La Casa De La Esperanza, Contexto Histórico de la Película
Análisis de la película
«La Casa de la Esperanza», es el ejemplo de un caso altruista, realizado por Antonina y Jan Zabinski, en el período del Holocausto nazi en la Polonia de 1939. Este matrimonio es el encargado del cuidado del Zoo de Varsovia, que durante la ocupación nazi en la capital y tras el bombardeo sufrido; utilizaron su zoológico para refugiar a judíos, salvando así a 300 personas. Nos encontramos delante de una película que nos enseña que el amor es una fuerza tan poderosa como el mal. La película, muestra con sutileza el tremendo drama de los judíos perseguidos por los nazis. Por esta razón, apreciamos así una forma diferente de contar la historia del Holocausto.
Según declara el director, Niki Caro, esta película ofrece la oportunidad de hablar de aquella época de una forma tan real como femenina. Además, permite hacer reflexionar al espectador cuestionando le qué es un humano y qué es un animal. Así como, qué es una cárcel y qué no lo es. En consecuencia, gran parte de la narrativa visual de la película se basa en esta tensión.
Los protagonistas, acogieron a los judíos en su hogar durante la guerra, arriesgando sus propias vidas, pensando que era lo que debían de hacer. Antonina, es un personaje en el que se refleja compasión y amor, la cual se enfrenta a las fuerzas del mal extremo y la oscuridad. Por este motivo, se equipara la destrucción del zoológico con la destrucción del mundo. Viendo así un cambio de la variedad cromática de colores cálidos a más fríos, reflejando este hecho. Así mismo, se usa la palabra «liquidación», cuando se refieren tanto al exterminio de los animales del zoológico como el de personas en el gueto.
Es curioso como, este film, no solo se centra en el horror que fue para la humanidad, sino que se enfoca en el tenue rayo de la esperanza que supuso la familia Zabinski, siendo así una plataforma para rescatar vidas. Cabe destacar, como las escenas en el gueto son horribles, pero exponen rincones de la vida en este que, anteriormente, no han sido mostrados en películas con esta temática. Aun así del terror que había, hay ejemplos/escenas como los del Dr. Janusz Korczak (Arnost Goldflam), maestro, quien consigue que un grupo de niños no entren en pánico delante de la situación a la que se enfrentan, entrar en un vagón que les lleva a la muerte.
Haciendo referencia a la crítica, esta película ha llegado a nombrarse «La versión Disney del Holocausto», por el amor y ternura de la protagonista con los animales. La cual se nos presenta al principio de la película como una mujer de extraordinaria sensibilidad y mano para el trato con los animales, incluso los más exóticos y salvajes. Del mismo modo, el largometraje de Niki Caro, quien juega con una repetición de brillo medio, en comparación a otras representaciones más apasionantes del mal nazi y el sufrimiento judío. Sin duda alguna, una de las virtudes de las que el cine puede presumir, es la de proyectar al mundo a personajes anónimos que han hecho grandes actos a lo largo de la historia de la humanidad. Y que conviene recordarlas; no solo para no olvidarlas sino para no repetirlas
Contexto histórico de la película
Tras su llegada al poder en 1933, con mayoría absoluta, Hitler adoptó una política de exclusión hacia los 585.000 judíos alemanes, para obligarlos a emigrar. En 1935, las leyes de Núremberg les prohibieron el matrimonio y las relaciones sexuales con alemanes, así como les privaron de la ciudadanía alemana. La anexión de Austria en 1938, sin oposición alguna, desató la extrema violencia antijudía en la «Noche de los Cristales Rotos».
Durante este período de guerra, millones de seres fueron considerados racialmente inferiores: judíos y esclavos; los cuales cayeron bajo el dominio del Reich. En otras palabras, facilitó el recurso al genocidio mediante ejecuciones masivas y, posteriormente, gaseamientos en los campos de concentración nazis. El Holocausto ha sido el mayor exterminio de seres humanos de la historia, desde muchos puntos de vista, ya sea filósofos, historiadores o psicólogos, entre otros. Por este motivo, el Holocausto es uno de los temas más recurrentes del cine de la II Guerra Mundial, aunque pocas películas lo han explorado como «La Casa de la Esperanza», desde la visión en un zoológico.
Después de acabar la guerra, se debatió el papel pasivo, de la mayoría, de la ciudadanía. Según Karl Jasper, filósofo y psiquiatra alemán, considera la posición de los alemanes que, sabiendo lo que estaba ocurriendo con los judíos, permanecieron pasivos. A este sector de la población, les denomina «espectadores». Frente a esta figura encontramos a los «salvadores», aquellos que actuaron de forma opuesta. Comportándose de una manera altruista, una actitud que ayudó a salvar la vida de algunas de las víctimas del nazismo.
El trabajo de Jan y Antonina Zabinski fue distintivo y digno de admirar. Entre 1939 y 1945, este matrimonio polaco y miembro de la Resistencia polaca, adoptaron la férrea decisión de salvar 300 judíos de las garras de los nazis, en jaulas e instalaciones destinadas para los animales del zoo. Jan Zabinski era el encargado de recoger las sobras orgánicas del gueto, y esto le servía para rescatar a judíos y, después, llevarlos al zoológico; donde Antonina debía protegerlos, mantener el ánimo alto y, sobre todo, esconderlos de los nazis, bajo la atenta mirada de un alto cargo nazi: Lutz Heck, zoólogo. Moshe Tirosh, mujer superviviente salvada por la familia Zabinski, afirma que su principal recuerdo fue que no padeció hambre. Es más, que Antonina los cuidaba como una madre, les dio esa sensación de seguridad y confianza, en otras palabras, «protección».
Un caso similar es el de Oskar Schindler, dueño de varias empresas en la Cracovia nazi, salvó a más de 1.200 judíos durante el Holocausto. Utilizó sus contactos con el poder nazi para conseguir mano de obra judía, casi gratuita, del gueto de Cracovia y del campo de concentración. Aunque se le recuerda que fue amable, actuó al principio por interés propio, del mismo modo cometió actos amorales e incluso fue miembro del partido nazi. Dándose cuenta, al cabo de un tiempo, de la gravedad de la situación, es decir, del sufrimiento del pueblo judío, decidió ayudar a las víctimas del Holocausto, actitud apoyada por su esposa, Emile. De este modo, se podría establecer un símil de Schindler con la idea de David Schmidtz, filósofo canadiense, quien considera que se puede actuar por diversos motivos; a modo de ejemplo, Robin Hood lleva a cabo una acción para ayudar a los pobres, hacerse bien a sí mismo y dañar a los ricos. Como se puede apreciar, a diferencia de Schindler, Antonina y Jan Zabinski actúan de forma totalmente altruista.
Delante de esta política del terror, algunos ciudadanos decidieron salvar a miles de vidas inocentes. Se calcula que unas 5.000 personas fueron rescatadas gracias a la función humanitaria de Ángel Sanz Briz, diplomático español, destinado como embajador durante la Segunda Guerra Mundial en Hungría, más concretamente en Budapest. Briz actuó de forma extraordinaria: protegiendo y salvando a miles de judíos condenados a sufrir la degradación y exterminio por parte de los nazis. Este diplomático español, estuvo sometido al régimen franquista. Por este motivo, encontramos dos vertientes: el hombre de Estado que cumple con su trabajo y el coraje personal de Sanz Briz. Como declara Adela Quijano, mujer de Ángel Sanz Briz: «Ángel era un hombre muy concienzudo: un diplomático de pies a la cabeza».
«La Casa de la Esperanza» es una de esas historias de lucha contra la barbarie del nazismo, que poco a poco vamos descubriendo en la vida de nuevos personajes que, en realidad existieron. En definitiva, figuras como las mencionadas anteriormente, se podrían definir como los «Ángeles del Holocausto».
Contexto contemporáneo de la película
Como ha mencionado el propio director, Niki Caro, esta película mantiene una gran relación con muchos temas contemporáneos. Entre estos, la crisis migratoria que se produjo en 2015 en Europa Central. Esta película muestra los conflictos que sufren las personas para salvar sus vidas, en referencia a la actualidad, los sirios. Desde 2015 hasta el día de hoy, muchas personas han huido hacia Europa para escapar de los conflictos, el terrorismo y la persecución en sus propios países. Se han llegado a identificar personas de hasta 53 nacionalidades, sobre todo sirios, eritreos y malienses; los cuales huyen de sus países para no sufrir más la represión y barbarie provocada en sus países.
En enero de 2011, la revolución en Túnez marcó el inicio de la llamada «Primavera Árabe», hecho que provoca una inestabilidad, tanto política como económica y social, en los países del norte de África y Medio Oriente. Se declaró el estado de emergencia y Al Asad prometió hacer cambios. Frente a esta situación, el régimen sirio envió miles de soldados a Daraa para emprender una campaña de represión. La confrontación entre los protestantes y el régimen de Siria, evocó a un conflicto armado.
La Unión Europea se enfrenta a su mayor reto: la crisis de refugiados; y está fracasando en la asistencia de ayuda humanitaria a las personas que están llegando a las fronteras de Europa; así como con los refugiados de los Balcanes Occidentales durante las guerras de Yugoslavia. Pese a los progresos en la construcción de una política común, la migración y el asilo continúa siendo un ámbito de competencias compartidas.
En definitiva, se puede afirmar que la Unión Europea (UE) ha sido incapaz de implementar una política migratoria común coherente. Este hecho evidencia, aún más, la ausencia de una voluntad política y de capacidad real, por parte del bloque comunitario para darle solución a esta compleja crisis migratoria.