La Adaptación De Los Nadadores A La Temperatura

Introducción

Los nadadores de agua fría son deportistas que desafían la homeostasis térmica del organismo humano. Por homeostasis nos referimos al estado de equilibrio de los fluidos y las sustancias que hay dentro del cuerpo. En cuanto a temperatura, somos seres de sangre caliente. Esto quiere decir que disponemos de mecanismos para promediar nuestra temperatura interna en torno a los 36 °C. Así también, tenemos límites de funcionamiento que se imponen entre los 34 y los 44 °C. Si el organismo eleva su temperatura por encima de los 44 °C, como puede suceder en el golpe de calor, hay riesgo de muerte. Del mismo modo, por debajo de los 34 °C ingresamos a la hipotermia.

Desarrollo

El riesgo de hipotermia es la mayor preocupación de los nadadores de agua fría. Al ingresar a una masa de agua con baja temperatura y permanecer allí, podemos desequilibrar la homeostasis, perdiendo más calor que el que generamos. No es una preocupación menor, puesto que la hipotermia puede conducir a la muerte. Tradicionalmente, se asumió que los nadadores de agua fría se diferenciaban de otros nadadores en su composición corporal, sobre todo en el porcentaje de grasa corporal. Con esa grasa excedente compensarían la pérdida energética al someterse a bajas temperaturas.

La aclimatación en los nadadores de agua fría. Así como los montañistas y alpinistas necesitan estar en las alturas por un tiempo antes de continuar los ascensos, del mismo modo existe la aclimatación para el agua fría. Los nadadores de esta especialidad incluyen en su entrenamiento la exposición a las bajas temperaturas para acostumbrar el cuerpo. La dieta también resulta básica, además del entrenamiento tradicional. Los nutricionistas recomiendan a estos deportistas aumentar su ingesta calórica si no son personas con tendencia a aumentar rápidamente de peso. Ese aporte energético extra es útil en los momentos de competición.

Para lograr una dieta con exceso de energía son útiles los alimentos que concentran muchas kilocalorías en poco gramaje, como los cereales y las grasas monoinsaturadas. Por supuesto, este plan debe estar guiado por un profesional en la nutrición. La hidratación también es un pilar clave. La temperatura corporal depende en gran medida del estado de los líquidos internos. Cuando el entrenamiento del nadador de agua fría superará la hora de corrido, debe considerarse la hidratación en la planificación. Del mismo modo, para las competencias, no puede faltar la incorporación de líquidos antes de iniciarlas. El estado de deshidratación antes de lanzarse a las aguas frías podría favorecer la pérdida energética.

El peligro de la hipotermia en los nadadores de agua fría. Como bien adelantamos, los nadadores de aguas frías tienen como peligro base la hipotermia. Al lanzarse a competir en masas de aguas heladas y abiertas, esa posibilidad existe, más allá de la preparación previa. En la hipotermia el cuerpo pierde funciones porque se desequilibra su temperatura interna. Se pierde la homeostasis, y ciertos procesos dependen de la temperatura equilibrada para ser eficientes. Uno de los síntomas de la hipotermia es la confusión. El cerebro se afecta a bajas temperaturas, y disminuye su capacidad de raciocinio. 

Eso es grave en un deportista extremo, pues se complica la capacidad de tomar decisiones en medio de una competencia. Una mala decisión en los deportes de fondo origina lesiones y, en el peor de los escenarios, la muerte. También son síntomas de hipotermia la debilidad extrema, la fatiga muscular, los calambres, la respiración entrecortada y la baja de la frecuencia cardíaca. Se suele dar el fenómeno de los temblores que aparecen al inicio de la hipotermia, pero a medida que avanza el cuadro clínico los mismos desaparecen. En general, las competencias para nadadores de agua fría establecen un límite de tiempo a partir del cual todos deben estar fuera del agua. 

Esto es un sistema de seguridad deportiva que disponen los organizadores para prevenir las hipotermias. Cambios corporales en los nadadores de agua fría según los estudios. A través de investigaciones científicas llevadas adelante con nadadores de aguas frías, se establecieron algunos puntos que la mayoría compartían. Estos cambios corporales parecen repetirse y sucederse en estos deportistas. Los nadadores de agua fría tienden a ser más bajos en altura y de menor peso que los otros nadadores de pileta, por ejemplo. De todos modos, su porcentaje de masa muscular es menor, aunque mayor la cantidad de grasa en proporción. La grasa corporal tiene dos funciones en estos deportistas.

Conclusión

Por un lado, es una fuente de energía de la cual el cuerpo se puede abastecer para generar calor, y por otro lado funciona como capa aislante térmica. Este deporte implica resistencia más que velocidad, y por eso la constitución corporal juega un rol fundamental. El cuerpo del nadador de agua fría se adapta a condiciones adversas que deberá soportar por un tiempo prolongado, sin la necesidad de ser totalmente explosivo en su comportamiento. El cuerpo es capaz de cambiar. Entre tantos deportes extremos o de fondo, la natación de aguas abiertas es un ejemplo más de adaptación. Los cambios en el cuerpo de los nadadores de agua fría son en pos de un trabajo de entrenamiento y constancia que el organismo interpreta para modificarse a sí mismo.

22 October 2021
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