Entre Más Violencia, Hay Menos Defensa
La violencia de género se ha manifestado con distintos actos, en el transcurso de nuestra historia, desde agresiones físicas, verbales, psicológicas, entre otras, y aunque de igual manera se han creado leyes, organizaciones que apoyan a las víctimas y buscan evitar que estos casos ocurran, estas cuestiones no han disminuido, entonces ¿Qué impide que aquellas personas violentadas no actúen, entendemos la situación?
La violencia suele ser un ciclo que muchas veces evita que la víctima haga algo al respecto, la perjudicada muchas veces suele ignorar los primeros indicios de una posible agresión; existen varios motivos para ignorar o no percatarse de esto, empiezan con acciones no tan notorias que avanzan progresivamente, desde leves insultos hasta la violencia física. Este ciclo presenta 3 fases: tensión, explosión y arrepentimiento, la primera fase es en la que el agresor pretende convertir a la víctima en dependiente de este, en la segunda se lleva a cabo la cúspide de la agresión y en la última se la denomina también manipulación efectiva.
Por consiguiente se causa la denominada indefensión aprendida, de acuerdo a Seligman esto significa “darse por vencido”, supone un sentimiento de impotencia ante cualquier problema, la exposición repetida a una cantidad de violencia disminuye la crítica de percepción, a lo que se podría llamar habituación, por ejemplo, analizaremos el caso de habituación de las ranas, al tratar de introducir una rana en un depósito de agua caliente esta se rehúsa al principio, pero al bajar la temperatura la rana empieza a acostumbrarse, hasta que al final la temperatura se eleva a tal punto que la rana “se da por vencida” y muere (Palacios).
A pesar de este continuo maltrato, por qué no pedir ayuda, qué otros motivos existen, ¿causas sociales, económicas, psicológicas?, como hemos mencionado una víctima constante simplemente se da por vencida, pero a esto se añaden motivos con respecto a lo económico, refiriéndonos a la ausencia de alternativas en cuanto a empleo, alojamiento, etc. En el ámbito social, podría referirse al déficit del sistema judicial ante esta problemática, o una de las causas más importantes: las psicológicas, el atribuir lo que le sucede a su forma de ser, que las lleva a considerarse “merecedoras” de un trato indigno por percibirse como poco competente, lo que trae como consecuencia escenarios en el que una familia pierde una madre, una hija o hermana (Palacios).
Finalmente, muchas mujeres buscan minimizar los problemas de agresión ya sea por su familia, estabilidad económica o por temor de las opiniones externas, por ese motivo considero que este ciclo de violencia se ha aumentado drásticamente estos últimos años, importa más la opinión de la sociedad que nuestra propia seguridad, o por el otro lado creen que por tener una familia tradicional esto le dará a sus hijos una mejor vida, pero al final este círculo solo aumenta y se dispersa de una forma aterradora, en Ecuador la tasa de femicidios aumenta de forma considerable, esto se suele dar en sectores de bajos recursos, donde las mujeres se consideran más vulnerables.
