Influencia Política Y Social De La Dictadura Franquista En La Poesía De Blas de Otero
Introducción
El régimen dictatorial de Francisco Franco en España, que se dió tras la larga y sangrienta guerra civil de 1936, y perduró por casi tres décadas, influenció de muchas maneras el arte y en especial la literatura que se produjo en ese periodo. El célebre autor vasco Blas De Otero, gran representante de la poesía española a partir de los años 40, es considerado por muchos el principal poeta de la España franquista, y uno de los autores más influenciados por el caos político de la época (Wright) . Tal hecho lleva a la pregunta que será respondida en esta monografía: Cómo el contexto político y social de la dictadura franquista en España influenció la obra poética de Blas de Otero? Enfocándose principalmente en los tema de la fe y la religión, así como el existencialismo en sus poesías durante las décadas de 40 y 50, serán comparados poemas escritos en diferentes momentos de la dictadura, a fin de evidenciar sus diferencias y semejanzas y comprender cómo esas derivan del contexto político y social de la dictadura franquista. Paralelamente al análisis de los poemas, serán explicados también eventos específicos sea de la vida del poeta o del escenario político de España para justificar determinados aspectos de sus poesías. La obra de De Otero, a pesar de su religiosidad, perteneció a la llamada ‘poesía desarraigada’, corriente poética de la posguerra española de los opositores al gobierno de Francisco Franco, que se caracteriza por la angustia, la desesperanza y la revuelta contra el poder político. Las principales fuentes utilizadas en la investigación de este tópico son los poemas de Blas de Otero, retirados de la edición de “Obra Completa” del autor, sin embargo, diversas teorías sobre el poeta y sobre las corrientes literarias de la posguerra también fueron estudiadas, así como biografías del autor. Este tópico merece ser investigado por tener relevancia tanto histórica como cultural y por mostrar los efectos del régimen franquista a través de la literatura, demostrando el reflejo cultural que este periodo de extrema importancia para la historia de España dejó en la literatura del país.
Marco Teórico
Blas de Otero Muñoz fue un poeta español nacido en marzo de 1916 en Bilbao, en el País Vasco, norte de España; y en su biografía se encuentran muchos factores esenciales para la comprensión de un análisis de su obra. El autor tuvo, durante su infancia y adolescencia, gran contacto con la religión y la fe cristiana, habiéndose criado en una familia católica y frecuentado un colegio jesuita cuando niño. Esta característica se mostrará esencial en el desarrollo de esta monografía, dado que De Otero inicia su obra poética produciendo literatura religiosa, y con el avance de la dictadura de Francisco Franco, empieza a enfocarse más de los problemas sociales de España, ignorando y aún criticando a Dios por su apatía ante al sufrimiento ajeno. Además, la posición política de Blas de Otero puede también ser comprendida a través de su biografía. En la guerra civil de los años 30, el poeta se incorpora en los batallones vascos, ejército formado para defender la República Española, y combate las tropas franquistas. La guerra civil, que terminaría con la victoria de Franco y derrota de la República de España, coincide con el inicio de la obra literaria de De Otero. Las etapas de la obra de De Otero, que serán analizadas en esta monografía son las siguientes:
Etapa religiosa
A la primera etapa poética de Blas de Otero pertenece el poema “Siempre” (ver apéndice 1), publicado en la revista jesuita “Los Luises” en 1935, y que será analizada en esta monografía. Es la etapa inicial y más escasa de su poesía y trae como temas principales la religiosidad y su relación con Dios, y por tanto puede ser catalogada como su “etapa religiosa”. En esta fase, De Otero adopta un tono personal y extremadamente íntimo, en el cual habla de modo muy sensible principalmente sobre Dios, su fe y sus creencias. Usando siempre un tono suave y tranquilo en las poesías de esta fase, De Otero estima a Dios y le agradece por todo lo bueno que proporcionó a su vida.
Esta fase coincide con el periodo pre-Guerra civil, en donde la poesía de De Otero reflejaba todavía sus creencias propias y su fuerte religiosidad. En este periodo, la política tiene poca o ninguna influencia en la poesía de De Otero, que se enfoca casi totalmente en sus experiencias y percepciones personales.
Etapa existencial
En la década de 40, ya comenzado el gobierno franquista, la poesía de Blas De Otero entra en una nueva fase, en donde parte de la esperanza, confianza y fe mostradas anteriormente son perdidas. Para mediados de los años 40, surge en España un nuevo estilo de poesía al cual Blas de Otero se integraría muy pronto: la poesía desarraigada. Producida principalmente por poetas de la oposición al régimen de Francisco Franco, la poesía desarraigada trataba de temas como las dudas existenciales, la soledad y la tristeza humana, pero no de manera esperanzada, sino de modo dramático y pesimista, dada la vasta insatisfacción de sus autores ante el escenario político de España, que se aislaba cada vez más del resto del mundo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. La poesía “Hombre” (ver apéndice 2), perteneciente a la obra “Ángel Fieramente Humano”, publicada por en 1950 es la represente de esta etapa en esta monografía.
Etapa social
A partir de 1952, cambia drásticamente la vida y la obra de Blas De Otero; por primera vez sale de España, y en Francia establece contacto con diversos comunistas españoles exiliados, y empieza a conocer y adoptar ideas socialistas, fortaleciendo su ideología política, y soñando para el futuro de España una sociedad más igualitaria, justa y digna. Debido a la influencia de sus compañeros exiliados, que provocó en De Otero una mayor conciencia sobre los problemas y desigualdades del pueblo español, los poemas del autor se vuelven más claros y duros en las críticas a la dictadura de Franco, la figura de Dios y las referencias espirituales desaparecen, dando lugar al plano físico y a la realidad del hombre. En esta fase más allá de hacer alusiones al dolor y sufrimiento causados por el régimen franquista, el poeta critica explícitamente no sólo la situación política de España, pero sobretodo la realidad de su pueblo, marca importantísima y que justifica el nombre dado a la etapa social. A esta etapa pertenece el poema “La vida” (ver apéndice 3) proveniente de la obra “Que trata de España”, publicada 1964, y que será analizada en esta monografía.
Análisis
La poesía representante de la etapa religiosa de Blas De Otero, como mencionado anteriormente, es “Siempre”, que hace parte del grupo de “Baladitas humildes” publicadas por Blas de Otero en 1935 en la revista “Los Luises”.
El poema, que se concentra fuertemente en la religión y la fe, retrata una fe incondicional y un Dios puro, capaz de traer amparo y felicidad a la vida del narrador. El primer elemento de la poesía, el título, ya puede introducir los valores y temas abordados por De Otero en su etapa religiosa. “Siempre” es la palabra que nombra el poema, y tiene un importante significado en ello; la idea de persistencia y perseverancia, que son representadas por el término “Siempre”, es repetida con frecuencia durante el poema, y refleja la fe eterna e incondicional poseída por el yo poético, y la esperanza de que lo divino será responsable por el regreso de la paz y alegría. Algunos ejemplos del amor incondicional e irrevocable en “Siempre” se pueden encontrar en la primera línea: “Amar, amarte siempre” que demuestra nuevamente la persistencia en el amor a Dios, y el concepto de fe eterna e inamovible. Más adelante en la poesía, regresa el verbo “amar”, esta vez acompañado de “vivir para los días en que (…) al hondo golpe del recuerdo santo retornen las pasadas alegrías”, en esta frase, una vez más la voz del poema cree en una resolución divina para los tiempos conturbados, y tiene esperanza en ella. La poesía sigue la tradición de literatura religiosa, que cambiará en los próximos poemas de De Otero, en que se celebra una criatura divina, en este caso el Dios cristiano, y se le confía a Él el compromiso de proveer y mantener la paz en la vida de sus fieles.
Un segundo aspecto que debe ser analizado en “Siempre” son la simbología y las metáforas utilizadas. A lo largo del poema, diversos elementos relacionados a la naturaleza son mencionados y usados por De Otero para crear una atmósfera dulce, pacata y tierna. En el segundo verso, por ejemplo, el autor compara su amor hacia Dios a un “viento ceñido a la cintura de una rosa”, transmitiendo al mismo tiempo la rigidez de su devoción y la ternura de su amor; lo mismo ocurre en el penúltimo verso, en donde “lázaros de amor” representan las alegrías de la vida a través de una metáfora simple y tierna, que demuestra una relación sana de la voz del poema con su ser divino. Sin embargo, la metáfora principal gira en torno a el mar, que en este poema simboliza el amor y las virtudes, como se puede notar por ejemplo en “amarte como un mar que ya rebosa bordes del corazón y del pensamiento”. En “el litoral de Dios (…) mantiene nuestro puro apartamiento”, nuevamente el mar asume la imagen de algo puro y benéfico, necesario para el mantenimiento de la relación del yo poético con su Dios. La imagen del mar, al más allá de transmitir tranquilidad y paz como los otros elementos precedentemente explorados, tiene una relevancia particularmente especial en la vida de el autor, dado que De Otero nació y creció en Bilbao, ciudad muy cercana al litoral norte de España. Además, metáforas referentes al mar son recurrentes en la obra de De Otero, y regresarán en otros momentos de la monografía, por lo tanto es posible que el mar, además de simbolizar las virtudes traídas a través de la fe, represente para Blas De Otero el conforto y la calidez de su infancia y juventud.
En el poema “Hombre”, extraído de “Ángel Fieramente Humano”, el autor describe con aflicción la situación en que se encuentra, y exige de Dios, de manera casi autoritaria, una respuesta, una salvación. El poema comienza con la frase “Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte, al borde del abismo” que lo abre de modo muy fuerte y describe la posición de fragilidad personal del narrador con mucha vehemencia. La decisión del termo “cuerpo a cuerpo” crea la imágen de una lucha real, una batalla metafórica que expresa el dolor y sufrimiento que oprimen al yo lírico de este poema. Con un tono desesperado e impaciente, como si estuviese harto de esperar una respuesta, Blas de Otero crea la figura de un Dios impasible ante el dolor ajeno, que no se compadece y ni actúa aunque lo clamen incansablemente. De hecho, en este poema, el narrador está a punto de la desistencia, declara de estar “clamando a Dios”, pero que su voz se ahoga “en el vacío inerte”. Prevalece la desconfianza, la desesperanza y el sentimiento de que tal vez es incapaz de proveerle el amparo que necesita o que quizás simplemente no exista. La frase “Oh Dios. Estoy hablando solo” es la que más evidencia este aspecto, mostrando el debilitamiento de la creencia en la religión, provocada por un momento de gran dificultad, así como una desesperanza general de una resolución de los problemas. El ser divino descrito en esta fase por De Otero es casi malo, como se puede notar por ejemplo en las frases “Abro los ojos; me lo sajas vivos” y “Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas”, en que el poeta describe la involuntariedad de Dios a acudir al hombre, como si fuera de su gusto dejarlos sufrir. En el final, se destaca la frase “Esto es ser hombre: horror a manos llenas (…) !Ángel con grandes alas de cadenas” en donde el poeta trata de mostrar la angustia como una sensación generalizada, no sentida solamente por el narrador de este poema, sino que por toda una generación de hombres y mujeres.
Al analizar el contexto detrás de este poema de De Otero, es necesario considerar algunos factores; en primer lugar, obviamente, el avance del poder político de Francisco Franco. Los grupos políticos posicionados a la izquierda, a los cuales De Otero hacía parte, comenzaron a sufrir, en el régimen franquista las consecuencias de la censura, y la persecución política. Durante la década de 40, cresce entre los opositores del gobierno el sentimiento de desesperanza y desarraigo, reflejido majestuosamente en el poema “Hombre”, en donde frases como “ser – y no ser – eternos fugitivos” muestran la inestabilidad social y la sensación de no pertenencia en el propio país. La poesía desarraigada era una tendencia general, que despertaba en sus lectores una reflexión sobre la realidad social del periodo. Es natural, por lo tanto, que Blas De Otero se haya inspirado en muchos de los poetas de su generación y seguido la tendencia literaria que se formaba. Sin embargo, la inspiración para esta fase poética también tiene raíces personales además del escenario político de la época. En 1943, De Otero se había trasladado a Madrid para estudiar filosofía y letras, materias por las cuales el poeta tenía gran pasión y voluntad de aprender, sin embargo debido a la enfermedad de su hermana, debe regresar a Bilbao, su ciudad natal, abandonando los cursos y su autorrealización en Madrid. A partir de allí, Blas De Otero sufre una grave crisis depresiva, de la cual tarda años en curarse, ingresando hasta en un sanatorio por algunos meses. Este momento oscuro de su vida personal, como es posible ver, también tiene un serio impacto en su obra, y puede justificar, por ejemplo, el tono melancólico y angustiante utilizado en “Hombre”, así como su repentina pérdida de esperanza y creencia en la compasión de un ser superior.
En el poema “La Vida” de Blas De Otero, el autor discute la función de sus propios escritos como protesta política, y justifica el contenido de sus poemas como una forma de resistencia contra los problemas sociales de España. La estructura del poema es caracterizada por frases fragmentadas y con versos cortos, creando un tono más serio y dramático, y dando mayor énfasis a cada palabra del texto. La frase inicial es “Si escribo es por seguir la costumbre de combatir la injusticia, luchar por la paz”, en donde el poeta explica el motivo de su literatura como arma contra las desigualdades, y deja claro su crítica hacia las injusticias sociales. En este poema, de hecho, el aspecto social gana visibilidad, y los fracasos morales de todo un sistema son condenados a través de la literatura. Se continua con la frase “hacer España a imagen y semejanza de la realidad más pura”, en que De Otero menciona el país al que apunta sus críticas, confrontando el régimen franquista y exponiendo sus desgracias; con esta frase, De Otero quiere decir que la España narrada en sus poemas es la España real, y que a través de una literatura militante, puede ayudar su pueblo a liberarse de los horrores de la dictadura. Según “La vida”, la literatura se vuelve una arma política, con la cual ayudar a su pueblo, abriendo los ojos y la mente a los lectores, y siempre reflejando “la realidad más pura” como declara la propia poesía. La parte final del texto es personal, y se concentra en las razones de Blas De Otero para producir este tipo de literatura; según el autor, a veces le “tiembla la mano” y le se “borran las líneas”, en una metáfora referente al miedo de represiones que una literatura como la suya podría despertar, dado el carácter opresivo del régimen español de la época. Sin embargo, un “golpe de mar” aparta el miedo y las preocupaciones al autor, en un verso que trae nuevamente el mar como una metáfora para las memorias de la España libre que el narrador quiere que regrese. Según el poema, los días de justicia y igualdad que el autor vivió “desde el instante mismo de nacer” y que él lucha para que vuelvan, son lo que lo mantiene escribiendo y clamando por paz.
En “La vida” así como en otros poemas del autor, es preciso deducir que el contenido poético sea autobiográfico, sobretodo en este caso específico, dado que el tema principal tratado es la literatura, vocación de De Otero, y tópico sobre el que no escribiría sin un lazo fuerte. Como se puede ver, está presente una preocupación hacia lo social que tiene directa influencia de las experiencias de De Otero con comunistas en Francia, donde, el autor toma una conciencia social que cambia radicalmente el tono de sus poesías. En esta etapa, como dicho en el análisis, el autor tiene el objetivo de alertar a sus lectores a través de la literatura, y una voluntad enorme de que la paz vuelva a prevalecer en su patria. La ausencia total de Dios en “La vida” tampoco es una coincidencia, dado que en esta fase de la poesía de Blas De Otero, la iniciativa de cambio parte del hombre, y no más de Dios; el hombre es el protagonista de esa etapa, y ocupa sea el rol de víctima sea lo de salvador, que es capaz de provocar cambios y de crear una sociedad mejor para todos. Además, es importante considerar que la dictadura franquista había censurado obras del poeta poco antes de la publicación de este poema, y es probable que esta represión lo haya incentivado a oponerse aún más al gobierno de España, la propia obra en que se encuentra “La vida” sufrió feroces recortes, y sólo pudo ser enteramente publicada en Francia.
Conclusión
Es posible afirmar, por lo tanto, que el contexto político y social del régimen franquista en España influenció fuertemente la literatura de Blas De Otero, convirtiendo sus poesías religiosas y de naturaleza devota en obras de reclamo social con contenidos explícitamente políticos, pasando del plano metafísico al plano físico. Tal cambio, a través de tres diferentes poemas, denota un cambio de perspectiva social y refleja cuestionamientos acerca de la religión y el rol del hombre en la sociedad de la época. El violento y represivo régimen de Franco en España causó en De Otero el entendimiento del papel de los ciudadanos en combatir las injusticias y los problemas de la sociedad, responsabilidad antes atribuida a fuerzas divinas y al poder de Dios; como se puede notar en sus poesías de la etapa existencial, en la década de 40 la fe de De Otero entra en crisis ante al caos social que presencia en su país, y esta etapa seguida por una nueva fase de poemas sobre y para el pueblo, fruto de una concientización sobre el deber del hombre en provocar cambios oponerse a las desigualdades. De Otero no abandona necesariamente su religiosidad, sino la idea de que la resolución de problemas sociales es un compromiso divino; con el avance de la dictadura franquista, la imagen de Dios aparece cada vez menos, y es substituida por el ciudadano común, que se vuelve protagonista de su literatura. A pesar de los cambios en la obra de este autor, algunos aspectos, como la imagen del mar, por ejemplo, son recurrentes, y aparecen en etapas distintas asumiendo el mismo significado. Otro elemento mostrado en las poesías analizadas es la esperanza, que es presente y fuerte en el primer poema, pero que se pierde en el segundo, dando lugar a un profundo desespero, proceso derivado de las represiones y violencias del gobierno Franco, y causadas por su insatisfacción política; la esperanza retorna a la poesía de De Otero en su tercera fase, como analizado en “La Vida”, pero acompañada de acciones de oposición del autor a la dictadura española.
Además, parte de las transformaciones en la obra poética de De Otero puede ser asociada también a acontecimientos de su vida personal; factor que fue considerado y brevemente mencionado en esta monografía, aunque no sea el foco principal de ella, este hecho puede ser interpretado como una limitación en la metodología usada, dado que el potencial efecto de acontecimientos personales en su obra poética no fue analizado a fondo. Sin embargo, las teorías literarias estudiadas corroboran la importancia del contexto socio-político para la evolución poética de Blas De Otero, que hizo parte de una tendencia nacional en las artes españolas, y que pudo, a través de sus versos, reflejar las angustias y los dolores de su nación.