Fiebre, Uso Del Termómetro De Mercurio En La Medición De La Temperatura Corporal
Es un instrumento de medición de la temperatura que está compuesto por un tubo de vidrio sellado que contiene mercurio y cuyo volumen cambia con la temperatura de manera uniforme. Este cambio se produce por la dilatación del líquido en la columna capilar y se puede visualizar en una escala graduada.
El mercurio es un elemento natural, en donde sus almacenamientos se hayan en la corteza terrestre. Es un líquido a temperatura ambiente que se divide por tener un punto de congelación de -39°C y un punto de ebullición de 357°C, además de no quemarse lo cual resulta un material muy eficaz para muchos usos.
Tal y como ha explicado el ministerio de Sanidad, la fiebre, tos y dificultad respiratoria son unos de los síntomas que presenta la enfermedad del COVID-19 es de aquí por ello la importancia de una medición correcta de la temperatura. Por otro lado, cabe recalcar que la fiebre no es mala sino es un síntoma de que nuestro cuerpo a activado nuestro sistema inmune para con ello defendernos de bacterias o virus ante una posible infección en nuestro organismo. No obstante, las causas de la aparición de la fiebre se pueden dar por muchos factores y es trabajo del médico estudiar su origen.
Como es frecuente los termómetros de mercurio son más usados domésticamente porque con ellos se hace más contacto con la piel y su uso es más delicado, en donde podemos usarlos con una higiene más correcta y adecuada que usarlos al aire libre con una multitud de personas a la vez. Pues se recomienda nosotros mismos tomarnos la temperatura después de cada salida que tengamos que hacer para nuestras necesidades elementales y por otro lado en más accesible económicamente pero siempre y cuando con supervisión adulta y responsable.
Precisión de los termómetros de mercurio
La temperatura normal del cuerpo humano puede variar entre 97.8°F (36.5°C) y 99°F (37.2°C) en una persona sana. La precisión del termómetro dependerá de varios factores y según el sexo, entre ellos, el consumo de alimentos y líquidos, las actividades del paciente antes y durante la medición, el usar ropa pesada, la zona donde se te tomo la temperatura (oral, axila, recto), tomar ciertos medicamentos, la hora del día y, en las mujeres, en la etapa del ciclo menstrual. Los termómetros deben mantener una precisión de ±0.2°F entre los 98.0 y 102.0 °F, y de ±0.4°F en los extremos < 96.4 °F y > 106 °F. Si el termómetro se encuentra correctamente calibrado, validado y adaptado al error humano, estará acto para el uso y sobre todo para que nos arroje una temperatura adecuada.
¿Cómo funciona un termómetro de mercurio?
Cuando hay indicios de fiebre y se quiere tomar la temperatura es recomendable usarlo en la axila, recto o boca, estos son los pasos que debes seguir para la correcta toma de la temperatura:
- Limpiar el bulbo del termómetro: dicho de otro modo, limpia con un algodón impregnado en alcohol antiséptico la parte metálica del termómetro ya que esta parte hará contacto con tu cuerpo.
- Agita el termómetro de mercurio: realízalo por el lado opuesto al bulbo, lo que permitirá que baje cualquier residuo de mercurio que haya quedado, con esto la temperatura obtenida será más correcta.
- Coloca el termómetro en el lugar que hayas escogido (axila, recta o boca): con el bulbo justo en el centro y sin moverte deja que suba el mercurio para comprobar si posees fiebre.
- Debes esperar 5 minutos que es lo que comúnmente tarta el mercurio en ascender para indicar la temperatura, procura ser preciso con el tiempo.
- Al culminar con la medición de la temperatura, agítalo de nuevo para que baje el mercurio, desinféctalo de nuevo con alcohol, ya que el mercurio es tóxico y el cristal que lo contiene es muy frágil. Recuerda guardarlo en su funda para que no se rompa.
Se recomienda que si tenemos como lectura 1 a 1.5 grados por encima de la temperatura normal, es un indicio de fiebre. Ahora por el COVID-19 debemos tomar en cuenta que si nuestra temperatura corporal ya es muy fuera de lo normal sea demasiado baja o alta y además poseemos síntomas como tos seca, dificultad para respirar, dolor de cabeza, puede ser peligroso por lo que es recomendable tomar asistencia médica y evitarnos situaciones de mayor grado y de lamentar.
Así como el mercurio es de gran ayuda para saber nuestra temperatura, debemos tomar en cuenta que si se tiene contacto directo con él puede ser corrosivo para nuestro organismo pues lo peligroso del mercurio reside en su vapor, ya que este es tóxico, es por ello que se mantiene en un cascaron de vidrio (termómetro). El tocarlo o inhalarlo puede producir envenenamiento, problemas digestivos, renales y daños cerebrales. Por tanto, el mercurio hoy en día se prohíbe para el uso de todo instrumento de medición lo que dio paso a los termómetros digitales. Pero aún en nuestras familias preside uno de ellos por lo que es necesario darle un uso responsable y si existe derrame seguir lo siguiente.
¿Qué hacer si existe una ruptura en el termómetro de mercurio?
Ante todo, evitar en lo posible que haya contacto con la piel y salir del espacio en donde hubo el derrame (aproximadamente son 0.5-2 gr de mercurio), además de ventilarlo por lo menos durante 20 minutos.
Para poder recoger las bolas de mercurio derramadas es necesario usar guantes de goma y utilizar algún material adicional (cartón, papel, otros) para poder agrumarlas y recogerlas con una jeringa.
Para estar seguros que no quede ningún residuo de mercurio en el lugar, dejar a oscuras la habitación e iluminar el sitio con ayuda de una linterna, si ves que algo brilla es posible que aun quede residuos de mercurio en el espacio. Si en otros casos el mercurio hizo contacto con algún material absorbente, procura deshacerte de todo, metiéndolo en una bolsa y botándolo en el tacho de reciclaje apropiado.
Nunca deshacerse del mercurio, echándolo por los tubos, cañerías que transportan agua, de lo contrario este acto irresponsable podría contaminar miles de litros de agua innecesariamente.
