Farmacia: El Sector De La Salud Esencial Para La Economía
El sector de la salud forma parte esencial de la economía productiva y social de los países avanzados, es generador de riqueza y empleabilidad. Su alta interdependencia con otros mercados estratégicos y globales, convierten a su cadena de diseño hacen que la industria sea una innovación de primer orden.
En los últimos 40 años esta economía del bienestar ha sido el sector con más rápido crecimiento en Europa y América. La industria de la salud está presente en todas las formas y procesos de globalización y servicios, así como sus factores de producción. La inversión en Investigación y Desarrollo en productos farmacéuticos y biotecnología no ha sido afectada de forma significativa a pesar de la crisis económica.
El insumo farmacéutico representa más del 50 % de los activos que se generan en la “industria de la salud”, y su crecimiento siendo abrumador en volumen de ventas y resultados económicos. La crisis financiera global y sus efectos en la economía de las empresas no han representado en el sector farmacéutico cambios significativos en su rentabilidad. Además, sus ratios de beneficio sobre recursos propios siguen siendo elevados y sostenibles en comparación con otros sectores estratégicos de la economía.
El proceso de crecimiento de esta industria se debe a una conexión de factores como: la consolidación de los activos fijos a largo plazo; la consistencia competitiva de sus estrategias globales; el continuado beneficio operativo sobre ventas e inversión; así como la capacidad de influencia sobre los decisores del sector y su eficiente red que llega a todos los ámbitos y niveles de actuación sanitaria.
Las empresas con base tecnológica en biomedicina es hoy uno de los enfoques más visibles del desarrollo económico y social de las economías modernas. Sin duda, este sector de la economía social precisa de regulación tanto nacional como internacional, de políticas de precios transparentes y socialmente responsables, de garantías públicas para blindar la propiedad industrial y de un sistema de innovación.
La industria farmacéutica tiene sus propias incertidumbres estructurales y de mercado, derivadas de la caducidad de los derechos de propiedad de determinados fármacos líderes en ventas, la incierta cartera de insumos en proceso de investigación, el incremento del uso de fármacos biosimilares, la presión a la baja del precio de los medicamentos biológicos.
Pero de la ciencia y la técnica dependen buena parte de las soluciones a las necesidades de salud de las personas y poblaciones, y de cómo se promueva y gestione la innovación dependerá la creación de nuevos mercados farmacéuticos emergentes competitivos. Todos estos cambios que buscan una mayor competitividad y valor añadido en los procesos de innovación biomédica están generando un nuevo modelo de negocio adaptando estructuras, competencias y dinámicas de colaboración con todos los agentes que están integrados en la cadena de valor del sector sanitario.