Factores De Riesgo Del Cáncer Colorrectal En Adultos Mayores 

Resumen

El cáncer colorrectal es una de las enfermedades más frecuentes en nuestro medio; en los últimos años se ha realizado un avance teórico, práctico y tecnológico en el conocimiento de los mecanismos que participan en su evolución y prevención. La mayoría de los pacientes ancianos que sufren cáncer de colon padecen enfermedades cardiovasculares y pulmonares, lo que aumenta el riesgo quirúrgico, la morbilidad postquirúrgica y la mortalidad. La efectividad de la cirugía en los adultos mayores depende de la seguridad con la realización, los pacientes volverán a su vida normal, o al menos, no disminuirán con el procedimiento quirúrgico. A pesar de los avances en las técnicas quirúrgicas, el procedimiento anestésico y el cuidado postquirúrgico, que han vuelto a la cirugía más segura, menos pacientes ancianos se someten a una cirugía por cáncer colorrectal, en comparación con más jóvenes, ya que se les ofrece en menor escala un ‘tratamiento óptimo’ que incluye el hecho de que tienen menos posibilidades de ser referidos a un especialista con el conocimiento conocimiento para realizar esta decisión; adecuadamente, debido a su fragilidad mental y física y presenta un trastorno orgánico propio de la edad. Finalmente se describen los aspectos que me parecen importantes en el diagnóstico y prevención de esta enfermedad, para así aumentar la esperanza de vida de los pacientes que padecen cáncer colorrectal. En este ensayo trataremos el cáncer colorrectal, síntomas, causas, tipos, factores de riesgo en los adultos mayores y prevención, etc. 

Palabras clave: cáncer colorrectal, pólipos, diagnóstico, factores de riesgo, colonoscopia. 

Introducción

El cáncer colorrectal es el segundo tumor más frecuente en los seres humanos. Los avances científicos y tecnológicos ofrecen a los pacientes, tratamientos cada vez más efectivos y aunque las tasas de supervivencia son cada vez más elevadas, siguen diagnósticos nuevos casos, lo que supone un gran número de pacientes y familias afectadas por esta enfermedad. Recibir un diagnóstico de cáncer implica un gran impacto emocional y supone una ruptura con la forma habitual de vida. De la noche a la mañana y en muchos casos sin previo aviso, nos vemos obligados a cambiar los hábitos y costumbres, renunciar a muchas cosas y sobre todo a enfrentarnos a situaciones de amenaza y desconocidas. El hospital, las pruebas, la espera de los resultados, los tratamientos, son situaciones difíciles para enfermos, familiares y amigos. En ocasiones los tratamientos son breves y experimentados y la vida vuelve rápido a la normalidad. Otras veces, se complica más y más prolongadas, con recaídas y el proceso se vuelve más largo y complicado. Cada caso es único, y único será el modo de vivirlo. En este ensayo tratamos de informar sobre los factores de riesgo del cáncer colorrectal en adultos mayores, ya que es un tema de gran interés para el paciente adulto mayor, familiares, amigos, etc. y su objetivo es proporcionar un recurso útil a la comunidad en general, para afrontar esta enfermedad. 

Desarrollo

 La palabra cáncer es un término muy amplio que abarca más de 200 tipos de tumores malignos. Cada uno de ellos posee unas características particulares que en algunos casos son completamente diferentes al resto de los otros cánceres, pudiendo identificar enfermedades independientes, con sus causas, su evolución y su tratamiento específico. Por eso no es adecuado comparar entre sí el proceso por el que pueden estar pasando dos personas que tienen un diagnóstico de cáncer. A pesar de padecer una enfermedad que tiene el mismo nombre, sus síntomas, tratamientos y evolución pueden ser totalmente diferentes y lo que sirve para uno no puede tener ningún valor para otro. (Sáenz, 2015) 

 El cáncer colorrectal (CCR) es también conocido como el cáncer del colon o el recto y la tercera causa más frecuente de morbilidad y mortalidad por cáncer tanto para hombres como para mujeres. Las tasas de incidencia y mortalidad por edad son muy altas, por lo que es un grave problema de salud pública en todo el mundo, especialmente en los países muy ricos. La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen sobre un pólipo existente años antes en la mucosa del colon o del recto, que con el paso del tiempo y debido a la acción de distintos agentes sobre él, evolucionando a un tumor maligno. (Yépez, 2012) Los pólipos son pequeños tumores benignos que aparecen en la mucosa del colon y del recto. Suelen ser bastante frecuentes en la población de más de 50 años. Cuando se observa un pólipo al microscopio, se aprecia que existen varios tipos diferentes: Hiperplásicos: son los más frecuentes y no son malignos. 

  • Inflamatorios: Como los anteriores, tampoco tienen capacidad de malignizar. 
  • Adenomatosos: Poseen un potencial de malignidad, que depende de su tamaño y número; no todos los pólidos adenomatosos son malignos, tan solo lo hace un 10% de los mismos. 

Un estilo de vida saludable puede reducir el riesgo de padecer cáncer colorrectal y las personas que realizan actividad física durante su tiempo libre. La prevalencia de exceso de peso presenta una tendencia ascendente y es más prevalente en las mujeres de 50 años, por lo que se puede argumentar que los cambios importantes en el estilo de vida, junto con una mayor probabilidad de un diagnóstico tardío, pueden explicar el comportamiento del CCR. Las bajas tasas de mortalidad en países como Brasil, Colombia y México, tuvieron un efecto favorable de los hábitos dietéticos en estos países; sin embargo, los patrones del cáncer colonrectal para el futuro son desfavorables como consecuencias de cambios en los hábitos dietéticos, incluyendo un incremento de prevalencia de sobrepeso y obesidad. (Norat, 2013).

 Los avances en la quimioterapia y en la detección temprana del CCR han mejorado la supervivencia incluso en los pacientes con enfermedad hepática y ha conducido a un descenso en la mortalidad por CCR en un gran número de países. En los países latinoamericanos este escenario es lejano para la mayoría de la población por la alta proporción de casos detectados en estadios avanzados. (Norat, 2013). La supervivencia al CCR ha aumentado y refleja progresos en el control de la enfermedad, sin embargo, continúa baja en comparación con los países desarrollados, lo que pone en evidencia las deficiencias de los servicios de salud para el diagnóstico precoz, el tratamiento oportuno y la atención al seguimiento de los pacientes con CRC. Teniendo en cuenta la tendencia ascendente de la incidencia y mortalidad de la enfermedad y la mortalidad prematura por CCR se puede evitar; es prioritario que implementa un programa de detección temprana y que garantiza el acceso oportuno y de calidad al diagnóstico y tratamiento de pacientes con esta enfermedad, ya que una de las mayores limitaciones de este estudio es la atención de información sobre el tema al momento del diagnóstico en los pacientes con CCR. (Pardo, 2016) 

Síntomas

 Como todos los tumores malignos, el cáncer colorrectal produce una serie de síntomas, que pueden variar en función de su localización dentro del intestino grueso:

  •  Sangre en las heces: Es uno de los síntomas más frecuentes del cáncer colorrectal. Puede tratarse de sangre roja, más frecuentes en tumores de recto, sigma y colon descendente, o de sangre negra, que se mezcla con las heces dando lugar a deposiciones de color negro también llamadas melenas que aparecen con frecuencia cuando el tumor está situado en el colon ascendente.
  •   Cambio en el ritmo de las deposiciones: Aparece diarrea o estreñimiento en personas con ritmo intestinal normal. Es necesario tener en cuenta que este síntoma puede ser intermitente y se aconseja consultar a un médico ante cualquier hemorragia anal.
  •   Heces más estrechas: prácticamente esto se produce porque el tumor está estrechando el intestino y no permite el paso normal de las heces. 
  •  Tenesmo o sensación de evacuación incompleta: Suele aparecer en tumores localizados en el recto o en el colon izquierdo. 
  •  Dolor abdominal: Suele ser un síntoma frecuente, aunque normalmente, se trata de un dolor inespecífico. Cuando el tumor cierra parcialmente el calibre del tubo intestinal, se produce un cuadro de dolor abdominal tipo cólico. Cuando el cierre es completo se acompaña de estreñimiento y vómitos. 
  • El cansancio extremo o la pérdida de peso sin causa aparente: síntomas generales e inespecíficos que ocurren con frecuencia en casos de enfermedades, entre las que se encuentran los tumores. (Blanco, 2010) 

Causas

El cáncer colorrectal es una de las principales causas de muerte debido al cáncer. El diagnóstico temprano con frecuencia puede llevar a cabo una cura completa; casi todos los CCL. siguió en el revestimiento del colon y el recto. Cuando los médicos hablan del cáncer colorrectal, generalmente es a esto a lo que se están refiriendo. No hay una causa única para el cáncer de colon. Casi todos los cánceres de colon comienzan como pólipos no cancerosos (benignos), que lentamente se convierten en cáncer y hay mayor riesgo de padecer cáncer colorrectal si: 

  •  Tiene una edad más de 60 años.
  •  Es de origen afroamericano o de Europa oriental 
  •  Consume muchas carnes rojas o procesadas. 
  •  Tiene pólidos correctos. 
  •  Tiene enfermedad intestinal inflamatoria.
  •   Tiene antecedentes familiares de cáncer de colon. 

Algunas enfermedades hereditarias también aumentan el riesgo de padecer cáncer de colon. Una de las más comunes se llama poliposis adenomatosa familiar (PAF). Este tipo de cáncer también se presenta por la dieta que siguen las personas, ya que puede estar asociado con una dieta en grasas, baja en fibras y un consumo alto de carnes rojas. Algunos estudios han encontrado que el riesgo no se reduce si se pasa a una dieta rica en fibra; fumar cigarrillo y beber alcohol, son otros factores de riesgo para el cáncer colorrectal. (Blanco, 2010). 

Tipos De Cáncer Colorrectal

 La gran mayoría de los tumores malignos colorrectales se producen sobre lesiones afectadas en su mucosa, como pueden ser pólipos o enfermedades inflamatorias. Si observamos las células malignas al microscopio los cánceres colorrectales pueden ser varios tipos. Entre ellos destacan: 

  •  Adenocarcinoma que se produce en las glándulas que recubren el interior del colon y del recto. Es el tipo de cáncer más frecuente que aparece en el 90-95% de los casos. Sarcomas: tumores del tejido de conexión del tubo digestivo. 
  •  Linfomas: Cáncer de células de la defensa del estómago e intestino. 
  •  Tumores carcinoides: de las células productoras de hormonas del aparato digestivo. 
  •  Melanomas.- Es el tipo más serio de cáncer de piel. El melanoma; se forma en las células (melanocitos) que produce melanina, el pigmento que le da color a la piel. El melanoma también puede manifestarse en los ojos y, rara vez, en los órganos internos, como los intestinos. El hecho de que el tumor sea menos frecuente no quiere decir que su pronóstico sea peor, sino diferente al tipo de tumor de mayor incidencia en colon y recto. 

 

Clasificación Del Cáncer Colorrectal

Dependiendo de hasta dónde haya crecido, los tumores colorrectales se clasifican en distintos estadios o etapas. Se trata de una forma estandarizada para describir el grado de propagación del cáncer. Existen dos sistemas de clasificación para el cáncer colorrectal. Ambos se emplean por igual, y se denominan: Clasificación TNM y Clasificación de Astler y Coller. Clasificación TNM: Este sistema describe el grado de extensión del tumor (se identifica por la T), la afectación o no de los ganglios (se identifica por N) y la ausencia o presencia de metástasis (M). Estas categorías se pueden agrupar para determinar las distintas etapas de la enfermedad:  Estadio 0: Es la fase más precoz de la enfermedad, en la que las células malignas no traspasan la capacidad más interna del colon o del recto (mucosa).  Estadio I: El tumor ha crecido traspasando varias capas, pero sin atravesar, en ningún caso, la capa muscular. No existe afectación de los ganglios.  Estadio II: El tumor ha atravesado todas las capas que tienen la estructura del colon o el recto y en algunos casos pueden tener afectación de otros órganos. No se aprecia afectación ganglionar.  Estadio III: Existen ganglios afectados, afectados de hasta donde hayan penetrado las células tumorales en la pared.  Estadio IV: El tumor se diseminó y afectó a otros órganos a distancia. Clasificación de Astler y Coller.- En esta clasificación se utilizan las letras que van desde la A hasta la D. A: Lesión limitada a la mucosa sin afectación ganglionar. B: El tumor afecta a una parte de la pared del colon o el recto, sin atravesarla ni afectar los ganglios. B2: Afecta a toda la pared sin invasión ganglionar. C: La enfermedad puede afectar a una parte o toda la pared, con afectación ganglionar. D: Existe afectación de otros órganos alejados. (Sánchez, 2013) 

Diagnóstico De Cáncer Colorrectal 

 Cuando existen síntomas que hacen sospechar la posible existencia de una lesión en el colon o en el recto, el médico pedirá una serie de pruebas para determinar el diagnóstico; primero se elabora una historia clínica en la que se recogen datos del paciente, realizándose posteriormente una exploración física en la que se valora el estado general de la persona enferma. Esta exploración, que incluye el tacto rectal, se realiza habitualmente cuando el paciente se refiere a algunos de los síntomas previamente mencionados. El tacto rectal consiste en la exploración manual del año y parte del recto. El médico se coloca un guante y emplea lubricante para deslizar suavemente el dedo a través del ano y explorar la zona. Aunque es una prueba incómoda, es importante saber que no es dolorosa. Cuanto más relajado se consiga tener los músculos, resultará más fácil la prueba. Sin embargo, el tacto rectal es insuficiente para llegar a un diagnóstico correcto, por lo que es necesario realizar una colonoscopia que es una prueba que permite visualizar la mucosa de todo el colon y el recto a través de un tubo largo y flexible (endoscopio) que se presentar por el ano. Para la realización del diagnóstico, es necesario que la persona siga una dieta especial, al menos durante 2-3 días y el día antes de la prueba empleador laxantes, con el fin de que tanto el colon como el recto están limpios de heces y pueda observar la mucosa sin impedimentos. (Sáez, 2015) 

Reacciones Emocionales

Enfrentarse a un diagnóstico de cáncer es una experiencia compleja, difícil y muy estresante. Sin duda, durante este proceso van a conjugarse un gran número de eventos que generan tensión, incertidumbre y angustia. A nivel personal, constituye una crisis vital, es una situación inesperada y amenazante que supone un cambio rotundo en la vida de un enfermo, pues, pasa de ser una persona más o menos sana, ser una persona con una grave enfermedad, más aun cuando son adultos mayores. La mayoría de los enfermos diagnosticados de un cáncer afectado un shock emocional; al recibir la noticia, algunos se ponen muy nerviosos, agitados, otros se sienten tremendamente tristes, o se encierran en sí mismos; existen muchas reacciones. Podríamos decir que todas esas emociones, sensaciones y alteraciones significan que se disparó tu alarma, percibes que hay una amenaza y reaccionas. Durante este período inicial de confusión, abatimiento, rabia o ansiedad te pueden aceptar lo que sientes y identificarlo. Si lo reprimes, al final, explota. Igualmente no sirve de nada intentar no sentir. Aunque no lo expresa, sigue ahí, y antes o después, de algún modo, esté. Desde la transformación de una primera célula normal hasta la aparición de un cáncer detectable es necesario que transcurra un número elevado de años, ya que, es un proceso que conlleva múltiples alteraciones en los genes. Aunque se suele hablar de cáncer colorrectal, el término engloba a dos tumores de comportamiento muy diferente: cáncer de colon y cáncer de recto. La mayoría de los cánceres colorrectales aparecen sobre un pólipo existente años antes en la mucosa del colon o del recto, que con el paso del tiempo y debido a la acción de distintos agentes, evolucionando a un tumor maligno. 

Factores De Riesgo Del CCR En Los Adultos Mayores 

Un factor de riesgo es todo lo que aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle cáncer, por lo que es muy importante conocer los factores de riesgo del cáncer colorrectal para ayudar al paciente a tomar decisiones y mejorar su estilo de vida. Estos factores de riesgo son: Edad.- El riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumenta con la edad y puede aparecer en adultos jóvenes y adolescentes, pero la mayoría de los casos se presenta en personas mayores de 50 años. Para el cáncer de colon, la edad promedio al momento del diagnóstico es de 68 años en hombres y 72 años en mujeres. Los pacientes de edad avanzada que recibieron un diagnóstico de cáncer colorrectal desafíos únicos, especialmente en relación con el tratamiento del cáncer. Es importante destacar que aunque el cáncer colorrectal aún se diagnostica con mayor frecuencia en adultos mayores, la tasa de incidencia para el cáncer colorrectal disminuyó alrededor del 5% por año en adultos de 65 años o mayores y disminuyó un 1,4% por año en adultos de 50 a 64 años, según las últimas estadísticas. Mientras tanto, la tasa de incidencia reducida alrededor del 2% por año en adultos menores de 50 años. El aumento se debe en gran parte a la cantidad creciente de casos de cáncer de recto. Alrededor del 11% de todos los diagnósticos de cáncer colorrectal son en personas menores de 50 años. (Roque, 2011) 

  • Sexo.- Los hombres tienen un riesgo levemente mayor de desarrollar cáncer colorrectal que las mujeres. 
  • Raza.- Las personas de raza negra tienen las tasas más altas de cáncer colorrectal esporádico o no hereditario, convirtiéndose en una de las principales causas de muerte relacionadas con el cáncer en las personas de raza. Las mujeres negras tienen más probabilidades de morir por cáncer colorrectal que las mujeres de cualquier otro grupo racial y los hombres negros son incluso más propensos a morir de cáncer colorrectal que las mujeres negras. Las razones de estas diferencias son poco claras. Debido a que las personas de raza negra tienen más posibilidades de recibir un diagnóstico de cáncer colorrectal a una edad más temprana. 
  • Antecedentes familiares de cáncer colorrectal.- El cáncer colorrectal se puede transmitir en la familia si los padres de primer grado (padres, hermanos, hijos) o muchos otros miembros de la familia (abuelos, tíos, sobrinos, nietos, primos) han sufrido cáncer colorrectal Esto se produce especialmente cuando los miembros de la familia se les diagnostica cáncer colorrectal antes de los 60 años de edad. Si una persona tiene antecedentes familiares de cáncer colorrectal, su riesgo de desarrollar la enfermedad es casi el doble. El riesgo aumentado más si otros parientes cercanos también han desarrollado cáncer colorrectal o si un pariente de primer grado recibió el diagnóstico a una edad temprana. Es importante hablar con los miembros de su familia sobre los antecedentes familiares de cáncer colorrectal. Si piensa que puede tener antecedentes familiares de cáncer colorrectal, debe tener una prueba genética, ya que solo pueden determinar si tiene una mutación genética. 
  • Afecciones hereditarias raras. – Los familiares con problemas afecciones hereditarias poco frecuentes también tienen un riesgo mayor de cáncer colorrectal, como de otros tipos de cáncer. 
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) .- Las personas con enfermedad inflamatoria intestinal como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, pueden padecer una inflamación crónica del intestino grueso. Esto aumenta el riesgo de cáncer colorrectal. 
  • Pólipos adenomatosos (adenomas) .- Los pólipos no son tipos de cáncer, pero algunos tipos de pólipos, denominados adenomas, pueden transformarse con el tiempo en cáncer colorrectal. Los pólipos, a menudo, pueden extirpar por completo con un instrumento durante una colonoscopia, la extirpación de los pólipos puede prevenir el cáncer colorrectal. Las personas que han tenido adenomas son más propensas a tener pólipos nuevamente y sufren cáncer colorrectal, por lo que deben tener exámenes de detección de seguimiento en forma periódica (consulte a continuación). 
  • Antecedentes personales de ciertos tipos de cáncer.- Las personas con antecedentes personales de cáncer colorrectal y las mujeres que han padecido cáncer de ovario o cáncer de útero son más propensas a desarrollar cáncer colorrectal.
  •  Inactividad física y obesidad.- Es posible que las personas con un estilo de vida sedentario, que no realicen ejercicio físico y permanencia mucho tiempo sentado, y quienes tienen sobrepeso o son obesos, corran un mayor riesgo de contraer el CCL
  •  Nutrición. – Las investigaciones actuales vinculan de manera sistemática el mayor consumo de carnes rojas y carnes procesadas con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. También se han observado otros factores dietarios para saber si están afectados el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. 
  • Tabaquismo.- Estudios recientes han detectado que los fumadores tienen más posibilidades de morir de cáncer colorrectal que los no fumadores. (Roque, 2011). 

Seguimientos y Revisiones Médicas

 Una vez finalizados los tratamientos es preciso realizar revisiones periódicas, ya que son necesarios para confirmar que el paciente está bien para el seguimiento y control de los efectos secundarios del tratamiento y para instaurar, si es necesario, un tratamiento lo más rápidamente posible. Los pacientes deben considerar los cambios producidos por la enfermedad como una oportunidad para marcar nuevas metas en su vida; la pérdida de algunas posibilidades puede llevar a descubrir otras que siempre se ignoran; cuando el paciente se sienta frustrado por las limitaciones del CCR, debe recuperar el control sobre las diferentes áreas de su vida, adaptarse a los cambios que tenga que hacer. Tras el tratamiento más completo, siempre existe un riesgo de reaparición de la enfermedad. En caso de que esto ocurra, su diagnóstico previo permite instalar de nuevo un tratamiento rápido y por tanto puede aumentar la supervivencia del paciente. Este riesgo limitado con el paso del tiempo. Por ello, durante los 2-3 primeros años tras el diagnóstico es aconsejable realizar evaluaciones cada 3-4 meses. Durante los años 4º y 5º las revisiones pueden espaciarse algo más y se realizan cada 6 meses. A partir del 5º año, las revisiones pueden hacerse anualmente. Las pruebas que habitualmente se solicitan en las revisiones periódicas tras la realización de una exploración minuciosa son las siguientes: 

  • Colonoscopia: Permite determinar si el tumor se ha reaparecido en el lugar de origen o si se observa algún pólipo nuevo, que sea exactamente extirpar para prevenir una evolución maligna.
  •  Analítica completa: Se determinan parámetros que nos indican el funcionamiento del hígado (órgano donde aparecen con más frecuencia las metástasis) y el resto de órganos. Asimismo, solicite marcadores tumorales que sirven de orientación en la evolución de la enfermedad. 
  • TAC abdominal y pélvico: Valora el estado pulmonar y la zona donde estaba situado el tumor. Ecografía abdominal: permite visualizar la existencia o no de lesiones en el hígado que nos hacen sospechar una metástasis. 
  • Radiografía de tórax: Se puede realizar una radiografía después del diagnóstico de cáncer colorrectal para saber si el cáncer se ha propagado a las pulmones.

 En los días o incluso semanas previas a las revisiones los pacientes pueden notarse más irritables, nerviosos, con dificultad para dormir, impaciente; este comportamiento hace que se experimente más tensión, siendo lo más adecuado poner en marcha las estrategias útiles durante los tratamientos para controlar estas reacciones. En caso de que no se encuentren métodos para manejar estas emociones, puede recurrir a un médico profesional que brinde su ayuda y sus consejos. (Cortinas, 2014) 

Conclusión

El cáncer colorrectal se ha convertido en una enfermedad común y letal con el paso de los años, ya que es la causa de mortalidad en el mundo entero y afecta tanto a hombres como a mujeres, desarrollándose más en las personas adultas de 50 años en adelante El riesgo de padecer cáncer de colon aumenta con la edad y si tiene más de 50 años, debe detectar pruebas de detección precoz de cáncer de colón. La mayoría de los pólipos y el cáncer de colon en sus primeras etapas no productores de síntomas; puede tenerse un pólipo o incluso un cáncer sin saberlo. Las pruebas de detección previas pueden diagnosticar pólipos antes de que se conviertan en cáncer, o incluso un cáncer en sus primeras etapas. Las posibilidades de curación del cáncer de colon dependen de la fase en la que se encuentra el paciente al momento de su diagnóstico. En las etapas tempranas de su desarrollo superan el 90%. Una de cada tres muertes por cáncer de colon puede evitar si todas las personas mayores de 50 años se efectúan pruebas de detección precoz con regularidad. La colonoscopia es la prueba más precisa y versátil para el diagnóstico de cáncer colorrectal.   

17 August 2021
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