Geopolítica China: Nuevo Orden Mundial

Geopolítica China

Cuenta China con la capacidad necesaria (política, económica, militar y tecnológica) para establecer un orden mundial distinto al actual? Políticamente la iniciativa China y sus ideas fundamentales han sido incluidas en documentos de la ONU, G20, la APEC entre otras organizaciones. Hasta finales de julio de 2019, el gobierno de China había firmado 194 acuerdos de cooperación con 136 países participantes en la construcción conjunta de la Franja y Ruta se han extendido desde Asia y Europa hasta África, Latinoamérica y la región del Pacífico Sur. Esta nación junto a los países y socios internacionales, participan activamente en la gobernanza y asociación global así como en la ampliación de la cooperación profundizando los lazos amistosos con todos los países.

Económicamente China de 2013 a 2018, la cifra anual de crecimiento promedio fue de 28,1% lo que le condujo al primer lugar mundial. La proporción de contribución de China al crecimiento económico mundial fue de 27,5% (Hidalgo, 2019)

Es importante recalcar que el PIB DE China alcanzó los 90,03 billones de yuanes (USD 13,6 billones). Es decir se ha multiplicado en 452,6 veces y representa el 16% del PIB mundial. Para la economía mundial China se ha convertido en su principal motor, con aumento del PIB a una tasa anual del 9,4% a diferencia del promedio mundial del 2,9%. China se ha convertido en el mayor país a nivel mundial en el comercio de productos considerando que este volumen al 2018 fue de USD 4,6 billones superando a Estados Unidos y llegando a ser el mayor país en comercio de mercancías del mundo. (Hidalgo, 2019)

Tecnológicamente China se ha convertido en un país de tecnologías introducidas a la innovación independiente, que ha venido fortaleciendo su poder en ciencia, cpacidad innovadora y ha liderado varias tecnologías vanguardistas que se han utilizado en la infraestructura tanto de transporte como de telecomunicaciones, la cantidad de puentes ocupa el primer lugar del mundo, ha construido la mayor red de banda hancha móvil del mundo y está en construcción la infraestructura informática de última generación, la internet a transformado increíblemente la forma de obtener información, relaciones sociales y comercio.

Militarmente China en los últimos 20 años ha intensificado enormemente su poderío militar aunque mantiene un gasto estable de su PIB en lo que a defensa se refiere, todo esto enfocado a conquistar el mar ante un hipotético ataque norteamericano.

Con 228.000 millones de dólares invertidos en el 2017, China ocupa el segundo lugar en gasto militar por detrás de EEUU. De igual manera a progresado en la construcción de aviones como el J-10, portaaviones fabricados en China, así mismo a desarrollado tecnología avanzada para misiles de corto mediano y largo alcance, de esta manera a tenido un aumento de las capacidades militares que ha causado malestar en los países vecinos de la región y el mundo. (PERLO-FREEMAN, SAM, 2019)

En el presente China ha presentado un crecimiento económico, militar y tecnológico sin precedentes, adoptando políticas que le permiten ser estabilizador e impulsor de la economía y hegemonía global, propendiendo de esta manera en corto o mediano plazo establecer un nuevo orden mundial ya que si Estados Unidos continua sumido en una crisis política por el ‘impeachment’ a Donald Trump, ocasionara que este último deje de ser la policía del mundo; de igual manera Europa sigue sin ser capaz de alzar una única voz en política exterior, ya que en el otro extremo está CHINA, que ofrece inversiones y dinero fácil especialmente a naciones como Ucrania devastada por la guerra ya que con esto Ucrania sería dependiente de China y no permitiría que forme parte de la OTAN. China con sus intereses, defectos y virtudes como superpotencia es un integrante de la nueva reconfiguración y orden mundial del siglo XXI.

A medida que el Poder de China aumenta, en términos militares y económicos, habrá una insistencia más enérgica respecto de la reunificación de Taiwan con el Continente. Comente las opciones que baraja la RPCH, tras la finalización de la absorción económica y la digestión política de Hong Kong.

Superpotencia global y regional, Estados Unidos, que ve en peligro su supremacía en el Pacífico occidental y, por ello, su capacidad de condicionar en caso de conflicto el curso de los acontecimientos y de garantizar la protección de sus aliados regionales; y, quizá de modo más agudo, en Taiwán, país gobernado de modo independiente desde 1949 (pero en gran medida sin reconocimiento internacional) y considerado por China como una “provincia rebelde” con la que no ha descartado el uso de la fuerza militar para lograr la reunificación. (PERLO-FREEMAN, SAM, 2019)

La pregunta fundamental para Estados Unidos y los gobiernos regionales, así como para los analistas de política exterior extranjeros, es: ¿cuál es la intención que está detrás del aumento del poderío militar de China? ¿Hasta qué punto se trata de un proceso natural de modernización y una reacción defensiva al abrumador dominio militar estadounidense, o hasta qué punto representa un intento de usar un poder militar duro, o la amenaza de recurrir a él, para solucionar por la fuerza disputas territoriales regionales y forzar a Taiwán a una reunificación, todo lo cual conllevaría un serio riesgo de conflicto militar con Estados Unidos? (PERLO-FREEMAN, SAM, 2019)

El argumento de que el aumento del poderío militar de China posee un carácter potencialmente agresivo puede muy bien resumirse no sólo en pocas palabras, sino en nueve sencillas rayas, la famosa línea de nueve trazos dibujada en los mapas chinos del mar de China Meridional (véase figura 2). Con ella, el país reivindica en la práctica todo ese mar y todas las islas que hay en él, vulnerando en algunos casos la zona económica exclusiva de 200 millas náuticas de sus vecinos regionales. Las islas Spratly y las islas Paracelso, objeto tradicional de disputa, han sido diferentemente ocupadas por China, Taiwán, Vietnam, las Filipinas, Malasia y Brunei; son también reivindicadas en su totalidad por China, Taiwán y Vietnam y, de modo parcial, por otros países. Sin embargo, la línea de nueve trazos, reiterada por China en un mapa del 2009 y afirmada enérgicamente tras esa fecha, va mucho más allá. En un litigio presentado por Filipinas, el Tribunal Permanente de Arbitraje de La Haya falló en el 2016 que las reivindicaciones chinas basadas en la línea de nueve trazos carecían de base.

Ellos buscan una Rusia menos agresiva, que se distancie de China, el principal rival de Occidente a largo plazo’. (Iriarte, 2019)  El primer ministro ucraniano Volodymyr Groysman anunció hace dos años que 2019 se declararía como el “Año de China” en Ucrania. ¿El motivo? La suculenta inversión asiática que puede sacar al país de los efectos devastadores de la guerra.

Los intereses de Beijing en Ucrania son diversos. Es un sitio de paso muy atractivo para su mastodóntico proyecto Belt and Road (BRI), la iniciativa que pretende unir a China con los mercados europeos. Pero China también ha invertido miles de millones en infraestructura, agricultura y energía ucranianas y ha puesto sus zarpas en la industria militar ucraniana, algo que ha hecho saltar todas las alarmas en Washington.

Xi Jinping se convirtió en presidente de China en marzo de 2013. En septiembre, China anunció la cesión de tres millones de hectáreas de tierra cultivable ucranianas. Con un precio de 2.600 millones de dólares, fue la mayor compra de terreno cultivable en el extranjero jamás realizada por China. Según el Banco Nacional de Ucrania, China ha sobrepasado a Rusia y a Polonia como el mayor socio comercial de Ucrania (sin contar a la Unión Europea como conjunto).

En agosto, el antiguo asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton voló a Kyiv para frenar la venta del 50% del conglomerado militar Motor Sich a China. “Las tecnologías militares no deben llegar a nuestros enemigos”, dijo Bolton en la visita. “Le hemos advertido a nuestros amigos y socios sobre el peligro de la inversión China”.

El interés de los chinos por la industria militar ucraniana es un gran problema para Ucrania si en el futuro quiere unirse a la OTAN. “Nos han dejado claro que no les gusta la idea de vender parte de nuestras industrias a China. Pero si no nos ayudan, a quiénes se las podemos vender?”, apunta Karasyov.

En asuntos estrictamente militares, el secretario de Defensa señaló en Singapur el que los gastos militares chinos son mucho más altos que los oficialmente reconocidos, que Pekín está comprando y desarrollando sistemas avanzados de armas y que China está expandiendo sus fuerzas de misiles y su capacidad para proyectarse militarmente. El secretario añadió que “puesto que ningún país amenaza a China, cabe preguntarse: ¿por qué ese creciente gasto militar?, ¿por qué esas continuas compras de armas amplias y crecientes?, ¿por qué esos continuos despliegues robustos de poder?”.

La tesis más acertada es la que afirma que China está sencillamente esperando a tener más poder económico para empezar a mostrar claramente sus tendencias hegemónicas, tal como lo dijo Deng Xiaoping que había que “esconder nuestras capacidades y ganar tiempo” China estaría simplemente acumulando fuerzas para ser más poderosa y crear en su momento su propia “doctrina Monroe” para el resto de Asia e incluso una “Pan Asia” internacional.

Desde el punto de vista político el peso de China en el mundo ha crecido mucho. Ha sido invitada a las reuniones anuales del G8. Ha impulsado mucho la integración regional en el Pacífico occidental, con el proceso ASEAN+3 y la cumbre de Asia oriental. Ha participado más activamente en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y en las instituciones internacionales.

Ese auge económico, militar y político se ha manifestado abiertamente en la política exterior china, que ha pasado de estar basada en la introspección y en el victimismo (a veces justificado) a sustentarse en una mentalidad cada vez mayor de gran potencia.

Como es natural, el auge de China ha sido observado en otros países con diferentes prismas: admiración, envidia, precaución, suspicacia, antipatía o temor. En este análisis se puede vislumbrar los contornos del auge de China en el escenario internacional; así mismo se expone la tesis de la “amenaza” china, tal y como la han presentado algunos analistas y políticos especialmente estadounidenses y por último se resume la teoría del “ascenso pacífico”, desarrollada por especialistas chinos del entorno del presidente con esto podemos formular un balance de los argumentos de las que si China puede ser la “amenaza” presente y potencial para el cambio en la geopolítica del siglo XXI.

China y su auge tomando en cuenta las medidas de fortalecimiento militar encaminadas a contener a Pekín, la estabilidad política y el crecimiento económico significativo puede verse empujada a una carrera armamentista para con este fin insistir en el “ascenso pacífico” o no, promover su soft power a nivel mundial y, claro está, hacer movimientos más rápidos hacia una sociedad libre y un gobierno representativo.

Bibliografía

  1. Hidalgo, J. A. (2019). El milagro económico Chino. China 1949-2019, 31.
  2. Iriarte, D. (16 de julio de 2019). ¿Quieres entender la geopolítica del siglo XXI? el confidencial.
  3. PERLO-FREEMAN, SAM. (18 de julio de 2019). La vanguardia. Obtenido de https://www.lavanguardia.com/vanguardia-dossier/20190718/463406912935/poderio-militar-china-militarizacion-peligrosa-modernizacion-defensiva.html
24 May 2022
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