Historia Del Voto Femenino En Chile
Oposición al voto femenino
En Chile, la lucha de las mujeres por obtener el derecho a votar se aplazó por varias décadas debido a la oposición de los partidos anticlericales y de la izquierda, que observaban en ellas una amenaza por su tendencia conservadora.
En 1934, las mujeres consiguen su primera victoria, donde se aprueba el voto femenino para las elecciones municipales. Este derecho fue ejercido por primera vez en 1935, momento en el que 98 mujeres se presentaron como candidatas para las alcaldías de diversas comunas del país.
Desde ese momento, el movimiento feminista siguió creciendo y aumentó el deseo de otras mujeres por incorporarse a la vida democrática.
La ley N° 9.292
En 1941, Flor Heredia y Elena Caffarena, abogadas que lucharon por la emancipación femenina en Chile y fundadoras del MEMCH, presentaron un proyecto que planteaba la plena ciudadanía de las mujeres, al presidente en aquel momento; Pedro Aguirre Cerda, quien era partidario de la lucha femenina por sus derechos políticos en Chile. No obstante, el fallecimiento del mandatario postergó el proceso por varios años.
Recién en 1946, las acciones por lograr el sufragio femenino se intensificaron con huelgas y manifestaciones en Chile, asimismo, se comenzó una fuerte campaña por educar a la sociedad sobre las ventajas de obtener este derecho. Sin embargo, en ese periodo gobernaba Gabriel González Videla, perteneciente al Partido Radical y quien era reconocido por su postura anticomunista y su oposición al Movimiento MEMCH.
- El derecho a voto femenino: En 1949, y pese a la oposición de algunos grupos políticos, las feministas continuaron su lucha hasta alcanzar, el día 14 de enero de 1949, el derecho a participar en las elecciones parlamentarias y presidenciales. Este acontecimiento fue celebrado en un acto público en el teatro municipal de Santiago, ya que era considerado un hito histórico para Chile en aquella época.
En esta convocatoria fue firmada la ley Nº 9.292, en el que se concreta definitivamente la implementación del sufragio igualitario y universal, con esto, la plena incorporación de la mujer chilena al sistema político del país.
Finalmente, en 1952, las mujeres participan por primera vez en las elecciones presidenciales, donde en el total de votantes, sólo estaban inscritas para sufragar; el 30% de mujeres y en la cual resultó electo Carlos Ibáñez del Campo.
