Escrito Sobre Canciones De Chava Flores

Salvador Flores Rivera, u como es conocido (Chava Flores), fue un compositor y cantante mexicano.

En 1952 se inició como compositor, algunas de sus con la canción como ejemplos: Dos Horas de Balazos, de igual manera el éxito La Tertulia, continuando con sus tan afamadas canciones no tardaron en aparecer sus nuevas creaciones como Boda de Vecindad, Peso Sobre Peso, La Interesada, y Llegaron los gorrones . Algunas de sus melodías las cuales pronto se arraigaron en el gusto de la gente, estas otras canciones creadas por el mismo autor también fueron un éxito popular en aquellos años las cuales llevan un título las cuales nombrare en este momento como: Pobre Tom, Vámonos al Parque, Céfiro, Cerró sus Ojitos Cleto, Pichi cuás, Los Quince Años de Experiencia y, más adelante, Sábado Distrito Federal, Voy en el Metro y A qué le Tiras Cuando sueñas, Mexicano.

Al conocer un poco de su pasado de este autor que realmente desconocía. Fue el creador de un singular estilo, así como el principal difusor de sus canciones, mediante presentaciones que realizó en los centros nocturnos y teatros más importantes de la capital y del interior de la República Mexicana.

Si no ha sido por este trabajo no hubiera conocido algunas de sus canciones en el cual salvador (Chava) Flores reflejan un profundo conocimiento del folklor de la Ciudad de México, parodiando a la sociedad y las actividades cotidianas. La popularidad de salvador Flores fue tal que frases enteras de sus canciones forman parte del lenguaje popular, o se han convertido en dichos populares aplicables a la vida diaria, recordando aquella canción lleva por título como a qué le tiras cuando sueñas mexicano, Sábado Distrito Federal, y Llegaron los gorrones. En algunas de sus obras nos relata la historia de cómo vivían las personas de una vecindad, sus amores, problemas cotidianos y de cómo aunque no siempre se llevaran bien y su forma de pensar fuera muy distinta, siempre estaban para apoyarse unos a otros. También nos mostró cómo vivían en los años cincuenta, así como el lenguaje que se empleaba particularmente en la Ciudad de México.

Continuo escuchando sus canciones en el cual chava refleja en la música todo aquello que ve y siente el mexicano, en particular el que vive en las grandes ciudades: amores, pasiones, vida en vecindad y multifamiliares, fiestas tradicionales, costumbres provincianas, su actitud hacia el trabajo y la sociedad, plática entre compadres, insuficiencia de transporte y las ilusiones del individuo común que es soñador, espiritual y sumamente apasionado.

De alguna manera supo dirigirse a los pobladores y comunidades mexicanas, que fueron en buena medida, los mismos que escucharon sus éxitos por la radio, compraron sus discos y asistieron a las salas cinematográficas para escuchar sus canciones en la voz de los actores y cantores de fama. En la mayoría de las composiciones de Chava provenía, en gran medida, del campo, ya que grandes masas de campesinos se mudaban a la ciudad, en busca de una vida mejor, para trabajar en sus comercios, en sus oficinas y en su incipiente industria, para estudiar en las instituciones educativas que iban fortaleciéndose en la ciudad y que brindaban a muchos la posibilidad de un ascenso social, para divertirse en las carpas, los centros nocturnos, las salas de cine y radiofónicas, y para poblar las vecindades a las que se refería el compositor. Este público demandaba un arte y unas diversiones populares cuya estética recuperase no solo el realismo de su propia vida cotidiana, sino el gusto de su habla popular, el arte de incluir unidades fraseológicas con el puro ánimo de traerlas a cuento a la menor provocación, un espíritu que Cantinflas había encumbrado en el teatro popular unos quince años antes de que Chava iniciara su carrera de compositor.

Para chava la recurrencia a estas canciones garantizaba a los autores que su obra quedaría enmarcada en un estilo propio del gusto de los campesinos, la mayoría de los que integraban, tanto en el campo como en las ciudades, el auditorio de la radio y el público del cine mexicano, ambos afincados en el estilo ranchero tan identificable hoy en día dentro y fuera de México por la popularidad que este alcanzó en aquellos años. Aludiendo a la primera versión enunciada, con frecuencia es citado de manera eufemística: Amor de lejos es de pensarse, y dado que la mayoría sabe que pensarse aparece ahí en vez de pendejos, se trata de un caso de defraudación obscena, toda vez que el oyente espera la conclusión por él conocida, pero que la censura de la industria radiofónica y fonográfica habría hecho impensable.

Me gustaría escribir acerca de algunas canciones de este autor en la cual de alguna manera me llamaron la atención por su letra en la cual refleja algunos detalles del México en los años 50 y era del gusto de campesinos y de algunos otros de la zona urbana comenzando con algunos clásicos como:

A que le tiras cuando sueñas mexicano: Se refiere a que en lugar de estar pensando o esperando a que tu vida mejore sin hacer esfuerzo es mejor ponerse a trabajar.

Chava Flores compuso esta canción en 1952 y, junto con “Dos horas de balazos”, fue uno de sus primeros sencillos.

Como su nombre lo dice, La Tertulia cuenta a detalle todo lo que ocurre durante una .fiesta en casa de Julia. La narración de los bailes, la comida y las bebidas te transportarán a una típica fiesta familiar que termina por convertirse en un desastre.

• Sábado Distrito Federal: También compuesta durante la década de 1959, esta canción se convirtió en un himno para todos los habitantes de la CDMX (en ese entonces llamada Distrito Federal).El tema hace una narración detallada de todo lo que ocurre en el centro de la capital del país en un sábado común y corriente desde los diferentes ángulos de sus habitantes. Si extrañas visitar el zócalo o nunca has tenido la oportunidad de visitarlo, esta canción es perfecta para ti.
• Los pulques de Apan: Esta canción platica cómo se vivió una pulquería en la colonia Pensil de la CDMX, propiedad de Osofronio el mayor. El nombre del establecimiento hace referencia al municipio de Apan, Hidalgo, donde esta bebida es una tradición desde la década de 1920, época en la que se servía por igual en las mesas de las familias más ricas y humildes, de acuerdo con México Desconocido.
• La tienda de mi pueblo: Por sí misma, la canción parece ser muy inocente pues habla de todo lo que se puede comprar en una tradicional tienda de pueblo. No obstante, su letra es una oda al albur, de acuerdo con Chava Flores, quien creía que era parte del “folklore” de la lengua de nuestro país y que debería ser reconocido por su ingenio.
• Voy en el metro: El metro es uno de los medios de transporte más utilizados por los ciudadanos capitalinos, y, para todos aquellos que no han tenido la oportunidad de viajar en él, es toda una experiencia. Chava Flores hace un recorrido por Tacuba, Legaria, Cuitláhuac, Popotla y Tasqueña. En él, platica alegremente todo lo que sus ojos ven en los andenes y vagones. La mayor diferencia que encontrarás con los viajes en metro de ese entonces y los de ahora, es que antes solo costaba un peso poder viajar en él.
• Vámonos al parque, Céfira No todas las canciones de Chava Flores hablan de la CDMX. Algunas de ellas nos transportan a otras ciudades, en donde la esencia mexicana se puede sentir gracias a sus letras. Ese es el caso de “Vámonos al parte, Céfira”, el cual describe cómo es la experiencia se visitar el jardín municipal de cualquier municipio mexicano. Además, en ella se hace alusión a la coquetería que existe entre hombres y mujeres, quienes visitan el parque para buscar pareja.
• Los XV años de Experiencia: ¿Qué mexicano no ha asistido a una fiesta de XV años? Es una de las celebraciones más tradicionales en nuestro país, por lo que la experiencia está plasmada en esta canción de Chava Flores. No obstante, los quinces de Experiencia son un poco diferentes, ya que su familia tuvo que esperar hasta que ella cumpliera 30 para poder celebrárselos, ya que antes no contaban con el dinero para festejar con toda la vecindad.
• Mi México de ayer: Con esta canción, Chava Flores regresó en el tiempo para contarnos cómo era la CDMX cuando él era niño. El cantautor hace énfasis en la tranquilidad de las calles empedradas y en los vendedores ambulantes de aquella época. Si sientes nostalgia por el pasado, este tema llegará a tu corazón.

En este escrito me gustarías decir que he procurado dar cuenta de un recurso existente en las canciones de Chava Flores, que sin duda forma parte de su estilo singular, exitoso en su tiempo y en los años posteriores, por la efectividad con la que supo llegar al gran público, no exclusivamente por la acuñación de melodías o por el mero despliegue de arreglos a la usanza del momento algo con lo que, por cierto, también contó, sino por el conocimiento profundo del gusto poético popular, que le permitió actualizar y culminar un tipo de canción humorística que acaso algunos han querido imitar pero, definitivamente, nadie ha podido igualar.

Creo que la activación del diálogo entre géneros que desde antiguo han tenido una estrecha relación y el cancionero y el refranero, fue sin duda ayudada por muchos compositores de mediados del siglo XX en México, pero pocos la llegaron a ejercer con tanta amplitud y con tan buen resultado como lo hizo Chava Flores, quien no se limitó a encajar, principalmente en refranes, en sus composiciones, sino que les otorgó nuevos sentidos.

Con esa sensibilidad, logra acuñar canciones de tono sentencioso y paremias que se han incorporado al habla de los mexicanos, lo que refleja el gran oído y la compenetración que el compositor alcanzó del gusto por el habla, la tradición oral y las sentencias de sus paisanos, terrenos en los que sus aportaciones mantienen vigencia y le han reservado un lugar privilegiado.