Filogénesis de la Moralidad Humana y Normas Culturales

El proceso evolutivo que ha conducido hasta el ser humano actual es un campo de estudio de gran importancia dentro de la Antropología. En este complejo proceso han influido numerosos factores; pese a ello, sigue habiendo dudas sobre cuál fue realmente el más decisivo de ellos, y en qué momento apareció. En la presente disertación, expondré mis reflexiones sobre este asunto y defenderé que la aparición de la moral fue un componente determinante en la evolución del ser humano.

Entendemos por “moral” el conjunto de normas, creencias, valores y costumbres que dirigen y guían la conducta de grupos de persona en la sociedad. Estos conceptos y creencias son considerados y codificados de acuerdo a una cultura, religión, u otro esquema de ideas, que tienen como función la regulación del comportamiento de sus miembros. Aunque, ciertamente, compartimos emociones con otros primates, como la empatía o el cariño hacia seres cercanos (todas ellas presentes en la raíz de nuestra conducta moral), es innegable que la moralidad humana supone algo más.

Los seres humanos, a diferencia de otras especies de simios, somos capaces de formular juicios en base a una categorización (positiva o negativa) de la conducta, tanto de la propia como de la ajena. Estos juicios morales se basan en gran medida en las normas, creencias, etc. mencionadas en el párrafo anterior, y, por lo tanto, pueden variar notablemente entre culturas. Probablemente, también entren en juego ciertas nociones e intuiciones innatas.

En el proceso de evolución, la moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente instintiva y forma parte de una colectividad. Ejemplo de ello son casos como el del cuerpo de neandertal descubierto en 1957 en el Kurdistán iraquí. Presentaba múltiples lesiones y problemas de salud, siendo su pérdida de audición lo que más vulnerable le hacía frente a depredadores. Sin embargo, el enfermo vivió hasta una edad avanzada, lo que nos lleva a la conclusión de que necesitó de los cuidados y la ayuda de sus congéneres para sobrevivir. Como podemos ver, llega un momento (no sabemos si anterior al Homo neandertal) en el que nuestros antepasados empezaron a preocuparse por los miembros de su comunidad, aunque esto significase una desventaja evidente para su supervivencia (gasto de recursos en individuos débiles). Esto fue un gran punto de inflexión

Cabe matizar que las normas culturales por sí solas no son las que crean moralidad. La moralidad de las normas aparece en el momento en que se conectan con las actitudes de simpatía y equidad que nuestros antepasados desarrollaron mucho antes de ser humanos modernos. Es aquí donde cobra relevancia la perspectiva darwinista de la moral.

En su teoría, Darwin establece una relación entre nuestra moralidad y el sentimiento que nos induce a ser altruistas, que además nos provoca desagrado al actuar en contra de lo que consideramos correcto. Darwin sospechaba que la conducta moral en nuestra especie había evolucionado mediante un proceso de selección entre grupos, que permitió el desarrollo de sentimientos de simpatía y altruismo hacia los miembros del grupo propio, favoreciendo el bien común. La síntesis neodarwinista sentó las bases para la investigación de este campo en el siglo XX, y actualmente, aunque hay opiniones contrarias, es la más aceptada.

Entre las teorías opuestas a la perspectiva sociobiológica de la moral, destaca la de T. H. Huxley, coetáneo de Darwin. Para él, el ser humano es amoral y egoísta por naturaleza, y la moral sirve como un mero recubrimiento cultural que oculta y mitiga estos rasgos negativos. Al igual que H. Spencer, pensaba que la selección natural favorecía en los individuos el predominio de las tendencias egoístas que propiciasen su éxito en la lucha por la supervivencia. No obstante, esta teoría está ya superada, puesto que no consiguió ofrecer una explicación sobre cómo la humanidad adquirió la fuerza y voluntad para derrotar estos impulsos egoístas, más propios de los animales.

En definitiva, podemos afirmar con rotundidad que la aparición de la moral en el proceso evolutivo supuso un antes y un después para el desarrollo del ser humano. A partir de ese momento, el hombre pasó de ser un individuo a un ser más social y colectivo.

Bibliografía

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  2. Castro Nogueira, Laureano. (2012). Evolución y ética: las bases biológicas de la moral. Sociedad Española de Biología Evolutiva (SESBE). Recuperado de: http://www.sesbe.org/sites/sesbe.org/files/eVOLUCION-7(esp).pdf#page=55
  3. Castro Nogueira, Laureano, & Castro Nogueira, Miguel Á. (2018). ¿Cómo nos hicimos morales? Filogénesis de la moralidad humana. Revista de Libros. Recuperado de: https://www.revistadelibros.com/resenas/como-nos-hicimos-morales-filogenesis-de-la-moralidad-humana
  4. Varó Peral, Àngels. (2008). El desarrollo moral de los seres humanos. Filosofem: Ètica i Filosofia en Secundària. Recogido de: https://www.nodo50.org/filosofem/spip.php?article9
07 July 2022
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