Importancia De Las Normas Iso En La Contabilidad Ambiental
Para que una empresa pueda brindar información acerca de su relación con el ambiente en el cual está inmersa, es necesaria la aplicación de reglas y principios que orienten su actividad en busca de lograr objetivos que generen cambios positivos en su contexto.
La Organización Internacional de Normalización (ISO, por sus siglas en inglés) ofrece una respuesta a este planteo, conformada por la serie ISO-14.000, que implica una variedad de normas de gestión ambiental que una organización, cualquiera sea su tamaño o tipo, puede poner en práctica para generar el menor impacto negativo en el medio ambiente, así como también tener en cuenta los riesgos y amenazas que pueda llegar a sufrir el contexto en cada decisión que se tome.
Una gran característica que tiene este conjunto de normas es que son muy dinámicas y pueden amoldarse a cada organización y coexistir junto a otras normas que se apliquen dentro de la misma (como por ejemplo en aquellas organizaciones donde a su vez se utilice la norma ISO 9.000 de gestión de calidad).
Concretamente, la norma ISO 14.001 es la única certificable dentro de la serie y es quien ofrece una aplicación dentro del sistema de gestión organizacional que alcanza a todos los niveles y brinda aplicaciones específicas, además ofrece un marco de actividades que se lleve a cabo dentro de las regulaciones que existen a nivel nacional (en Argentina por ejemplo, existen las leyes 24.051 de tratamiento de residuos peligrosos; y la 25.612 de gestión integral de residuos industriales y actividades de servicios).
El objetivo de esta norma es proporcionar a las organizaciones un marco de referencia que les permita proteger el medio ambiente y responder a las condiciones ambientales cambiantes, en equilibrio con las necesidades socioeconómicas de la comunidad.
En Argentina, el proceso de aplicación de la norma ISO-14.001 se debe solicitar a través del organismo nacional encargado de certificar su cumplimiento, llamado OAA (Organismo Argentino de Acreditación).
Esta aplicación resultaría en un cambio muy positivo para la contabilidad de la organización, porque reconocería aquellos conceptos ambientales que ampliarían el tipo de información ofrecida a los distintos usuarios.
Segmentos de la Contabilidad
La Contabilidad Ambiental ha tomado a la Contabilidad Financiera como método y unidad de medida, debido a que se trata de un tema de carácter subjetivo lo cual dificulta el poder asignarle un valor o cuantificar de manera exacta. Por lo tanto al usar de base la Contabilidad Financiera nos acercamos mucho más a lo que es la realidad ambiental.
Podemos definir a la Contabilidad Financiera como el segmento contable que mediante el registro ordenado y cronológico de los hechos económicos realizados por los entes, permite brindar información útil para la toma de decisiones y el control de los recursos y obligaciones económicas de los entes.
Su principal objetivo es preparar los estados financieros o estados contables. Siendo su único enfoque la situación económico-financiera del ente, no logra reflejar las cuestiones ambientales en sus estados contables. El hecho de no incluir los activos y pasivos ambientales que pueda tener el ente, genera una distorsión en la información de la situación patrimonial del mismo y en sus estados financieros.
En la actualidad la información ambiental es un factor de riesgo y de competitividad, por lo que debería verse reflejada en la contabilidad de las empresas.
TEORÍA TRIDIMENSIONAL DE LA CONTABILIDAD (T3C)
La contabilidad tiene que ser apta para ampliar su mirada hacia un horizonte mayor que aquel relacionado con su dimensión económica o financiera, para así poder explorar la multitud de situaciones que se dan dentro de la realidad ambiental. El medio ambiente trae consigo una problemática que debe ser situada dentro de la dimensión tanto social como natural; para poder crear una solución en la que se entrelazan los estudios sociales y naturales de manera más óptima.
La necesidad por realizar esta integración de las distintas ópticas en las que un ente cohabita tiene su respuesta en la TEORÍA TRIDIMENSIONAL DE LA CONTABILIDAD (T3C) en la que se brinda una visión que abarca los grandes rasgos que generan cambios en el sistema y por la cual desarrolla un nuevo diseño teórico que integra la bio-contabilidad, la socio-contabilidad y la contabilidad económica. Esta herramienta garantiza que la información cumpla con los requisitos de relevancia y completitud, por lo que con la totalidad de elementos que sean necesarios, reduzca su incertidumbre y pueda realizar una adecuada toma de decisiones, bajo la finalidad de contribuir a la acumulación, generación, distribución y sostenibilidad integral de la riqueza en todas sus dimensiones.
El proceso de reconocimiento contable, debe responder a dos preguntas principales, ¿que se reconoce en los estados contables? y ¿cuándo debe reconocerse una partida en los estados contables? Estos dos interrogantes son resueltos por la contabilidad tradicional, incluyendo el modelo IASB, desde una perspectiva financiera y económica. El surgimiento de una verdadera contabilidad ambiental debe responder a estos cuestionamientos desde dimensiones sociales, culturales, históricas y ambientales, sin desconocer en algunos casos, pero no en todos, la dimensión económico-financiera.
La Teoría Tridimensional de la Contabilidad genera un rompimiento con la concepción contable clásica; representa un abandono de la investigación tradicional, exigiendo nuevas metodologías y finalidades en el proceso de construcción de conocimiento. Los desarrollos que se realicen requieren la participación activa de contables y profesionales e investigadores de las diferentes ramas del conocimiento. Afrontar las crisis ambientales y sociales requiere de la aproximación de las ciencias formales, naturales, sociales y humanas frente a un mismo fin, reconociéndose también el valor de los conocimientos no científicos que hacen parte del conjunto de saberes necesarios para la construcción de dinámicas sostenibles, centradas respecto a la vida en el sentido más amplio; desafío que implica el tránsito de una ética antropocéntrica a una de carácter biocéntrico.
Una de las disciplinas que propone la Teoría Tridimensional de la Contabilidad (T3C) es la bio-contabilidad que surge por el hecho de que la contabilidad financiera se ha aferrado al crecimiento económico, por tal motivo el modelo económico de mercado ha creado un sistema contable que excluye la divulgación de los efectos negativos ambientales y sociales que genera las organizaciones .
La contabilidad financiera se encarga de representar monetariamente la riqueza ambiental sin dar importancia a la sustentabilidad que si tiene la disciplina de la bio-contabilidad. Esta disciplina tiene su propia estructura, fundada en una ética ambiental, orientada al logro de la sustentabilidad ambiental de los territorios.
La bio-contabilidad puede aplicarse a cualquier tipo de organización que tenga como objetivo la valorización cuantitativa y cualitativa del medio en el cual desarrolla sus actividades y tiene su propio estado contable.
Una partida debe ser reconocida contablemente en los estados bio-contables si cumple con las siguientes condiciones:
- .Existencia y/o circulación de una riqueza ambiental
- .Que la organización tenga algún control de la riqueza ambiental
Por lo tanto vemos una gran diferencia con la contabilidad financiera que considera sean medibles y representables económica y monetariamente.
La bio-contabilidad utiliza unidades de medida no monetarias, hace uso de métodos de medición extrínseca e intrínseca (prioritario); a través de la metodología heterogénea utiliza y presenta la información en múltiples unidades de medida sin la utilización de unidades de conversión y la metodología homogénea o estandarizada en la cual se presenta toda la información en una única unidad de medida, por medio de factores de conversión de las mediciones cuantitativas y cualitativas homogéneas.
