Estigmas y Estereotipos Relacionados con la Vejez
El motivo de esta estigmatización se debe a la gran importancia de las ideas de autonomía, productividad, estética y juventud en nuestras sociedades, las que podemos ver tanto en el mundo laboral, los medios de comunicación o a pie de calle. La vejez queda asociada a nosotros y a la idea de muerte, y crea una actitud social de rechazo. De este modo, tal como menciona Strejilevich (2002) 5 ‘le Tenemos pavor y miedo al Envejecimiento tal parece puede ser la vejez un retrato de nosotros MISMOS a futuro ya sume vez miedo Nuestra Incapacidad de aceptar Nuestro destino por estar enamorados de nosotros MISMOS como jóvenes ‘(Julián Castillo, J. 2017, p.4).
La realidad es que todas las personas somos diferentes y existen diferentes maneras de vivir el envejecimiento. Existe un término llamado ‘ageism’ que está muy presente en nuestras sociedades tras el racismo y el sexismo, y es el nombre que se le da al tipo de discriminación referente al envejecimiento.
Estos tipos de estigmas que rodean la vejez no pueden considerarse reales ni útiles, ya continuación reflexionaremos sobre algunos de ellos, para poder observar hasta qué punto los tenemos inculcados.
- En primer lugar predomina la idea de tristeza y depresión por no aceptar el paso del tiempo, en realidad, la mayoría de las personas a medida que van envejeciendo lo hacen de manera positiva y activa.
- La segunda idea que destaco es una que provoca mucha desigualdad de oportunidades, el mito que la gente cuando se hace mayor no sirven para trabajar, ya que existe la idea de que sus capacidades físicas y mentales están más limitadas, lo cierto es que las personas mayores podrían seguir trabajando incluso mejor que las personas jóvenes por sus habilidades y experiencia.
- La tercera idea que propongo es una que afecta su personalidad, se les suele ver como personas lejanas, rígidas y conformistas pero en realidad cuando las personas se hacen mayores no cambian su personalidad, así que tienen la misma capacidad de adaptarse a los cambios que las personas jóvenes.
- Otro estigma es el que relaciona la vejez con las enfermedades, la debilidad y la dependencia, sí es cierto que a medida que se envejece aumentan el número de enfermedades pero las personas mayores siempre buscan vivir con el mayor nivel de autonomía posible y llevar a cabo actividades con normalidad hasta el último momento.
- Y finalmente, el último estigma que encuentro importante es lo que las personas mayores son solitarias y se aíslan, en general las personas mayores mantienen buenas relaciones sociales y una amplia red, al igual que en su juventud, ya que el envejecimiento no es la causa de que una persona tenga más o menos ganas de relacionarse.
Con todo esto observamos que los estigmas y estereotipos relacionados con la vejez sólo son generalizaciones, las que afectan negativamente a la visión y trato social a las personas mayores, y en consecuencia a su autopercepción. Así pues, la gravedad de los estigmas no sólo se encuentran en la visión de la sociedad sobre ellos sino en los efectos que causa en sí mismos, ya que un estigma se puede llegar a convertido en verdadero por la presión social que reciben las personas afectadas. Este hecho complica su inclusión y la mejora de sus condiciones de vida, haciendo que predomine la dependencia, depresión, baja autoestima y disminución del rendimiento.
Es importante mencionar que es en los estigmas donde nace la consecuencia más extrema, que es el maltrato a las personas mayores, el cual es más común de lo que parece.
En conclusión, la existencia de los estigmas sobre las personas mayores no es un hecho aislado ni puntual, es parte de nuestra sociedad y provoca efectos devastadores en nuestra sociedad. Es importante hacer frente a los prejuicios investigando e informando de su existencia dentro de nuestra educación, instituciones, medios de comunicación y hogares. Al fin y al cabo, es tarea de todos cambiar la visión de la vejez y normalizar los temores que conlleva en las personas. Debemos entenderla como una etapa vital más, pero ni mucho menos peor, ya que seguiremos siendo las mismas personas, con los mismos pensamientos, habilidades sociales y emociones. Como se suele decir, cada persona es tan vieja como siendo serlo, y es importante dignificar todas las etapas vitales como se merecen y fomentar el empoderamiento.