Estado y Ejército, Su Evolución Desde los Comienzos de la Edad Moderna

En 2019 la administración de Donald Trump elevó el presupuesto de Defensa, alcanzando este los 649.000 millones de dólares. Es innegable que, a lo largo de la historia, el ejército ha sido una pieza fundamental para el desarrollo de los Estados. A lo largo de este ensayo se pretende estudiar la evolución de estado y ejército, y como ha sido esta desde la Edad Moderna hasta nuestros días.

Para lograr nuestro objetivo deberemos conocer que el ejército es una organización jerarquizada que está formada por el conjunto de fuerzas militares de un Estado. Como se ha dicho previamente, el ejército está formado por las fuerzas militares de un Estado, estos Estados modernos surgen en la llamada Edad Moderna, cuando los reyes europeos, ayudados por los burgueses, aprovechando las crisis a las que los señores feudales se enfrentaban, hicieron pactos para, a cambio de algún privilegio, recibir sus tierras. De esta manera comenzaron a centralizar el domino sobre sus tierras, asegurándose su gobernabilidad mediante diversos organismos que creaban leyes, conformados por funcionarios. La implementación de estos Estados modernos y la superación del sistema feudal, hicieron que esta época supusiese para la mayoría de los reinos de la Europa Occidental, un periodo de cambios notables. En este periodo, la guerra fue el elemento clave del cambio, por lo que surgieron los primeros ejércitos profesionales. 

La Edad Moderna fue una época de grandes cambios, en la que se desarrollaron nuevas corrientes filosóficas y religiosas, como el Protestantismo, que cambio el panorama religioso europeo, desencadenando guerras de religión. A su vez, se sucedían continuas guerras entre las grandes potencias por la hegemonía europea, como la Guerra de los 30 Años, que en un principio comenzó siendo una guerra entre católicos y protestantes y acabo siendo una guerra por la hegemonía. La Paz de Westfalia puso fin a esta guerra, acabando con la supremacía de la Casa de Habsburgo y provocando la descentralización del Sacro Imperio Romano Germánico, y alzándose la Casa de Borbón como la nueva poseedora de la supremacía.

Comenzó el dominio de la Casa de Borbón, y uno de sus integrantes, Luis XIV (el Rey Sol), rey de Francia, fue el artífice de un nuevo régimen político, el Absolutismo. Este régimen giraba en torno al monarca, quien se convirtió en la máxima autoridad del Estado concentrando todos los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial), tan solo respondiendo ante la ley de Dios. Este nuevo régimen provocó el nacimiento de un nuevo movimiento intelectual, la Ilustración, que pretendía fomentar el conocimiento, la razón, las ciencias, la filosofía y el desarrollo del Estado. El movimiento Ilustrado promovido por pensadores como Kant, Voltaire o Montesquieu amenazaba al régimen absolutista. Esta fue la razón por la que los monarcas comenzaron a mostrarse a sí mismos como los padres protectores de sus súbditos, para garantizar así su poder absoluto, dando lugar al conocido, Despotismo Ilustrado. Durante esta época el monarca mostraba una imagen en la que gobernaba en favor del pueblo, basándose en los conocimientos y la sabiduría que le proporcionaba el pensamiento Ilustrado (dando lugar al lema, Todo por el pueblo, pero sin el pueblo). Pero, fueron estas ideas las que acabaron, en 1789, con el absolutismo, pues fue esta corriente la que promovió la Revolución Francesa.

La Edad Moderna fue una época de cambios, en la que la conquista de nuevos territorios (y el deseo de mantenerlos), las nuevas corrientes religiosas y las constantes guerras entre las grandes potencias por la hegemonía, hicieron que la formación de ejércitos permanentes y profesionales fuese algo indispensable. Desarrollándose la llamada Revolución Militar. Los cien mil hijos de San Luis o los Tercios del Imperio español son tan solo ejemplos de los importante que se volvió disponer de un ejercito para estos Estados recién formados.

La necesidad de ejércitos permanentes y las continuas guerras hicieron que la máxima expresión del Estado fuese la guerra. La definición de Estado de Weber señala la apropiación del Estado del monopolio de la violencia, convirtiéndose en el único capaz de controlar el territorio de manera externa e interna. Para llevar esto acabo restringe, e incluso elimina, el armamento privado. La importancia de la guerra y de los símbolos militares fue en aumento, significando un gran valor moral y social para la sociedad, es tan importante esta ideología para los Estados que ha perdurado hasta la actualidad. 

La Edad Contemporánea, al igual que la Edad Moderna, es una época de cambios, se desarrolla la Revolución Industrial, surgen nuevas ideologías (como el comunismo), las grandes guerras se desencadenan, y las colonias, previamente repartidas, se revelan y claman por su independencia. Por lo que podemos afirmar, que la guerra y la violencia en esta época es igual de importante que en la Edad Moderna.

Como se ha mencionado anteriormente, la Revolución Militar supuso grandes cambios para los Estados, pues contaban con un ejércitos capaces de controlar territorios más grandes, defenderlos y conquistar otros. Es por eso que la importancia de los ejércitos aumentó, ayudada por la propaganda del Estado. El factor de que el uso de la violencia solo fuese legitimo si era ejercido por el Estado y que esta fuese necesaria para la supervivencia del Estado o para continuar ostentando el poder, hizo que el Estado fuese más popular entre sus súbditos. Al igual que pasó con la Revolución Militar en la Edad Moderna, en la Edad Contemporánea, los diferentes descubrimientos y actualizaciones del ejercito condujeron a la transformación del Estado, de la sociedad y de la forma en la que la guerra era concebida. La Edad Contemporánea fue una época de grandes cambios y avances científicos, que fueron aplicados al ejército, pues este era la máxima expresión del Estado, y necesario para obtener la tan deseada hegemonía. Observando los diferentes conflictos bélicos, podemos observar como ha ido cambiando la forma de concebir la guerra, a medida que se desarrollaban nuevos avances tecnológicos. Uno de los grandes ejemplos son todas las grandes diferencias tácticas y armamentísticas entre las dos guerras mundiales. Otro ejemplo es la Guerra Fría, en la que los avances nucleares presentaron otra forma de guerra. Todos estos avances tecnológicos hicieron que los Estados evolucionasen, al igual que su manera de plantear la guerra.

Durante la época colonial, las grandes potencias conquistaron y colonizaron nuevos territorios, a la vez que trataban de mantener los que ya poseían y luchaban por la hegemonía. Siendo aquellos cuyo territorio era mayor los que más poder militar tenían. Extensos territorios era igual a grandes ejércitos, lo que revela una vez más lo importantes que eran estos, y lo importante que era para el Estado la posesión del monopolio de la violencia. Así mismo, mientras que en la Edad Moderna las guerras eran por la religión (católicos y protestantes), en la Edad Contemporánea es la ideología la que decide los bandos de la guerra. Las ideas marxistas del comunismo se expanden por el globo, mientras que las monarquías y los burgueses, aferrados al capitalismo, se oponen a estas ideas revolucionarias.

Pero detrás de todas estas ideologías se esconde el verdadero objetivo de estas guerras, la hegemonía. La Primera Guerra Mundial, en la que se vieron involucradas todas las grandes potencias, se desarrolló por el Imperialismo, por el deseo de estas potencias de controlar el territorio de los demás. El Tratado de Versalles, con el que se concluyó la Primera Guerra Mundial, y las duras condiciones que le fueron impuestas a Alemania, desembocó en la creación del partido Nacionalsocialista Obrero Alemán y el consiguiente desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Guerra en la cual Alemania pretendía recuperar los territorios arrebatados y conseguir los de sus rivales, expandiendo su ideología y haciéndose con la hegemonía. Así mismo, la Guerra Fría es un ejemplo perfecto para observar la importancia de un buen ejercito en la lucha por la hegemonía, pues durante los más de 50 años que duró, fue una carrera continua entre las dos potencias principales (EE. UU y la URSS) para demostrar al mundo cual de las dos era la más poderosa y que sistema funcionaba mejor (comunismo o capitalismo). Podemos observar esta carrera en dos ámbitos principalmente, el armamentístico y el espacial.

Teniendo en cuenta lo estudiado, podemos afirmar que la Edad Contemporánea fue una época llena de cambios, en la que los grandes descubrimientos y avances supusieron mejoras del ejército, lo que hizo que evolucionase el Estado. La continua lucha por la hegemonía garantizó que el ejército siguiese siendo una clave fundamental para el Estado.

En la actualidad, la lucha por la hegemonía sigue, la presencia de EE.UU en el Medio Oriente, los ataques terroristas de Al Qaeda o la guerra comercial entre EE.UU y China son tan solo ejemplos. Es cierto que la forma de plantear estas luchas ha cambiado, pero el objetivo es el mismo. Al Qaeda pretende, a través del terrorismo, crear un orden mundial. Por otra parte, la presencia de EE.UU en Oriente Medio se entiende mejor si observamos que grandes fuentes de energías no renovables se encuentran allí (gas o petróleo). Fuentes de energía que EE. UU quiere controlar para competir con las grandes reservas rusas. Y por último, la guerra comercial entre China y EE.UU. En el mundo actual, en el que la globalización y el consumismo son factores muy importantes, estas dos países se disputan el primer puesto en la escala de grandes potencias, por lo que se imponen aranceles comerciales y llevan a cabo una nueva carrera tecnológica. Es por esto que podemos afirmar que en el mundo actual el ejercito ya no es la máxima expresión del Estado, pues ya no es necesario para obtener la hegemonía. Es por esto que países como Costa Rica o el Vaticano no disponen de uno.

En conclusión, desde que surgieron los primeros Estados modernos, la lucha por la hegemonía ha sido constante. Durante siglos, el ejercito y las guerras fueron la clave para la consolidación y expansión de los Estados, por lo que la posesión del monopolio de la violencia era algo fundamental. A su vez, la evolución del ejercito suponía también la evolución del Estado, ya que este era la máxima expresión del Estado. Sin embargo, en la actualidad, a pesar de que la lucha por la hegemonía es constante, la importancia del ejercito no lo es tanto, pues ya no es necesario para obtener la hegemonía. Es por esto por lo que, en la actualidad algunos Estados consolidados carecen de ejército, y las grandes potencias (EE.UU, Rusia y China) compiten por mejorar sus ejércitos para mostrar quien tiene más poder militar.

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05 January 2023
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