Glaucoma: Ladrón Silencioso de la Visión

El Glaucoma es una enfermedad ocular que causa daño al nervio óptico, presentándose generalmente en ambos ojos. Ésta enfermedad del ojo se caracteriza por el aumento de la presión dentro del globo ocular a causa del acúmulo de fluido en la parte delantera del ojo, causando un daño progresivo en la retina provocando, la mayoría de las veces, pérdida de la visión.

Según la Dra. Darlin Rodríguez de Velásquez, Médico Oftalmólogo “el Glaucoma es la causa principal de ceguera en personas mayores de 60 años. Frecuentemente, la ceguera debida al glaucoma puede prevenirse si se trata en forma precoz” explicó. Esta patología, generalmente no presenta síntomas iniciales y solo puede ser diagnosticado mediante un examen realizado por un médico especialista en Oftalmólogía.

“A simple vista no se puede saber si una persona padece glaucoma o no. Solo mediante el examen Oftalmológico completo se puede hacer el diagnóstico. En bebés que nacen con glaucoma congénito, la presencia de un globo ocular grande, opaco, de color azulado, debe hacer sospechar al pediatra neonatólogo, de la presencia de un glaucoma congénito y referirlo inmediatamente al Oftalmólogo”, indicó Rodríguez. Las causas del glaucoma se desconocen. La presencia de esta enfermedad se ha relacionado con una mala irrigación sanguínea del nervio óptico, lo que se conoce como neuropatía óptica isquémica.

En la mayoría de los casos, el glaucoma se asocia a una presión ocular más alta de lo normal (por encima de 20 mm de Hg), sin embargo, explicó la doctora que “también puede darse cuando la presión intraocular se encuentra dentro de límites normales y es como se conoce como glaucoma de tensión normal. Si no se controla a tiempo, el glaucoma causa perdida de la visión periférica (visión de túnel) y finalmente conduce a la ceguera irreversible”.

Tipos de Glaucoma:

• Glaucoma de Ángulo Abierto: es el más común y hace referencia al ángulo de drenaje interno del ojo que controla la salida del humor acuoso. Este tipo de glaucoma, generalmente, no tiene ningún síntoma. De allí que se le llame ‘El ladrón silencioso de la visión’.
• Glaucoma de Ángulo Estrecho o Cerrado: es cuando el ángulo de drenaje del humor acuoso se encuentra bloqueado. En ese caso, el paciente puede quejarse de dolor de cabeza, sensación de presión ocular, visión de halos coloreados alrededor de las luces, disminución de la adaptación a la oscuridad. Pudiera presentarse un ataque agudo de glaucoma ocasionando dolor ocular intenso, náuseas y vómitos.

“El Glaucoma es una de las principales causas de ceguera en el mundo, después de las Cataratas, seguida de la fragilidad muscular relacionada con la edad. Lamentablemente, en muchos casos los pacientes consultan tardíamente, cuando hay daño severo en su nervio óptico”, comentó.

El Glaucoma puede aparecer a cualquier edad, pero la incidencia aumenta en personas a partir de 40 años de edad. “Una persona puede desarrollar glaucoma esteroideo, por el abuso prolongado de colirios esteroides, por ejemplo” expresó la especialista. Las personas más propensas a sufrir de esta enfermedad son las afrodescendientes, personas con antecedentes familiares, personas miopes por encima de 5 dioptrías, persona con córneas delgadas y otros por otras causas.

Una vez hecho el diagnóstico, el Oftalmólogo indicará un tratamiento médico ambulatorio con gotas antiglaucomatosas, que consta de un solo producto o combinación de dos o tres medicamentos.

“Dependiendo de la evolución del paciente se puede indicar tratamiento con láser (iridotomia, trabeculoplastia, etc.) o tratamiento quirúrgico (operación filtrante o trabeculectomia) o implante de válvulas de drenaje” explicó Rodríguez. Esta enfermedad se puede prevenir con el diagnóstico precoz, consultando tempranamente al médico Oftalmólogo. “La actividad deportiva pareciera proveer un beneficio a largo plazo disminuyendo la incidencia de baja presión de perfusión ocular, la cual es un importante factor de riesgo del glaucoma” afirmó. La presión de perfusión ocular se calcula utilizando el valor de la presión intraocular y el valor de la presión arterial sistémica.

La mejor campaña en la prevención del glaucoma, es la información y educación de la población general. La importancia de las jornadas de detección temprana de la enfermedad, que aun cuando no tiene cura, se puede tratar y prevenir daños severos en la visión. Acudir a la consulta oftalmológica, por lo menos una vez al año para preservar el sentido, tan preciado, como es la visión.