La Adopción De Matrimonios Igualitarios O Monoparentales
Introducción
La adopción de matrimonios igualitarios o monoparentales es una de los nuevos esquemas de las relaciones familiares que se han presentado con la modernidad y la igualdad, las personas que integran las sociedades muestran dos posturas los que están a favor y los que están en contra, otro elemento que las sociedades en el mundo tratan de proteger es la salud física y psicológica de los menores con leyes que ponen algunas restricciones universales como el hecho sé de en adopción a familias clásicas, constituidas por padre y madre.
Desarrollo
Pero también es cierto que los grupos de matrimonios igualitarios están ganados su espacio social y legal, cada vez son más los estados en el mundo que ha legalizado los matrimonios, uniones de hecho, e incluso ya han dado en adopción a parejas gay a los niños, en este tipo de eventos; aparece otra variable la psicológica, hasta qué punto esto es saludable para en menor, se verá afectada su personalidad al colocarlo en este tipo de entornos. Estados unidos es uno de los países con estados que entregan a las parejas del mismo sexo a los niños. Existen en el mundo pocos países que regulan el matrimonio igualitario estos son Holanda, Bélgica, Canadá, España, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia y Argentina.
Los países que regulan los matrimonios igualitarios y permiten la adopción son: Suecia, Dinamarca, Alemania, algunas ciudades de España, por lo que se nota mayor flexibilidad en los países de Europa.
En Latinoamérica vemos que Argentina es uno de los países que permite la adopción en matrimonios igualitarios, según algunos estudios tomados como referencia los hijos de familias monoparentales no tienen diferencias con los hijos de familias clásicas. Nicaragua a modo solapado deja abierta la posibilidad sin tomar una postura radical a favor ni en contra, Portugal también al principio rechazaba la adopción monoparental ahora ha pasado a ser en forma minoritaria.
En el Ecuador, la adopción de matrimonios igualitarios aún no se encuentra reconocida, aunque ya se realizó una reforma que permite el matrimonio, también es verdad como lo dijimos las posturas de muchos grupos sociales es a favor y en contra.
El criterio anterior es muy coherente, como ciudadanos y más aún como profesionales del trabajo social tenemos la responsabilidad moral con esos niños que ya vienen con la carga psicológica del abandono o la circunstancia que les tocó vivir, como para empeorar sus circunstancias con una adopción irresponsable, es válida la preocupación aunque no se puede generalizar, las personas con relaciones igualitarias en su mayoría tienen sus propias crisis y lo cuestionable es si están con la salud mental adecuada para formar a un hijo con responsabilidad, amor, respeto, sin ejercer presión en la identidad y tendencias sexuales del menor, se necesita una intervención minuciosa del valorado para que no haya consecuencias que lamentar. Así se lo explica en el siguiente apartado.
Conclusión
Como trabajadores sociales estamos en la responsabilidad de garantizar una familia y un ambiente sano a los niños, un ambiente que permita su crecimiento en todos los ámbitos de su vida, puesto que todos sabemos que a adopción de por sí genera en el individuo una serie de conflictos y sentimientos, tanto para los padres como para los hijos de la nueva familia y buscar una adaptación sana es la responsabilidad de todos los actores de este proceso.
Se debe entonces, hacer un estudio serio de cada caso y sobre todo de las familias adoptantes, poniendo siempre como prioridad el bienestar del infante en todos los ámbitos de su vida dejando de lado prejuicios, intereses personales, sensacionalismos colectivos, la adopción debe responder al estudio rígido del caso con un modelo de intervención pertinente, teniendo presente que lo que estamos poniendo en manos de una pareja son seres humanos y de los aciertos o errores dependerá toda la vida esta ser humano, por lo tanto la adopción se convierte en una responsabilidad social de gran impacto para el bienestar individual y colectivo de una sociedad.