Esperanza De Vida Y Donación De Órganos
Introducción.
La donación de órganos es un gesto altruista que puede salvar una o más vidas cuando uno ya no necesita los órganos. Y en la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. Las listas de espera son cada vez más amplias y, por tanto, la necesidad de órganos es cada vez mayor, más aún si se tiene en cuenta que no solo aumenta la esperanza de vida de la población, sino que los fallecimientos por causa de accidentes de tráfico ha descendido notablemente en los últimos años.
En Ecuador hay más de 700 pacientes en espera de un órgano; la donación tiene varios escenarios de muerte, cuando una persona sufre cerebral y los médicos certifican a la persona como un donante cadavérico u cuándo una persona está viva pudiendo donar sangre, donar un riñón o parte de su hígado. Sin embargo, a pesar de ser esta una acción de solidaridad, compasión y bondad, cabe resaltar que existen prejuicios o causas que evitan que una persona se vuelve donante. Dichas causas pueden considerarse como “mitos” que en esta investigación serán desmentidos en su mayoría.
Hasta el 2018, en nuestro país había 7,7 donantes por cada millón de habitantes, superando así el primer mito sobre la donación de órganos en Ecuador, sin embargo, varios de los obstáculos por seguir desarrollando estos actos de solidaridad son lo que provoca una reducción de tales números. Entre ellos está el juzgar el papel del personal de los hospitales al realizar dichos procedimientos con referencia a no mantener un buen cuidado a los donantes lo cual es todo lo contrario, durante el tratamiento aplicado para donar un doctor profesional y peculiarmente cercano al cuidado personal de cierto donante siempre será asignado a su disposición.
Desarrollo.
Cuando una persona fallece por ejemplo por muerte cerebral, muchas veces las familias no desean permitir que el cadáver llegue a donar sus órganos, sea por no querer estropear el cuerpo u por las ideas falsas con respecto a usarlos para tráfico de drogas o ventas en el mercado negro. Esta idea es errónea, ya que cuando un cuerpo en ese caso está listo para donar se asigna hasta un grupo de 20 médicos o más para dejar el cuerpo intacto después de haber recogido los órganos a donar necesarios.
Este problema puede ser solucionado con una declaración del donante donde antes de fallecer asegure querer donar órganos de su cuerpo. En el caso de que estén presentes dudas sobre si el donante este del todo muerto o no, se realiza una gran variedad de exámenes sin costo a las familias donde se verifique si en realidad ha fallecido o no. Introduciendo uno de los papeles más importantes de esta situación serían los pensamientos e ideas religiosas con respecto a la donación de órganos.
La mayoría de las religiones principales, tienen a la donación de órganos como un acto lleno de bondad y digno de la palabra divina, sin embargo, existen otras que su religión les impide desarrollar mejor esa aceptación. La iglesia católica, luterana, el islam y la iglesia de los santos de los últimos días creen que la donación de órganos es un acto desinteresado y beneficioso para las personas que están en graves condiciones médicas y necesitan la donación. Ecuador supera a otros países de América Latina en donación de órganos. En Paraguay la tasa de donación es 3 por cada millón de habitantes. Hasta 2017, México registraba 4,5 donantes por cada millón de habitantes. En México hay más de 21 mil personas en lista de espera.
Además, los órganos deben ser manipulados por especialistas calificados y hacerse en hospitales acreditados. Por ejemplo, el hígado puede permanecer fuera del cuerpo humano máximo 16 horas, el riñón máximo 18, el corazón una hora, por lo que sería difícil que se tenga éxito con actividades clandestinas de trasplante, además de que el tráfico de órganos es un delito, dice el doctor Heredia. En Ecuador hay más de 50 establecimientos de salud acreditados para realizar trasplantes de órganos. El Indot dice que eso es fundamental para que se garantice la atención a las personas que están en lista de espera, a su vez, para que las donaciones y los trasplantes se agilicen.
Conclusión.
La donación de órganos es un gesto altruista que puede salvar una o más vidas cuando uno ya no necesita los órganos. Y en la actualidad hay miles de personas que para seguir viviendo o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. Las listas de espera son cada vez más amplias y, por tanto, la necesidad de órganos es cada vez mayor, más aún si se tiene en cuenta que no solo aumenta la esperanza de vida de la población, sino que los fallecimientos por causa de accidentes de tráfico ha descendido notablemente en los últimos años.