Historia Del Sufragio Femenino Tras La Primera Guerra Mundial
Primera Guerra Mundial
En 1914, Ocurre la Primera Guerra Mundial, este hecho fue una causa fundamental en el transcurso para la emancipación del género femenino, dado que, necesitaron la mano de obra de las mujeres, por la falta de hombres a causa de la guerra.
Al Finalizar la Primera Guerra Mundial, las mujeres habían progresado en la clara conciencia de su importancia dentro de la sociedad, sobre todo en los países triunfadores, puesto que, habían contribuido en la victoria.
Levantamiento feminista en el mundo
En 1903, Emmeline Pankhurst fundó en Londres la “Unión social y políticas de mujeres” formado por un grupo de feministas, quienes fueron pioneras en diversas manifestaciones con repercusiones bastante mediáticas para la época.
Huelgas y manifestaciones a nivel mundial:
En 1923, luego de la Revolución Rusa, muchos países deciden imitar este ejemplo y parar sus funciones con el propósito de conseguir igualdad de derechos entre clases sociales, las empleadas domésticas se unieron a estas huelgas logrando una mayor organización y apoyo por parte de sindicatos masculinos.
Estudios universitarios para las mujeres en Chile
En 1877, se les otorga a las mujeres el acceso a los estudios universitarios gracias a un decreto firmado por el ministro de educación de aquella época, este hecho les confiere mayores conocimientos a las mujeres y despierta en ellas aspiraciones por conseguir cargos más importantes dentro de la sociedad, como cargos públicos o políticos; en los que pudiesen también, modificar leyes que le concedieran mayor protagonismo al género femenino dentro del país.
No obstante, como en aquella época sólo las familias acomodadas podían acceder a la educación superior, las mujeres pertenecientes a las clases sociales media y baja, especularon que esta lucha sólo beneficiaría al estamento más alto del país.
Posterior a esto, surgieron múltiples generaciones de mujeres profesionales, que reforzaron el levantamiento del sufragio femenino.
En 1935, se creó la organización MEMCH (Movimiento de Emancipación de la Mujer Chilena), creado para incorporar a todas las mujeres de distintas clases sociales, ideológicas, etc. para unirse y prosperar hacia una igualdad de condiciones frente a la ley chilena.
Oposición al voto femenino
En Chile, la lucha de las mujeres por obtener el derecho a votar se retrasó por varias décadas debido a la oposición de los partidos anticlericales y de la izquierda, que veían en ellas una amenaza por su tendencia conservadora.
En 1934, las mujeres consiguen su primera victoria, donde se aprueba el voto femenino para las elecciones municipales. Este derecho lo ejercieron por primera vez en 1935, ocasión en que 98 mujeres se presentaron como candidatas a las alcaldías del país.
Desde ese momento, el movimiento feminista siguió creciendo y aumentó el deseo de otras mujeres por incorporarse a la vida democrática.
- La ley N° 9.292:
En 1941, las abogadas Elena Caffarena y Flor Heredia presentaron un proyecto al presidente de ese entonces; Pedro Aguirre Cerda, uno de los partidarios de la lucha de las mujeres por sus derechos políticos. Sin embargo, la muerte del mandatario postergó el debate por varios años.
Recién en 1946, las campañas por lograr el sufragio femenino se intensificaron y se comenzó a educar a la sociedad sobe las ventajas de obtener este derecho. Sin embargo, en ese entonces gobernaba Gabriel González Videla, un presidente conservador, conocido por su postura anticomunista y su oposición al Movimiento MEMCH.
- El derecho a voto femenino:
En 1949, y pese a la oposición de algunos grupos políticos, las feministas continuaron su lucha hasta conseguir el día 8 de enero de 1949, el derecho a participar en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Este importante hecho es considerado un hito histórico para el país en aquella época siendo celebrado en un acto público en el Teatro Municipal de Santiago, donde se firmó la ley Nº 9.292, que consagraba los derechos políticos de las mujeres.
En 1952, finalmente las mujeres eligieron por primera vez un presidente en la elección presidencial, donde resultó electo Carlos Ibáñez del Campo.
Desde entonces, la participación femenina se fue ampliando progresivamente hasta alcanzar la paridad con los votantes masculinos en 1970.