Feminismo y Machismo en las Obras de la Ciencia Ficción
La sociedad del futuro tendrá grandes innovaciones tecnológicas, un sistema educativo radicalmente distinto y… seguirá siendo machista. Las obras de ciencia ficción nos adentran en el mundo de la tecnología, el mundo de lo extraño, lo nuevo; nos transportan al mundo del futuro. Como bien dijo Arthur C. Clarke (s.f.): “Lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje”. La ciencia ficción debe ser cuidadosa a la hora de retratar cómo lo es todo. Debido a la naturaleza misma del género, es doblemente interesante analizar cómo se retratan ciertos temas controvertidos, cuya forma de verse a través del tiempo ha cambiado radicalmente.
Es, entonces, llamativo responder a la pregunta ¿cómo retrataban autores clásicos como Asimov a las mujeres del futuro en sus obras, inmersos en una época donde las mujeres no gozaban de los derechos del día de hoy?
De manera más puntual, en este ensayo se analizará la forma en la que se retrata a las mujeres y se asignan los roles de género en el cuento Cuánto se divertían de forma patriarcal.
Para ello, se examinarán a detalle extractos del texto comparando con otros textos de la época, para así determinar si esta representación de las mujeres es única al autor o está presente en otros textos de ciencia ficción de los cincuenta. De ser así, se iluminaría un aspecto no tan conocido sobre la Edad de Oro de la ciencia ficción.
Antes que nada, se habrán de definir lo estándares actuales bajo los cuales se analizará el cuento. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la palabra “género” se refiere a “…los roles, comportamiento, actividades y atributos construidos que una sociedad en particular considera apropiada para los hombres y las mujeres” (Gender, equity and human rights, 2018). Es claro que la definición de género ha ido cambiando a través del tiempo, distanciándose cada vez más del sexo biológico. Dicho esto, concerniente aquí es cómo se ve en la literatura: ¿acaso esta transición de la definición de género se dio más rápido o lento en la ciencia ficción?, ¿cómo se ve en Cuánto se divertían?
Con la intención de comenzar a responder a estas cuestiones, hay que recordar que los autores de ciencia ficción deberían aspirar a cambiar aquello a lo que estamos acostumbrados. Pese a que la ciencia ficción ha hecho esto desde sus orígenes, los cuentos, novelas y cómics deben adoptar cierta estructura de la sociedad definida. De otro modo, sería muy difícil de asimilar para los lectores. Según Attebery (2002, p. 10), el género en la ciencia ficción va más allá de un tema: este es más bien, “una parte íntegra de la estructura intelectual y estética del género”.
En primer lugar, examinaremos el contexto que rodea al cuento. Al iniciar de los años cincuenta, comenzaba el término de la etapa conocida como “La Época de Oro” en la ciencia ficción. Durante este periodo, hubo un gran boom de la ciencia ficción entre el público, pues se comenzó a hablar de posibles aplicaciones en la vida del día a día de aspectos tan variados de la ciencia: desde la medicina hasta la física nuclear y los viajes espaciales. Grandes autores de este periodo fueron Campbell, Clarke, Bradbury y… el ascenso del mismísimo Isaac Asimov a la fama. Así, la cuna de Asimov como escritor, estuvo marcada por la llamada “ciencia ficción dura”. Como dice el historiador Adam Roberts (2006), “la frase Edad de Oro valora un particular estilo de escribir: la ciencia ficción dura, narraciones lineales, héroes que resuelven problemas o contrarrestan amenazas en un lenguaje de aventura tecnológica o space opera”. Mientras que en el cuento analizado se observan algunos elementos que aparecen como “sobras” de la Edad de Oro en su esplendor (tales como las descripciones del robot), predomina la narración más cercana a la ciencia ficción suave (describe a la sociedad, las profesiones y ocupaciones de todos, las relaciones entre humanos). Gracias a esta dominancia de la ciencia ficción suave en Cómo se divertían es que se pueden analizar las preguntas. De otro modo, a todo ataque o enunciado calificativo del cuento relativo al género se hubiere podido responder con un simple “no es el enfoque”.
Recapitulando, a medida que se aproxima a la literatura de los años sesenta, empieza a tomar extrema importancia el contraste de la época actual con la época por venir, cuyo avance nos es presentado gracias a lo escrito por los autores de ese tiempo. Este punto es visto a lo largo de Cómo se divertían: durante todo el relato, hay una especie de paralelismo entre lo que vive Margie y cómo las vivía alguien décadas atrás.
Con lo anterior en mente, se debe recalcar que donde surge la discrepancia entre la manera de hacer el contraste del hoy versus ayer es en qué aspectos del hoy elegir y cuáles ignorar. Hay evidencias de que dicha puesta en la mesa del tema (si así puede llamarse, véase arriba) de roles de género ya se había dado. A saber, autores (mujeres, por supuesto) como Judith Merril, Katherine MacLean, André Norton, Margaret St. Clair ya habían dado el primer paso para el año de 1950. (Attebery, 2002, 6).
Como consecuencia de lo anterior, se puede transformar la pregunta (sin cambiar mucho el rumbo) a si Asimov era un partidario de incluir personajes y/o situaciones a lo largo de su obra que, si bien no fuesen feministas o con el objeto de liberalizar los roles de género construidos por la sociedad, sí generaran conciencia acerca de ellos, contribuyendo a llegar al punto donde todos están bien establecidos como algo con lo que lectores se pudieran topar al comprar el nuevo libro.
En segundo lugar, habremos de examinar extractos de Cómo se divertían con el propósito de ejemplificar los puntos anteriores y encontrar que, a partir de las no muy extensas fuentes consultadas y evaluadas, Asimov examinó hasta muy tarde la idea de seguir la corriente de la época y dar luz en sus diferentes sociedades del futuro a temas tan importantes y controversiales, que eventualmente llevarían a debates serios durante la liberación sexual, las diversas olas del feminismo global, las conferencias sobre derechos humanos y la adopción gradual por parte de la sociedad. Es posible incluso, que Asimov pasara por un cambio personal que lo llevó a esto. Por atractiva que parezca, esta idea queda fuera del alcance de este texto.
Previo a entrar de lleno en esta segunda parte, una breve descripción de Cómo se divertían. Este cuento corto, escrito por el autor en cuestión, se ubica en 2157, más de 200 años de la fecha del autor (1951) y narra un día común y corriente para una niña de ese tiempo. Margie se encuentra con un libro muy antiguo que explica cómo era la educación de antes. Junto con Tommy, discuten en un tono nostálgico (aunque realmente nunca vivieron aquello) cómo antes todo era mejor: había maestros humanos en lugar de robots y se convivía con los demás estudiantes.
A través del cuento, nos son mostrados otros personajes como la mamá de Margie, el inspector que viene a reparar a la máquina y el robot que da lecciones a la niña.
He aquí algunos ejemplos del aparente machismo que sale de una lectura crítica: “Se trataba de un hombrecillo rechoncho, con la cara encarnada y armado con una caja de instrumental, llena de diales y alambres.” (Asimov, 1951).
Por supuesto, la persona encargada de cuidar del hogar y preocuparse por sus hijos para que saquen buenas notas en el examen es mujer; mientras que el encargado de llevar a cabo las labores más técnicas y que requieren de conocimiento es un hombre. Los trabajos asociados al conocimiento y la técnica han sido, tradicionalmente, adjudicados a este sector de la población. ¡No obstante, no debería necesariamente ser así en una narración que clama retratar lo que podrá ocurrir dentro de siglos con todos los cambios que vendrán!
Como evidencia adicional, se lee este otro fragmento (por Tommy): “Apuesto a que mi padre sabe casi tanto como él.” (Asimov, 1951). Desde un punto de vista muy crítico, no solo estaría la creencia de que las mujeres no están destinadas a llevar a cabo labores técnicas sino de cuidado del hogar; existiría también discriminación hacia las mujeres por creerlas inferiores en cuánto a conocimiento.
Aquí es crítico notar que no se puede afirmar categóricamente y con un cien por ciento de certeza que, basándose en la omisión de las mujeres en profesiones que son comúnmente asociadas a los hombres, Asimov es machista. Sin duda, no son criterios válidos para juzgarlo tan fuertemente.
Para esto habría que analizar la totalidad de sus obras buscando un patrón y juzgarlo acorde a su época (la época de la cual se habló anteriormente). Entre las limitaciones de este tipo de trabajos está la inexistencia de absolutos. A pesar de la incapacidad de juzgar su obra entera, académicos se han tomado la tarea de analizar otras de sus obras, semejante a como se está haciendo en estas líneas.
Entre la lista de estos académicos se encuentran Geetha Lakshimi Patnaik y M. Praveena. Tras analizar la obra de Asimov, The Gods Themselves, concluyen que Asimov, contrario a su tradición, “…experimenta con el sexo, sexualidad, género, roles de género, etc., para crear nuevas realidades sociales y culturales”. (Geetha & Praveena, 2016, 40).
Según ellos, Asimov creía en la ciencia ficción como un instrumento para el cambio en la sociedad (Geetha & Praveena, 2016, 39-40). Debido a la relevancia que cobraba en la vida del escritor el escribir para generar un cambio, es muy posible que los eventos de los sesentas lo hayan llevado a alinearse con la tendencia hacia autores femeninos de ciencia ficción que dieron un giro de 180º. (La obra fue escrita en 1972, en el contexto de la segunda ola del feminismo). La forma de retratar a Due en esta novela, es muy distinta a lo que se vio con la madre de Margie en Cómo se divertían. En el primer caso sí se mezclan los elementos que saltan a primera vista por ser del futuro (el ser extraterrestre, por ejemplo) y los roles de género cambiados (el papel que juega Due en la historia). Es esta equiparación lo que se busca a partir de los años setenta y que no se muestra en cuentos entre los cuales se incluyen Como se divertían. Como ya se dijo antes, este último es bastante corto y no ahonda en explicaciones al tener personajes sumamente planos. Como consecuencia de esto, puede parecer impactante para el lector feminista al momento de leer muy de cerca.
El hecho de que haya cambiado Asimov o no, no destruye el análisis que se realizó. Sumando a la discusión, hay anécdotas que soportan la tesis, como las denuncias de acoso y cosificación de las mujeres por su parte en la Comic-Con. (Keegan, 2014). Estas llevarían a creer que, antes de la posible “transformación”, la visión de las mujeres por su parte (que permea a lo que escribe) era enteramente debido a él y no a la sociedad en la que estaba inmerso.
En palabras de Elisabeth Vonarburg, una escritora feminista de sci-fi de renombre, “La ciencia ficción tiene utopía por un ancestro y, por lo tanto, inventa otros modelos sociales, como el feminismo mismo debería hacer” (En Atallah., 2016).
Para sintetizar, las páginas de la ciencia ficción están llenas de política e ideología, pues se tiene la más grande de las libertades para crear estructuras ideales partiendo de una base fundamentada (las ideas científicas). Se comprobó, a través de citas, cómo el cuento Como se divertían de Isaac Asimov sorprende por sus retratos de la mujer como aquella que sabe menos y está destinada a trabajar en el hogar. Pese a la aparente negativa de Asimov por sumarse al cambio, fundamentado por acusaciones contra él de acoso sexual, se plantea la posibilidad de una transformación en su forma de ser, arguyendo las diferencias entre la imagen muy tradicionalista de Cómo se divertían y los personajes más modernos de The Gods Themselves.
Por último, este trabajo cobra especial importancia en un día donde sigue existiendo un evidente predominio masculino sobre la ciencia ficción… ese día es hoy (John, 2013). Se debe dejar de ver a la ciencia ficción como algo único a los hombres. Nuevamente tiene razón Clarke: “Lo que hoy ha empezado como novela de ciencia ficción, mañana será terminado como reportaje”. Mañana, la idea de un género ciencia ficción con diversidad ya no será ficción.
Referencias
- Asimov, I. (1951). Cómo se divertían. Entre Comillas [pdf en línea]. Recuperado de http://entrecomillas.el-libro.org.ar/pdfs/como_se_divertian_isaac_asimov.pdf
- Atallah, N. (2016). Modernism, feminism and science fiction: Words as silence, language as rhymes by Marwa Arsanios. Schweizerische Gesellschaft für Asienkunde.Asiatische Studien, 70(4), 1219-1247. doi:http://0-dx.doi.org.millenium.itesm.mx/10.1515/asia-2016-0030
- Attebery, B. (2002). Decoding gender in Science Fiction. Gran Bretaña: Routledge.
- Gender, equity and human rights. (2018). Organización Mundial de la Salud: Oficina Regional para el Sudeste asiático [sitio web]. Recuperado de http://www.searo.who.int/topics/gender/en/
- Gheeta, P.V. && Praveena, M. (2016). The portrayal of gender in Isaac Asimov’s novel The Gods Themselves. International Journal of English and Literature, 6(3), 35-42 [artículo de journal]. Recuperado de http://www.tjprc.org/publishpapers/–1465479602-6.%20IJEL%20-%20THE%20PORTRAYAL%20OF%20GENDER%20IN%20ISAAC%20ASIMOV%E2%80%99S%20NOVEL.pdf
- John, A. (8 de agosto, 2013). Science Fiction’s Sexism Problem. The Atlantic [artículo online]. Recuperado de https://www.theatlantic.com/entertainment/archive/2013/08/speculative-fiction-has-sexism-problem/312355/
- Keegan, R. (24 de julio, 2014). Comic-Con 2014: Outcry, action against harassment grows. The LA Times. Recuperado de http://herocomplex.latimes.com/fans/comic-con-2014-outcry-action-against-harassment-grows/#/0
- Merrick, H. (2003). Gender in science fiction. In E. James & F. Mendlesohn (Eds.), The Cambridge Companion to Science Fiction (Cambridge Companions to Literature, pp. 241-252). Reino Unido: Cambridge University Press. doi:10.1017/CCOL0521816262.019