Fases Expuestas En El Hombre En Busca De Sentido

Introducción

El libro trata de las experiencias vividas en un campo pequeño de concentración, de los cuales la mayoría no habla, horrores vividos contados por un sobreviviente, que tampoco habla de sufrimiento y muerte. Los capos para explicarnos mejor, eran los administradores de los campos, que tenían privilegios por estar ahí, ellos eran duros con los prisioneros y muchas veces peor que los propios guardias, habla de prisioneros normales y corrientes que los capos despreciaban, que tenían poco o nada que llevarse a la boca, estos capos eran escogidos de entre los propios prisioneros que tenían el carácter, y que eran obligados a tratar mal a los prisioneros y de no hacerlo, los degradaban, pero al mismo tiempo abusaban de su poder golpeándolos.

  • Selección activa y pasiva.

La vida de un prisionero de concentración como del que nos habla el autor, era una lucha constante por la vida. Cuando se venía la hora de la selección para llevarlos a un campo de concentración ya se sabía de antemano que era para no volver más, porque los llevaban a una cámara de gas, los primeros fueron los más agotados y los enfermos, pero al enterarse ellos mismos peleaban no por aparecer en la lista, pero aun así los nombres se intercambiaban, así que nadie era excluido, con un número determinado de pasajeros para el traslado, todos ellos tenían la obligación de marcarse con un número bordado al uniforme, a partir de ahí no había consideraciones de ningún tipo ni despedidas.

  • El informe del prisionero no. 119.104: ensayo psicológico.

Un prisionero más 119.104 vendido como esclavo para una constructora, la cual otorgaba cupones de premio la cual el autor llegó a tener dos cupones que podían fácil ser cambiados por 6 cigarrillos cada uno, y estos cambiarse por 6 raciones de sopa, privilegio de pocos, el privilegio de fumar solo era para los capos, que tenían asegurada su cuota semanal de cupones o para los prisioneros que trabajaban como capataces que recibían cupones por tareas peligrosas.

Primera fase: internamiento en el campo.

  • Estación Auschwitz.

La primera fase es el shock, que es la admisión formal del prisionero, cuenta el autor que eran 1500 personas viajando en tren, 80 por vagón, todos sentados de su propio equipaje, abarrotados que solo quedaba la parte superior de las ventanillas, de pronto se gritaba Auschwitz, nombre que evocaba los horrores de la guerra, las cámaras de gases, hornos crematorios, matanzas indiscriminadas, a los lejos se veían los grandes campos, la larga extensión de la cerca de varias hileras con alambrada espinosa, las torres de observación, los focos y la interminables columnas de figuras humanas, uno estando ahí se imaginaba horcas con gente colgando de ellas, se estremeció el autor de horror de solo pensarlo, imaginarse de nuevo ahí era espantoso, les daban un uniforme rayado de color gris, y afeitada la cabeza.

  • La primera selección.

Por la tarde se les explicaba de la primera selección, el primer veredicto, los dela izquierda los mandaban directo al crematorio, significaba la muerte para muchos, al que llamaban baño, afortunadamente para el autor, nunca llego a tal edificio, en donde a muchos se les daba una pastilla de jabón, el autor perdió a su amigo, quería buscarlo porque le dicen que lo señalaron hacia la izquierda, pero nadie le respondió solo le dijeron que se elevó al cielo junto con el humo que despedía la chimenea.

  • Desinfección.

Esperaban en un cobertizo y ahí luego de unos minutos se les pidió que se desprendieran de todo lo que cargaban, como relojes y joyas, aun a pesar de que muchos intentaban quedarse con su anillo de casados, de pronto se hizo un revuelo cuando entraron de nuevo los oficiales y les pidieron que se desnudaran, y ahí los llevaban al baño donde muchos lo hacían después de mucho tiempo y con agua de verdad. Después los rasuraban de la cabeza y cuerpo.

  • Nuestra única posesión: la existencia desnuda.

Mientras esperaban solo se veían con su desnudez, era lo único con lo que contaban, sus gafas, algunos y el cinturón. Al ingenuo que ocultaba algo después lo castigaban, con azotes.

  • Las primeras reacciones.

A pesar de que poco a poco se esfumaban las esperanzas de todos los prisioneros, había algo de humor en ellos, macabro. Y extrañamente el autor se fue dando cuenta de algunas mentiras que los libros cuentan, por ejemplo, que no se muere porque no se duerme, menciona algunas sorpresas como no poder subir los zapatos a las literas, no poderse lavar los dientes y aun así con encías saludables, pasaban días sin lavarse, sin embargo las heridas no se infectaban, otras que a pesar de ser ligero de sueño, el dormir apretujados y con ronquidos era un dormir plácidamente.

  • ¿Lanzarse contra la alambrada?

Hacer un estudio psicológico de lo que sucedió allá dentro esta por muy lejos, de contar la experiencia de vivir lo desesperado que es convivir de diario con la muerte, de tener un pensamiento suicida ante tan situación no era prohibido sino por el contrario, en aquellos momentos era lo único que los alentaba a todos los que se encontraban ahí, haciéndose la promesa de que no se lanzarían contra la alambrada por convicción, a las creencias propias o por curiosidad al salir de ahí.

Segunda fase: La vida en el campo

  • Apatía.

La muerte emocional llegaba con el brinco de la primera a la segunda fase, el prisionero experimentaba las torturas de otras emociones como la añoranza de su casa y familia, seguía la repugnancia por lo que veía a su alrededor, con uniformes andrajosos, cuando llegaba un prisionero a todos les lanzaban excremento en la cara y no podían quitárselo de lo contrario eran merecedores de una serie de latigazos por la delicadeza del prisionero, así se aceleraba la mortificación de los prisioneros ante las reacciones normales. Incluso al prisionero se le castigaba por hacer fila en la enfermería porque se pensaba que era para zafarse de sus labores.

Al autor le tocaba ver como morían sin sobresalto los enfermos de tifus, los delirios por su agonía eran tan fuertes que ya no le provocaban ningún cambio en el estado de ánimo, incluso si los zapatos servían se los intercambiaban con el cadáver o le quitaban la comida si moría con ella, era tan común esto, que no provocaba ya ninguna emoción, provocaba en el autor del libro que solo se limitaba a jalarlo de las piernas y lo llevaba hasta la puerta, era pesado pues a falta de alimentación, cargarlo era un mayor esfuerzo. Lo que hace daño.

Después de la apatía y el adormecimiento de las emociones, eran los síntomas que se manifestaban en la segunda eta psicológica del prisionero lo que eventualmente lo hacía insensible a los golpes diarios que en el campo se vivían, gracias a eso el prisionero que llego a sobrevivir, pudo sobrevivir a tanto horror vivido en el campo.

  • El insulto.

El insulto es lo que dolía más por ejemplo nos cuenta que en una ocasión tenían que arrastrar los durmientes del tren y si alguien resbalaba, el peligro lo tenían todos, solo aquellos que, con defectos de nacimiento, los mandaban al crematorio en la primera selección, más un amigo que tenía la cadera dislocada batallo para cargar el durmiente y al tratar de ayudarle se lo impidieron los mismos guardias, porque decían que los cerdos como ellos no tenían espíritu de compañerismo.

  • Los sueños de los prisioneros.

Se comprende que el estado de tensión que se vivía en los campos provocaba, forzaban al prisionero a vivir en la forma más primitiva posible y al hacer un psicoanálisis, hablaban haciendo una regresión, del internado en el campo, y dio como resultado que los prisioneros soñaban con pan, pasteles, cigarrillos y baños. ni las pesadillas era peor que la realidad a la que vivieron todos ellos, así que no se despertaban si se daban cuenta que estaban sufriendo una.

  • El hambre.

El hambre el instinto más primitivo por el cual se centraban los prisioneros, intercambiando menús cuando se les podía hacerlo, porque ellos al final del campamento recibían un plato de sopa aguada con un trozo de pan, incluso los enfermos recibían los peores tratos, aun escondiendo el pan por unas horas, el hambre era atroz.

  • Sexualidad.

No había deseo sexual, la perversión sexual era mínima, aun en los sueños los deseos eran inhibidos.

  • Ausencia del sentimentalismo.

El sentimentalismo no existía, aun a pesar de haber pasado por su ciudad natal, se sentía más muerto que vivo.

  • Política y religión.

En el campo de concentración se sufría una hibernación cultural, casi todo el campo se hablaba de política, las discusiones se hacían de rumores y se transmitían con ansia. Los rumores de que la guerra acabaría eran muy frecuentes, en la religión las oraciones a veces se daban en el rincón de las barracadas.

  • Una sesión de espiritismo.

Lo invito el medico jefe de campo, quien supo que el autor era psiquiatra, y presencio una, la cual por sus estudios no encontró nada fuera de lo normal más que el espíritu de su subconsciente debió de escuchar unas palabras y guardarlas para luego escribirlas en un papel simulando que era un espíritu que las escribió.

  • La huida hacia el interior.

Los prisioneros con riqueza espiritual fueron los que más sufrieron en los campos de concentración.

  • Cuando todo se ha perdido.

Cada vez que marchaban y se tropezaban pensaban en sus esposas, fue entonces que comprendió que la poesía era el mayor secreto y por el cual pudo sobrevivir cualquier hombre, y a través del amor, que la mujer amada es lo más hermoso que existe, lo que los hacia fuerte para continuar con los crueles trabajos del campo, la imagen de su esposa era lo que los mantenía fuerte para seguir adelante y esperanzados en volver a verla.

  • Meditaciones en la zanja.

Esa meditación de la vida interior ayudaba mucho al prisionero, la imaginación de las recreaciones de los hechos pasados, la nostalgia los animaba, haciéndoles añorar su salida de ahí para encontrarse con su ser querido era lo más glorioso con lo que contaban para soportar tan terribles circunstancias

  • Monologo al amanecer.

Hablaban solo o más bien lo hacían con su esposa, los distraía del trabajo duro y podían perderse en sus pensamientos a pesar de que en la realidad le estaban gritando e insultando.

  • Arte en el campo.

Solo en algunas situaciones los ayudaban a olvidar la v vida en el campo, una especie de teatro, construido cerca de las barricadas y se disponían a entretenerlos para olvidar un poco lo vivido, y eso era muy gratificante, en el campo se concedían premios por entretenerse, y por aplaudir.

  • El humor en el campo.

El humor es otra arma con la que el alma lucha por su supervivencia, el humor tiene la ventaja de otorgar la fuerza necesaria para sobreponerse de cualquier situación, el mismo autor entreno a un compañero para que desarrollara su sentido del humor, le sugería que cada vez que se vieran inventarían una historia graciosa sobre cuando se liberarían.

  • Quien fuera un prisionero común.

Unos compañeros pasaron donde trabajaban los prisioneros de ese campo y se veían felices el autor relata que hasta los envidiaban por su reflejar en el rostro que era de felicidad, disponiendo de todo lo necesario para hacer más placentera su estadía, y noticias del exterior, cosa que los que se encontraban ahí ya habían perdido, se les veía que trabajaban con comodidades que ellos no tenían.

  • Suerte es lo que a uno no le toca padecer.

Agradecían en el campo el más mínimo favor hasta unos minutos antes de dormir para despiojarse, con la luz encendida, aunque los verdaderos placeres escaseaban, como por ejemplo cuando pasaban revista ellos, que se encontraban en la enfermería tenían que esperar hasta dos días, pero lo preferían que estar allá afuera, azotados por el frio y los maltratos de los guardias.

  • ¿Al campo de infecciosos?

La suerte del autor se ve incrementada aún más porque al solicitar un puesto como voluntario, el acepto

  • Añoranza de soledad.

A veces era necesario mantenerse alejado de la multitud, por salud mental, tener una plática interna para encontrar la paz, y eso lo encontraba en el área de enfermería solo de vez en cuando se ocupaba tomándole él puso a los enfermos.

  • Juguete del destino.

Cuando desechaban los cadáveres era cierto número según la lista, porque eso, era lo más importante. Cuando se transportaban a los enfermos el autor tenía suerte porque él era incluido en la lista de médicos.

La última voluntad aprendida de memoria.

Con miedo en mis compañeros, lágrimas en los ojos de ellos, les dije mi última voluntad en caso de que ya no volviera, pero mi sorpresa fue que, si era, un traslado a un campo de reposo de verdad.

  • Planes de fuga.

Hubo una oportunidad de fuga, asistiendo como médico especialista a moribundos de tifus, el día en que todo el campo debía ser evacuado, cosa errónea, de pronto se cerraron las puertas de las barricadas y empezaron a quemarlos vivos, ahí solo ellos estaban con fuerzas de seguir con su plan. Pero curiosamente fueron los últimos días que pasaron en el campo.

  • Irritabilidad.

Llegaba a ellos por el cansancio y el hambre y saber que los capos eran soberbios con ellos.

  • La libertad interior.

Las experiencias de la vida en un campo demuestran que el hombre tiene capacidad de elección. El hombre puede conservar un vestigio de la libertad espiritual, de independencia mental, incluso en las terribles circunstancias de tensión psíquica y física, la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias.

  • El destino, un regalo

El modo en que el hombre acepta su destino y todo el sufrimiento le da muchas oportunidades de supervivencia. Y ni pensar que las conclusiones del autor son vanas, no, solo algunas personas son capaces de alcanzar metas tan altas, como los prisioneros del campo de concentración, solo algunos llegaron a ser libre.

  • Análisis de la existencia provisional.

La observación psicológica de los prisioneros era que todos concuerdan que ellos no sabían cuando iban a salir. Un sentimiento de falta de vida, ante la apatía de estar ahí. Golpeados insultados humillados, con hambre. Otra forma era regresar al pasado para soportar el presente, tomando en cuenta que solo algunos pacientes pueden alcanzar metas elevadas.

  • Spinoza, educador.

El hombre tiene la peculiaridad de que no puede vivir sino ve el futuro, y esto representa sus salvaciones en los momentos más complicados de su existencia. Solo los que conocen la vida en el campo, los que saben si pierden la esperanza y el valor, esto puede representar la muerte.

  • La pregunta por el sentido de la vida.

Lo que se necesita es un cambio radical sobre el sentido de la vida, enseñar a los desesperados que tenemos que dejar de hacernos preguntas sobre el valor o no la vida,

  • Sufrimiento como prestación.

Una vez revelado el conocimiento del sufrimiento en el campo no había necesidad de sentir vergüenza por llorar.

  • Algo nos espera.

En el campo de concentración no podías ayudar a alguien que quería quitarse la vida, porque el hombre que se hace consiente de su responsabilidad ante el humano que le espera con cariño nunca podrá tirar su vida por la borda.

  • Una palabra a tiempo.

Las oportunidades para una terapia colectiva eran limitadas en el campo de concentración. Mas a un a pesar de mis condiciones infrahumanas infundirles animo era lo más importante para mí.

  • Asistencia psicológica.

A un a pesar del tifo, las condiciones de vida, había esperanza, hablaba del futuro, cuando podía, hablaba del sacrificio que era estar ahí, pero de la paz y tranquilidad el saber que la muerte solo llegaría cuando fuese necesario y solo para evitar seguir sufriendo.

  • Psicología de los guardias del campamento.

Se hallaban embotados por tanto año en los que participaron de tantas barbaries, y solo algunos oficiales llegaban a sentir lastima por nosotros, solo pocos fueron defendidos por nosotros porque sabíamos que iban a vivir lo mismo cuando las tropas llegaron al campo al liberar a los judíos.

Tercera fase: Despues de la liberación 

Al ser liberados, nadie dijo nada, solo se caminaba con el temor de caerse, con miedo por la falta de gritos y golpes, caminaban y llegaban a los prados desconcertados, nos despersonalizamos de todo sentimiento y poco a poco teníamos que recuperarlo, el cuerpo reacciona diferente a la mente, tiene hambre come, hablaba por horas.

  • El desahogo.

El prisionero no está exento de cuidados al ser liberado, corre mayor peligro en su salud psíquica, el ser humano no puede escapar de dicha brutalidad vivida así de simple, se corría el riesgo de que ahora que dejaron de ser víctimas eran los victimarios

PARTE SEGUNDA

CONCEPTOS BASICOS DE LOGOTERAPIA.

  • Voluntad de sentido.

El sentido de la vida por una búsqueda del hombre constituye una fuerza primaria, sentido único en cuanto a que es uno mismo, así solo podrá satisfacerla de haberla encontrado. Tenemos que considerar que los principios morales como simple expresión, ellos tiran del hombre para su supervivencia, interviniendo siempre la voluntad.

  • Frustración existencial.

La existencia es el modo de ser específicamente humano, y encontrar un sentido a la existencia es la voluntad de sentido.

  • Neurosis neoogena.

Nace de los conflictos de los principios morales. Y la terapia sería una logoterapia que son los temas espirituales los que nos llevan a la superación personal. Y no una enfermedad mental es la angustia espiritual.

  • Noodinamica.

No hay nada en el mundo capaz de ayudarnos a sobrevivir como el hecho de saber que la vida tiene un sentido.

  • El vacío existencial.

Es la doble perdida del ser humano. Y se manifiesta en un estado de tedio, a veces enmascarado y se manifiesta con una voluntad de poder, o la voluntad de tener dinero y en algunos casos la libido sexual es agresiva.

  • El sentido de la vida.

Es diferente de una persona a otra.

  • La esencia de la existencia.

La logoterapia intenta hacer al paciente responsable de sus actos. Y que el sentido de la vida debe encontrarse en el mundo y no en el interior del ser humano. El sentido de la vida siempre se está cambiando, pero nunca termina.

  • El sentido del amor.

Constituye aprehender a otro ser humano en lo más profundo de su personalidad.

  • El sentido del sufrimiento.

Lo más importante es la actitud que se toma ante el sufrimiento. Es de tipo incondicional.

  • Problemas meta clínicos.

Hoy los psiquiatras se enfrentan más a conflictos filosóficos que a conflictos emocionales.

  • Un logodrama.

Es cuando uno se imagina en su lecho de muerte y piensa todo lo que ha hecho en vida, buena o mal, esto le da un resumen y puede concluir si ha valido la pena vivir y encontrarle sentido a la vida.

  • El supra sentido.

Excede y sobrepasa la capacidad intelectual del hombre.

  • La transitoriedad de la vida.

El único momento transitorio de la vida es cuando se hace realidad y se entrega al pasado y se perdió para siempre en él.

  • La logoterapia como técnica.

No es posible calmar un temor como lo es a la muerte, la terapia consiste en extrapolarse y decir que el deseo es el padre del pensamiento y la madre es el miedo al suceso.

  • La neurosis colectiva.

Puede descubrirse como una forma privada y personal del nihilismo y es una aseveración del que el ser humano carece de significado.

  • Critica al pandeterminismo.

El hombre no está condicionado y determinado, él es el que determina si ha de entregarse a las situaciones o hacer frente a ellas. El hombre no se limita a existir, sino que decide como será su existencia.

  • El credo psiquiátrico.

Un individuo psicótico incurable puede perder la utilidad del ser humano y conservar, sin embargo, su dignidad.

  • La psiquiatría Re humanizada.

El hombre simplemente es aquel que llega a ser lo que puede dentro de sus propios límites. (Frankl., 1946)

Conclusión.

Es triste y muy interesante conocer los horrores de la guerra, por lo que pasaron muchos prisioneros, abordados por el miedo y la desesperación si por algún día podrían salir de ahí, y en psiquiatría hay un estado de ánimo que se conoce como la ilusión del indulto, que es cuando el condenado a muerte, tiene la creencia de que lo indultarán en el último segundo, tan solo ver las mejillas sonrosadas de los compañeros daba la impresión de que no pasaría nada y se aferraban a ese estimulo poder sobrevivir.

Después de la primera fase o en la fase de shock el autor paso por un estado de depresión. Lo que más dolía es que se burlaran de ellos, no los latigazos ni los insultos.

A pesar de que algunos oficiales los ayudaban, el horror que se vivió ahí fue horrible. Se comento que tiempo después los oficiales estaban en busca de todos los cuerpos completos, y al estar buscando un brazo lo encontró en unas brazas. Suponiendo canibalismo.

La libertad espiritual es lo único que no puede ser arrebatado y eso hace que la vida tenga sentido, eso hace pensar que un ser humano puede pasar por mucho antes de ser derribado, la mentalidad es de cada quien, y los que lo hicieron, ya sea por estar sumergidos en sus propios sueños, en sus ideologías que los esperanzaba a la salida de aquel lugar.

Bibliografía

  • Frankl., V. E. (1946). PDF, Duodecima. (H. S.A., Editor) Recuperado el 04 de abril de 2019, de https://lookaside.fbsbx.com/file/Viktor%20Frankl%20-%20El%20Hombre%20En%20Busca%20De%20Sentido.pdf?token=AWyl_cfP_eNMz148PwbAXSm6cEi8vdmE8prrjdSMJmZwPJY8CothLZ9u9y5ZOp4kPfam1ZR7D6DkHwH0r0o164DG4IcOyc4cGhlglJ3KeJ2PWdJWQeEB_8jNOvrhAEGjbsrw6uwm053TH_RdYKmHW_
10 July 2021
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