Kamala Harris; La Primera Afroamericana Nombrada Vicepresidenta
La elección de Kamala Harris es una decisión histórica, pues va a ser la primera mujer negra en la historia de Estados Unidos que opta a ser vicepresidenta de uno de los dos grandes partidos políticos. Si ella y Biden ganan las elecciones celebradas el 3 de noviembre, será la primera mujer en ocupar el cargo de vicepresidenta, está creando historia.
Se puede ver claramente la base de su elección, tratando de llegar a dos grupos de potenciales votantes demócratas: el grupo de mujeres y el grupo afroamericano.
En cuanto a las mujeres, que ocupan más de la mitad del electorado americano, encontramos una brecha de género por la que las mujeres tienden a votar más demócrata (Hillary Clinton obtuvo el 54% del voto de las mujeres). Enfadadas por la actitud misógina de Trump y el emerger del movimiento #metoo las mujeres están cada vez más movilizadas, por lo que el partido demócrata está apostando por este momento histórico en el que las mujeres están energizadas contra Trump.
También importante es el apoyo de la comunidad negra. La cantidad de negros americanos votantes ha llegado a los 30 millones y, todavía más importante, 1/3 de ellos viven en algunos de los estados bisagra más competitivos: Arizona, Florida, Georgia, Pennsylvania o Winsconsin. La participación de los votantes negros fue la más alta en los ciclos electorales de 2008 y 2012 (65%), pero disminuyó drásticamente en las elecciones de 2016 (60%). Con un país cada vez más comprometido con acabar con el racismo, especialmente tras los brutales asesinatos de George Floyd o Breonna Taylor, la elección de Harris trata de recuperar parte de ese electorado perdido en 2016 que sí voto en la era Obama. Se espera que la presencia de Harris, una candidata negra fuerte y carismática mejore la participación entre este sector.
Aunque siempre han tenido la gran mayoría de votos por parte de afroamericanos, no basta con tener esta base de votantes, lo importante es que se presenten a votar el 3 de noviembre. La elección de Harris intenta asegurar este apoyo por parte de la comunidad negra y de las mujeres.
La clave de esta fórmula para Biden es la búsqueda de una alianza que represente a toda la sociedad estadounidense, que todo el mundo se sienta de alguna forma identificado con la candidatura; una fórmula similar a la que le llevó junto a Obama a la victoria en 2008. Es decir, intenta que esta fórmula Obama – Biden que tanto triunfó en su momento se repita reinventada en la unión Biden – Harris.
La candidatura de Biden no puede renunciar a ningún voto debido a lo igualadas que están las cosas y Harry era la combinación perfecta para ello; tiene una identidad de marca muy fuerte: una poderosa historia personal como mujer de color que consigue el sueño americano (igual que Obama), que recuerda a las mujeres negras y asiáticas de todas partes que pueden lograr los sueños más salvajes de sus antepasados. Se asemeja al presidente Obama con el mensaje de cambio, ella es el vivo ejemplo de ese cambio.
Ella es realmente una elección correcta pues, como todos los vicepresidentes deberían hacer, complementa al candidato principal, Biden. De esta forma llega a grupos o sectores demográficos que él no, ya sean las mujeres (sobre todo tras la filtración de su polémico trato a las mismas), la comunidad negra (Harris, como mujer afroamericana de origen biracial e inmigrante, se coloca en una excelente posición para entregar creíblemente mensajes sobre la equidad racial, la diversidad y la inclusión) o la juventud (tras muchas críticas hacia el presidente Biden por considerarse demasiado viejo para el puesto, ella es más jóven y puede incitar a los jóvenes, lo cual es importante en términos de segmentación demográfica). Igualmente ella representa un espectro más a la izquierda del partido demócrata, mientras que Biden se ve más conservador.
La contribución que hará Kamala Harris a la candidatura es objetiva: se espera que aumente la participación negra y de las mujeres, así como también aumentar el voto femenino; esto también en algunos Estados clave para ganar las elecciones (California, Texas, Florida, Nueva York o Michigan). Desde una perspectiva de recaudación de fondos, ya podemos ver alguna consecuencia de su elección, y es que dentro de las 24 horas posteriores ala anuncio, la campaña de Biden recaudó 26 millones $ en donaciones.
A pesar de que las encuestas en estos casos suelen reflejar que la elección de vicepresidente no es un factor clave a la hora de decisión de candidatura en las elecciones (se considera que no tiene gran calado en la opinión pública), en mi opinión, en este caso concreto, cada pequeña campaña de marketing es vital; considero que las candidaturas están muy reñidas y el 3 de noviembre el resultado se decidirá por “unos pocos votos”, por lo que es importante asegurarse de que dos de sus principales grupos de votantes, mujeres y comunidad negra, se presenten a ejercer el sufragio.
Me parece que, a parte del gran simbolismo que rodea la elección de Kamala Harris espero, para futuras elecciones también, su candidatura como vicepresidenta si va a tener gran efecto en la sociedad; llevamos viviendo unos años en que los movimientos sociales están en auge, y cada vez más: la marcha de mujeres del 8 de marzo, las protestas por la muerte de George Floyd, etc. muestran la creciente importancia de las cuestiones sociales en la sociedad actual. La unión entre la gran misoginia y racismo que ha mostrado Trump sin reparo durante estos 4 años y la elección del partido demócrata de una vicepresidente que realmente representa a las personas que encabezan estas marchas sociales puede ser una combinación victoriosa
Bajo mi visión, pese a que me agrade esta idea de cambio que se supone que el partido demócrata quiere instaurar, comenzando por incluir más diversidad en la candidatura, considero que todo puede quedarse en nada y ser un ejemplo más de tokenismo que dejarán invariables los asuntos verdaderamente importantes durante otros 4 años.
Por último, me parece que lo que sí va a tener gran calado en la sociedad, aunque de forma más subconsciente es la comparación / asimilación con Obama, los paralelos entre ambos son importantes: élite afroamericana y ambos tienen en la mente resurgir temas identitarios, raciales, etc. que han quedado olvidados en esta era Trump. De forma subconsciente la gente puede llegar a asumir cierta semejanza entre ambas personas, lo cual sería muy favorable para el partido demócrata debido a la alta estima en que se encuentra el expresidente Barack Obama.