Incertidumbre Entre La Maldad Y La Bondad Absoluta En "Fausto"

Fausto obra literaria de Johann Wolfang Goethe, dividida en dos partes: la primera fue publicada en 1808; la segunda parte se publicó póstumamente en1832. La obra trágica de Goethe es probablemente la más respetada de toda la tradición fáustica, así como una de las cima de la literatura alemana. Johann quien fue contribuyente del romanticismo, movimiento al que influyó profundamente, fue un poeta, novelista y científico, en Goethe se encuentra una reflexión sobre este fenómeno típicamente humano que es el lenguaje poético por el romanticismo y a su vez esta obra fue inspirada en una novela lírica. Fausto es una historia que refleja la lucha entre el bien y el mal, en la que se presenta de manera exclusiva el tema del placer y lo que está dispuesto hacer el ser humano para proporcionárselo, aunque para conseguirlo recurra a los medios erróneos. La exploración del conocimiento puede llevarnos por caminos oscuros o bien por caminos iluminados y a su vez puede revelarnos tanto el mal como el bien que subyace en nuestro interior. Esta leyenda trata de esa búsqueda espiritual, e implica un auto confrontación que pone de manera notoria la profunda paradoja de luz y oscuridad que se oculta en el núcleo del alma humana. Se dice que hemos de ser buenos con nuestras acciones para ser aceptables a los ojos de Dios. Sin embargo, la historia de Fausto nos enseña que la bondad está relacionada con la definición de ética afiliada por una sociedad determinada en cualquier época de la historia. Viéndolo desde esta perspectiva, cabe preguntarse, ¿Qué factores influyen en el protagonista principal de Fausto en la búsqueda de conocimiento supremo?

Esta historia narra a un individuo dedicado a la ciencia que está obsesionado por la búsqueda de conocimiento, pero al no lograr adquirirlo, se siente dominado por la frustración. Fausto a pesar de tener un amplio conocimiento, desea saber más sin importar el medio por el cual conseguir dicho deseo. De manera que muestra el lado inconformista de las personas, quienes no están conformes con lo que tienen de sí mismo y su alrededor, esta obra se basa en el lema que todo ser humano tiene poder sobre sí mismo por lo que puede decidir qué camino elegir para tener una vida exitosa, grata y plena.

Amor y remordimientos dos términos que no están exilados a las doctrinas de una cultura o religión específicas y son estos los que nos permiten ver la luz y la oscuridad del día, y de alguna manera conservar la integridad del alma. La frustración de conocer un modo de vida que trata de luchar pero al que no pertenece realmente se rompe cuando entra en contacto con una realidad a la suya, este es uno de los factores que ocurren en el escenario de fausto creando en este personaje la ambición de alcanzar un supremo conocimiento. El hombre solo por querer adquirir más poder se deja influenciar, perdiendo cosas muy importantes en la vida como los valores familiares y religiosos, y es la codicia uno de los componentes que conllevan a perder la razón.

Cabe mencionar que fausto es un hombre sabio con virtudes pero a su vez tiene defectos como cualquier persona, las imperfecciones nos ayudan a tener miedo y tratar de resolverlas nos ayuda a tener valor. Goethe muestra el lado humano en la obra de la mano del mal como si ambas estuvieran en la misma condición, de modo que aquellas cosas pasionales que mueven al ser humano se encuentran en el contorno entre lo bueno y lo malo que son amorales, neutras durante la historia, el mal emotiva la mayoría de ellas, sin embargo, al final de esta narración son estas mismas acciones como el amor de margarita uno de los personajes secundarios las que permiten que Fausto escape del mal. Además representa un cambio en la estimación del mundo para Fausto en tanto que cambia su manera de ver las cosas.

Esta obra retrata una disputa entre el bien y el mal porque se enfrentan por el alma de fausto, el cual cuestiona la decisión del hombre. La inquietud intelectual y su capacidad final de sobreponerse al mal, y lograr la salvación. En el ser humano no existe forma absoluta, ni la bondad y malicia; sino que la personalidad humana es compleja y versátil. La sensación del temor y crueldad se le añade la inevitable atracción de lo curioso y lo sorprendente, que surge una mezcla de desconciertos intensos y provocación imaginativa, cuya vitalidad dura tanto como en la humanidad.

Podría sostenerse que (Aristóteles, 2012). “La verdadera felicidad consiste en hacer el bien”. Todo depende de las acciones que realices y en base a eso encontrarás la felicidad, las personas se destacan actualmente por querer ser mejor y superiores que los demás pero sin darnos cuenta si destruimos o no la vida de las demás personas porque la prioridad solo somos nosotros y nadie más, nos cegamos antes la verdad, la debilidad como seres humanos es aceptar la realidad y la resignación ante los problemas que se presentan en los momentos menos esperados de tu vida. Sin duda alguna el mundo no es tan malo como creemos pero tampoco es perfecto ya que por naturaleza debe existir ese equilibro de lo bueno y lo malo, la esencia está en equivocarnos pero corregir aquello que se hizo mal y es lo que sucedió en Fausto hubo el arrepentimiento y se dio cuenta lo mal que había actuado e incluso el negativo caminar de sus nuevos rumbos para obtener el conocimiento supremo que anhelaba.

Fausto este protagonista principal al final del día decide suicidarse, donde llegó a cierto punto en el que nada le afectaba como antes y empezó a sentirse defraudado de saber todo lo que había adquirido y realizado, pero aun así no se sentía feliz consigo mismo. A lo expresado anteriormente se agrega que Fausto constituye un paradigma de nuestro mundo interior, lleno de apremios entre nuestros deseos egocéntricos y el anhelo de servir a algo más sublime y más grande que nosotros mismos. He aquí la profunda paradoja del bien y el mal, a fin de comprender el bien, debemos reconocer al mal; y para llegar a este reconocimiento debemos descubrirlo primero en la secreta oscuridad de nuestro propio corazón.

En este punto se puede destacar aquel pensamiento de Mefistófeles uno de los personajes centrales de la obra, quien era nominado como el mal (Goethe, 1808). “Soy una parte de la oscuridad que la luz engendró, esa luz soberbia que le disputa a la madre noche su antiguo pasado y lugar”. A través de la intervención de nuestra oscuridad interior es cómo podemos finalmente hallar la luz, esta vida no es únicamente claridad cómo se cree, de modo que se puede interpretar que en el universo existía únicamente la oscuridad hasta que Dios dijo que se hiciera la luz así, la madre noche era quien reinaba y la luz ha tomado su lugar.

Al igual que Fausto vivimos solo experimentando una potencia, algunos tal vez dos, y buscamos entender la tercera, la espiritual de la manera en la que percibimos nuestro intelecto o nuestro cuerpo. Johann Goethe transmite mediante esta historia el interés por descubrir esa plenitud de la que somos capaces de obtener, sin duda alguna el hombre es la única criatura que rechaza ser lo que es. Desde mi punto de vista el bien y el mal son dos términos interdependientes cada una de estas fuerzas necesita de la otra para existir. Fausto es el claro ejemplo de las acciones y decisiones que toma el ser humano en la vida, un aumento de energía del mal implica una disminución de energía del bien, esto no es considerado desequilibrio, sino parte del proceso vital. Los factores que se le fueron presentando a Fausto por ir en busca del conocimiento fue encontrar el lado malo tanto de él y del mundo, por más de haber obtenido lo que quería nunca alcanzó la felicidad, por esa actitud humana que no permitía relaciones pacíficas y tolerantes para el bien común, pero al final logra comprender que la paz es el único camino para construir una mejor vida.

BIBLIOGRAFÍA

• Edición utilizada: Wolfgang, Johann. Fausto. Alcobendas, España: Libsa, 2017.