Estado de bienestar: Definición del Concepto
En primer lugar, cabe decir que el concepto de Estado de Bienestar es amplio, y por lo tanto, no existe una única definición o manera de comprenderlo, no obstante, veremos que varias definiciones comparten aspectos comunes. Un primer acercamiento claro y sencillo a este concepto es que el Estado de Bienestar es la intervención del Estado encaminada explícitamente a mejorar el bienestar de la población (Gutiérrez,2008).
Entre las definiciones más destacadas, encontramos la que plantea Vicenç Navarro: “entendemos por Estado de Bienestar, las intervenciones del Estado (tanto en el nivel central como en los niveles autonómico y local) dirigidas a mejorar el bienestar social y la calidad de vida de la población”. Así pues, también señala que las intervenciones del Estado las que de una manera afectan de forma más directa la calidad de vida de sus ciudadanos son; los servicios públicos, las transferencias sociales, las intervenciones normativas y las intervenciones públicas.
Seguidamente, Antonio González y Eugenio Torres (1993) lo valoran como: “la política de bienestar social desarrollada por las Administraciones Públicas con el fin de proveer de bienes y servicios sociales al conjunto de la población para mejorar sus condiciones materiales de vida (sanidad, seguridad social, educación, vivienda, protección social y promoción social), así como para aumentar su calidad de vida (urbanismo, ordenación del territorio, medio ambiente, obras de infraestructura acuífera, ocio, cultura, defensa del consumidor y bienestar comunitario).
Dentro de esta misma línea, cabe citar también a Gómez Bahillo (2001) que señala que el fundamento del Estado de Bienestar se encuentra en la intervención del Estado y en el principio de solidaridad, es decir, el reparto de la riqueza, especialmente a través de los sistemas de protección social, es posible gracias a la solidaridad de unos grupos y de unas generaciones con otras.
El Estado contribuye al reparto de la riqueza mediante una política fiscal, más justa y equitativa, estableciendo unos sistemas sociales y promoviendo el empleo, así pues, la población puede disponer de mayores recursos económicos, que han visto incrementar su nivel y calidad de vida y sus posibilidades de consumo (Bahillo,2001).
Carlos Farge (2007), por su parte, define el Estado de Bienestar como una serie de disposiciones legales que dan derecho a los ciudadanos a percibir prestaciones de seguridad social obligatoria y a contar con servicios estatales organizados (en el campo de la salud y de la educación, por ejemplo), en una amplia variedad de situaciones definidas, como de necesidad y contingencia.
Por otro lado, Francisco Comín señala que es “la actividad de los gobiernos dirigida a suministrar determinados servicios sociales, financiada a los gastos presupuestarios siguientes: por un lado, las transferencias personales para la redistribución de la renta, por otro, el suministro público de asistencia sanitaria, servicios educativos, vivienda y otros servicios asistenciales” (Comín, 2007).
A fin de cuentas podemos observar que distintas definiciones comparten ideas comunes como, por ejemplo, la necesidad de la intervención del Estado para un mejor nivel de vida, así como la existencia de un consenso que la educación, la vivienda, la sanidad y las pensiones deben ser considerados bienes o prestaciones sociales.
