Estereotipos Que Violentan El Género Femenino

Introducción

Mientras que a la mujer se le presupone un rol reproductivo, con tendencia a aislarla en un ámbito privado y doméstico y siempre focalizado al cuidado de la familia, el varón, desde una perspectiva social, ostenta un rol productivo, público, visible y abierto, con un amplio espacio para el desarrollo de sus relaciones y un elevado poder social. Se muestra un cuadro resumen acerca de las diferencias educativas entre los niños y las niñas, que da lugar a la adquisición de una serie de creencias, estereotipos y prejuicios que podría dar lugar en un futuro a la aparición de relaciones sentimentales basadas en la dominación del hombre a la mujer.

Desarrollo

En las relaciones de poder a la niña se le inculca desde la infancia que sea tierna y sumisa, se le exigen unos cánones físicos (estar siempre guapa, arreglada y delgada), que crean en las adolescentes, con frecuencia, problemas de inseguridad y baja autoestima en sí mismas, si perciben que no encajan en esos parámetros que se considera que una mujer debe de tener. Igualmente, el objetivo que siempre han de tener presente, es el casarse y formar una familia, por y para la que vivirán, además de complacer en todos los niveles al marido, en resumen, existen una serie de factores que pueden servir de antesala para que pueda desembocar en una agresión hacia la mujer, desde el llamado aprendizaje vicario o por imitación (Bandura).

Con base en haber presenciado ese tipo de comportamientos en su núcleo familiar más próximo, lo que da lugar a que el menor aprenda este tipo de comportamientos, los cuales, en ausencia de terapia individualizada y adaptada a sus circunstancias, se repetirán con alta probabilidad en el futuro contra su pareja sentimental. Igualmente, como consecuencia del machismo existente en la sociedad, se le inculca a la mujer que lo más valioso de su persona radica en su aspecto físico, el ser bonita de acuerdo a los cánones impuestos en la sociedad, con el objetivo de encontrar marido y crear una familia, convirtiéndola en un ser dependiente, que asocia el matrimonio y los hijos, así como el cuidado de la familia, a la única forma de ser feliz y lograr una vida plena.

Desde la infancia, se le educa bajo la idea del amor romántico, de la “llegada del príncipe azul”, dando lugar a relaciones en las que la mujer cede lo que sea necesario, incluso más allá de los parámetros racionales, con el único objetivo de mantener a su pareja y a su familia, dando lugar a la pérdida de su propia identidad. Por el contrario, el hombre ha de ser fuerte y valiente, ser el sostén familiar y tener éxito personal y profesional, para poder mantener a su mujer y a sus hijos. 

Conclusión

En los hombres si se ve de una manera positiva que tengan un elevado número de conquistas sexuales a sus espaldas Todas estas creencias, que se inculcan desde la niñez, van a estar presentes durante toda la vida, intensificándose durante la adolescencia, dado que es un periodo de cambios bruscos a todos los niveles, pudiendo dar lugar a la aparición de relaciones sentimentales de tóxicas y a verse inmersas en círculos de violencia por parte de su pareja de los que es muy complicado salir por sí mismas