Importancia De Nuestra Identidad Cultural

Introducción

Es así que el duro derrotero de nuestra historia como país libre de ataduras coloniales nos enfrenta a una realidad terrible donde se empiezan a cocinar ideas entrelazadas con cuestiones propias pero claramente dominadas por un espíritu aún emanado de la forma trabajar en el pasado, con clases y castas, con división entre aquellos que se sentían casi descendientes puros de europeos y quienes dominaron el poder durante muchos años y que veían con desprecio todo lo que significara tradiciones propias de los pueblos originales y mucho menos de los descendientes de estos pueblos.

Aún con la independencia nuestro pueblos “indígenas” seguirían siendo vistos como algo que no se quería y que sería preferible olvidar o no tomar en cuenta. A excepción de aquellas tradiciones emanadas de dichas culturas que ya sea que se resistieron a desaparecer o que fueron necesarias conservar por servir de medios de dominación.

Es así que después de muchos procesos de gestación la nación como tal surge hasta la segunda mitad del siglo XIX y es entonces que se empiezan a redescubrir los vestigios de las culturas ancestrales locales y se les intenta dar una importancia para lograr la identidad y unión nacional entorno a ellas, pero siempre bajo la tutela del Estado y sirviendo más a intereses políticos que para una reivindicación de las mismas y mucho menos darles un posicionamiento relevante dentro de las políticas públicas estatales.

Todo lo anterior ha generado el México de hoy, el México que se dice orgulloso de su pasado autóctono pero que lo rehúye al momento de integrar estas culturas y a sus pueblos como iguales. En realidad se siente orgulloso del sincretismo creado por años de dominación e imposición cultural y culturas o tradiciones originales que por diversas razones lograron sobrevivir.

Desarrollo

La importancia de conservar nuestra identidad cultural 

Antes de hablar de identidad cultural indígena debemos partir de que el concepto de cultura lo podemos entender como un conjunto lógicamente estructurados de hábitos, costumbres, conocimientos, tradiciones, pautas y normas de comportamiento socialmente heredados a través del tiempo para adaptarnos a una sociedad concreta. Y dentro de este concepto la podemos distinguir en diversas manifestaciones como la cultura descriptiva, la histórica, la normativa, la psicológica, la genética y la estructural.

A partir de lo anterior debemos comprender que los componentes de la misma es la Cultura en sí que nos permite entender los rasgos, complejos y pautas de un conglomerado social o de un pueblo y las manifestaciones culturales que son la forma de vestir, de hablar, el tipo de alimentación, pautas de conducta, tipo de vivienda, el arte; derivados de los hábitos, costumbres, conocimientos, tradiciones, etc. de cada pueblo original.

Estos dos elementos son la base para la construcción de una identidad cultural propia, aquellos que permiten identificarnos como parte integrante de un conglomerado social, de un pueblo, de una nación, pero lo más importante es que esto mismos generen en nosotros sentimientos de identificación y respeto hacia la comunidad de la que formamos parte.

Los dos principales factores o componentes que definen la identidad de un pueblo, sea cultural o en general, son los biológicos, entendidos estos como aquellos que influyen directamente en la conducta de los habitantes de una región, investigadores en genética de la conducta entienden que los factores hereditarios intervienen, y bastante, en muchas conductas complejas, incluyendo capacidades cognitivas, personalidad y psicopatologías.

 Por otro lado están los factores sociales, los cuales son los que en gran parte determinan la identidad de los pueblos, como son los valores los cuales determinan su manera de ser y orientan su conducta que involucran sentimientos y emociones; las tradiciones que se pueden definir como los acuerdos que una comunidad considera dignos de constituirse como una parte integral de sus usos y costumbres.

 La tradición suele versar genéricamente sobre el conocimiento y también sobre principios o fundamentos socio-culturales selectos, que por considerarlos especialmente valiosos o acertados se pretende se extiendan al común, así unas generaciones los transmitirán a las siguientes a fin de que se conserven, perduren y se consoliden. Los símbolos entendidos como la representación perceptible de una idea, con rasgos asociados por una convención socialmente aceptada. 

Es un signo sin semejanza ni contigüidad, que solamente posee un vínculo convencional entre su significante y su denotado, además de una clase intencional para su designado; las creencias que es el estado de la mente en el que un individuo supone verdadero el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa; cuando se objetiva, el contenido de la creencia presenta una proposición lógica, y puede expresarse mediante un enunciado lingüístico como afirmación; los comportamientos, el entorno, etc.

La identidad cultural se integra por nuestra forma de vestir, hablar, actuar, alimentarnos, nuestras viviendas como dijimos anteriormente. Pero está determinada también por factores externos que en el caso de nuestro país y región se ha debido principalmente a la colonización y dominación de una potencia colonial del pasado. Esta dominación puede ser total o parcial, en el caso de nuestro país fue casi total y significó un choque entre dos culturas la mesoamericana y la española.

 Ese punto representó un bloqueo del desarrollo histórico natural de los pueblos originales. A esto hay que sumarle la aculturación surgida de intercambios, préstamos y convergencias con otras culturas de la región o del mundo. Por último, pero no menos importante, es el aspecto de la difusión esta tiene que ver con la forma en que se ha diseminado una cultura sobre otra o la conjunción de otras sobre las originales dándoles mayor énfasis a la hora de posicionarlas en el imaginario colectivo.

Para entender con mayor claridad este aspecto de la dominación sobre la identidad cultural original del pueblo mexicano debemos entender que esta práctica se basó en una técnica de afirmación, de los valores, tradiciones, ordenanzas, etc. de la cultura española sobre la indígena, para conseguirlo se basaron en la negación de su historia ancestral para poder destruir la identidad cultural indígena. 

Para ello tuvieron dos elementos fundamentales la castellanización, que no fue otra cosa más que acabar con todas las lenguas originarias y tener como único idioma el del dominador, esto es el español, todas las actividades se basaban en relaciones bajo este idioma y si no se aprendía se les relegaba; y por otro lado, tal vez la más fuerte arma de la conquista y del dominio, la evangelización que significó prácticamente la destrucción de la cultura indígena, acabando con sus creencias en cuanto a deidades e imponiendo algo nuevo y como su forma de vida era entorno a su religión rompió los cimientos fundamentales de dichas sociedades.

Este tipo de dominación política y cultural de la colonia desencadenó que esta nueva sociedad en formación se dividiera, por un lado la élite colonial española y la burguesía autóctona donde la primera tenía claro sus conceptos culturales y la segunda que quedó atrapada entre el pasado y su presente, el cual se aparecía como algo a lo que debían aspirar sino querían parecer anacrónicos con las circunstancias, esto es ir perdiendo su identidad cultural original y empezar a acoger la nueva cultura traída por los españoles. 

Y por último las masas populares, quienes se resistían a cambiar sus costumbres, usos y tradiciones, pero les llegaría algo igual o mayor a los procesos de castellanización y evangelización: el mestizaje. Sin embargo estas últimas, las masas populares, encontraron una manera de preservar de alguna forma ciertos elementos de su cultura ancestral mediante el sincretismo como una estrategia de supervivencia. Esto es la combinación de elementos de ambas culturas sin que el dominador entendiera el significado que realmente tenían para el pueblo dominado.

Es así que, con el transcurrir de las épocas o años, muchos años, el problema de la cultura nacional en nuestro país ha tenido un derrotero complejo y con conceptos o ideas en algunos casos hasta contradictorias como el querer rescatar el pasado pero suprimir al indígena o a los pueblos originales mediante la idea predominante de que somos una nación mestiza y que la única cultura emana de esta cruce.

También han surgido ideas en torno a los pueblos originales y qué hacer con todo ello, como por ejemplo el incorporacionismo, que no es otra cosa que de plano pierdan su identidad y se incorporen a ese México mestizo olvidando sus raíces. Por otro lado están los que se oponen a ello y abogan por la conservación de esas culturas integrándolas como iguales pero sin un plan bien definido para ello. Y también existen quienes los ven como algo que debe existir y está bien que se conserven pero sin que se les integre a la sociedad como iguales.

En un país donde se habla o quisiera que prevalezca la unidad nacional no ve como algo glorioso el tener un pasado tan rico y clara muestra es el idioma oficial, pero además, en muchos casos, los pueblos indígenas se ven como resabios del pasado, como lastres u obstáculos para el desarrollo. La educación en nuestro país es un claro ejemplo de las contradicciones culturales donde se busca prevalecer lo propio, lo autóctono pero sin reconocer la importancia de quienes lo crearon y se hace más énfasis en nuestra historia y cultura a partir del México independiente. Como tampoco se han diseñado programas educativos para los pueblos indígenas en su lengua original, salvó algunos casos.

Hay que decir que en nuestro país si existe discriminación, pero no se trata solo del color de la piel, se trata de una discriminación de clases que toma una mayor singularidad en el trato que se les da a los indígenas por parte de quienes no lo son o por quienes olvidan que parte de su pasado histórico pero sobretodo familiar tiene origen en familias indígenas. Lo peor que ocurre es que muchos de los indígenas cuando avanzan en sus estudios, sobre todo cuando cursan carreras profesionales, quieren olvidar o reniegan de sus raíces tal vez como medida de supervivencia y no verse relegados socialmente. 

Aunque también se dan casos de cambios de apellidos originales en lengua maya por su equivalente en castellano, ejemplo Ek se convierte en Estrella. Pero no todo está perdido, muchos de los que tienen la oportunidad de tener una mejor educación han pasado del rechazo de su origen a la aceptación y por supuesto al orgullo de sus raíces.

Conclusión

La palabra clave es la aceptación primero de los propios pueblos originales, de sus descendientes; también por parte de la sociedad mexicana, que ellos son parte integral de nuestro país sin necesidad de cambiarlos y si valorarlos acrecentando el orgullo real por nuestra cultura sin ponerles etiquetas o pedirles que dejen de ser indígenas para ser mexicanos, eso es segregación y discriminación además de ser negación del origen de todos nosotros.

Debemos estar convencidos que vivimos en una interculturalidad, en una gran diversidad cultural y que debemos aprender de esta para avanzar, para desarrollarnos pero siempre basándonos en los elementos que nos hacen fuertes y nos unen, debemos dejar de hablar de los derechos indígenas deben ser derechos de los mexicanos, porque eso como dije es ponerlos como diferentes, todos somos iguales y respetarlos como se respeta a cualquier otra persona, mucho menos perseguirlos o quitarles sus tierras, sus artes, sus lenguas.

Lo anterior tiene que estar acompañado de políticas públicas claras en torno al tema y no ser instrumento populista para conseguir objetivos gubernamentales o políticos, con un proceso de integración y aceptación sin que eso signifique la pérdida de su cultura sino todo lo contrario que sea el eje donde este país se base para encontrar la grandeza que estos pueblos alcanzaron alguna vez. El rescate y conservación de nuestra identidad cultural indígena empieza por el reconocimiento de la igualdad de todos los mexicanos y dejar a un lado las clasificaciones o estratificaciones y esta debe ser la verdadera base de la identidad nacional.

04 May 2021
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