”, es esencial considerar que la convivencia entre los integrantes de la Institución, está vinculada a temas significativos que se relacionan con el desarrollo de las habilidades sociales dentro del aula, mismas que son aplicables a cada materia y que se relacionan con el desarrollo de cada alumno, de ahí la importancia del compromiso de todos los que interactúan dentro de la Institución Escolar. Sólo así se logrará tener una convivencia sana y armónica basada en la justicia, la paz, la solidaridad y la cooperación libre de violencia, enfatizando en los estudiantes, la creación de nuevas expectativas, la importancia de convivir juntos y de saber vivir juntos, creando un ambiente en donde el alumno se sienta parte, donde pueda expresar sus valores y pueda tener actitudes positivas; creando un ambiente en donde se logre abatir las conductas inapropiadas, llevando a los alumnos a reflexionar y criticar los videos de la serie de “Kipatla”, como apoyo y acompañamiento dentro de su formación de vida.

No podemos ignorar que los estudiantes de Educación Secundaria, dentro de un futuro próximo, pueden enfrentarse a situaciones problemáticas generadas por la dinámica de cambio social dentro de su propia evolución, por lo que es de vital importancia, facilitar la adquisición de herramientas que les ayuden a enfrentar los nuevos desafíos que esta sociedad cambiante les plantea, esto les ayudará a echar mano de valores y actitudes que los habiliten a continuar con su autoconstrucción moral, cognitiva y social, que los capacite para desenvolverse en cualquier tipo de sociedad.

A través de los videos de “Kipatla”, se puede concientizar a los alumnos a cambiar su conducta y malos hábitos, por valores que los ayuden a forjar su personalidad y que ellos por sí mismos, los implementen en su propia vida. Estos videos, les ayudarán a utilizar materiales culturales que les aporten recursos para fortalecer sus valores personales y no ser señalados como individuos carentes de principios.

El Marco de Convivencia Escolar al ser un instrumento de mejora dentro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, así como de mejora y fortalecimiento de valores, evitará que los alumnos se involucren en situaciones problemáticas generadas dentro del ámbito en el que se desenvuelven, se evitará también que los estudiantes, tomen los valores como simples pensamientos o simples ideas, sino que aprendiendo a convivir de manera sana y armónica, se mejora la autoestima y el desarrollo de las personas.

Una persona que se siente valiosa, es alguien que vive de acuerdo a los valores en los que cree y de los que está firmemente convencido, de esta manera, siempre tendrá un sentimiento de satisfacción que le ayudará a vivir y a desarrollarse de manera adecuada y armónica.

Izquierdo (2003), “expresa que los valores son los ejes fundamentales por los que se orienta la vida humana y constituye a su vez, la clave del comportamiento de la persona Este autor, admite que los valores dinamizan nuestras acciones y nuestra vida, dignifican y ennoblecen al individuo e incluso a la misma sociedad”.

Los valores también son la base para vivir en comunidad y relacionarnos con las personas que nos rodean. Nos permiten regular nuestra conducta para mantener el bienestar colectivo y una convivencia armónica, lo que repercute beneficiando el desarrollo integral de las personas.

Es evidente que tendemos a relacionarnos según las reglas y normas de comportamiento establecidas dentro de la misma sociedad, aunque en realidad son decisiones que tomamos, es decir, toda persona decide actuar de determinada manera pero no en base a lo que es importante para todos como valor.

Al analizar las aportaciones y referencias de los alumnos respecto a los videos de la serie “Kipatla” durante las clases de Tutoría y de Formación Cívica y Ética, se puede observar un avance significativo en la apropiación de principios y valores, lo cual, implica un cambio de actitud y de conducta en los alumnos, de manera favorable dentro de la sana y armónica convivencia. Esto se refleja en la solución no violenta de los conflictos, en el establecimiento de dialogo, en el logro de una real comunicación entre los estudiantes. Se ha observado la disminución de conductas inapropiadas, se ha logrado erradicar la indisciplina que se generaba dentro del aula, lo cual ha resultado en la disminución de reportes por parte del Departamento de Trabajo Social.

Se realizó la proyección de los videos de la serie “Kipatla”, resaltando el video llamado “En los zapatos de Paula” (https://www.youtube.com/watch?v=TtPzBiahWy4), cinta que sirvió para reflexionar sobre los diferentes puntos de vista respecto a, cómo generar una convivencia dentro y fuera del salón de clase. Se reflexionó de manera individual, referente a que cada persona debe llevar a cabo (por convicción propia), el respeto hacia la individualidad de los demás. En este video, se muestra el caso vivencial de una niña que no sabía que su papá estuvo en la cárcel por dos años mientras que su mamá le decía que él estaba de viaje; su prima pensando que la niña sabía lo de su papá, le mencionó respecto a la situación, Paula cuestionó a su padre sobre la razón del viaje que lo alejó durante dos años, y su padre le contó la verdad del hecho por el que estuvo en la cárcel. Esta situación provocó que en la escuela, Paula fuera excluida por sus compañeros (al señalarla y no querer jugar con ella). El profesor se acercó a Paula en clase e hizo una dinámica de empatía, donde los compañeros de Paula fueron sensibilizados a ponerse en los zapatos de la niña y poder entender su situación.

Al analizar el video, se observaron muchos casos como estos dentro de las familias de los alumnos, pues muchos mencionaron que habían pasado por los mismos problemas de Paula dentro del salón de clases. Al término del análisis del video, los alumnos se mostraron vulnerables y sensibles, manifestaron la importancia de interactuar con todos sus compañeros, y analizaron que los valores universales son una parte esencial en la vida, pero sobre todo el ponerlos en práctica para fomentar la convivencia respetuosa y armónica con todas las personas con las que interactúan cada día, dentro y fuera de la escuela. Se percataron de que esta actividad se puede llevar a cabo no solo en el salón de clases sino también en casa, pues esta es una forma reflexiva y eficaz para generar la convivencia y evitar conductas violentas e inapropiadas, ya que estas deterioran la convivencia y traen problemas.

El análisis de los videos, sirvió para potencializar los sentidos y el pensamiento crítico en los estudiantes, lograron darse cuenta que es esencial aprender a convivir, sin prejuicios, libres y con capacidad de razonar, para consolidar la personalidad. Este proceso cognitivo es complejo debido a que desde la infancia, la sociedad en la que crecemos, limita considerablemente el fomento de este tipo de pensamiento, es por eso que se hace necesario educar a los alumnos en cuanto a valores que generen la sana convivencia, ya que esto nos ayudará a crear un desarrollo integral positivo.

Para fomentar la habilidad para reflexionar y crear un pensamiento crítico adecuado en los alumnos, existen varias estrategias que les ayudarán a interpretar el mundo de una manera objetiva, personal y desde un punto de vista tolerante, en donde se pueda crear un ambiente armónico y donde prevalezca el orden, el respeto, la confianza y se propicie el aprendizaje.

A través de Marco de Convivencia Escolar se, pueden realizar las estrategias utilizadas en los conflictos que se presentan dentro del aula y dentro de la Escuela respeto a la socialización. Estos permiten regular las conductas inapropiadas así como la mediación de los problemas que se presentan. Con el apoyo del Acuerdo Escolar de Convivencia (AEC) aplicado a toda la comunidad escolar y de acuerdo a las necesidades de la misma y a las experiencias cotidianas dentro de la escuela, se pueden regular dichas conductas y mejorar la convivencia entre los estudiantes.