La Construcción De La Raza Y Nación En La República Dominicana
Dentro de este escrito se evidencian los diferentes argumentos que juegan un papel en lo que es la interpretación del racismo en la sociedad dominicana, no importa desde qué punto lo veamos siempre caeremos en que los mayores auges de racismo y anti-haitianos se vieron evidenciados en el gobierno de Trujillo específicamente en el año 1937 cuando se llevó a cabo la matanza de entre 9.000 y 20.000 haitianos bajo las órdenes del líder militar Rafael Trujillo.
Para los tiempos de Balaguer en la isla el racismo, anti-haitiano y el anti-negro no era considerado sin razón, el discurso de Balaguer tenía muchas semejanzas con el discurso neo-racista, en el cual no consideraban a los inmigrantes no-blancos inferiores, o al menos no de forma abierta, ni biológica ni culturalmente, el único inconveniente según este discurso es que al ser culturas diferentes y que esto resulta a veces resulta incompatible con la cultura nacional propiacon y por esto cualquier tipo de agresión o falta hacia los extranjeros no es considerada mala, lo único que están haciendo es defender su cultura, por lo que es considerado una defensa natural, ya que se sienten amenazados.
Hablamos de que no consideraban a los inmigrantes no-blancos inferiores, ya que esta forma de racismo no era considerada como tal, pues no habla de inferioridad sino de diferencias, pero es igualmente negativo.
Cuando la revolución francesa declaró que la libertad y la igualdad son derechos humanos, se vio evidenciado un déficit cuando esos derechos no se expandieron a la colonia Francesa, causando este hecho una interrogante de que si a los esclavos se les podía tratar como seres humanos. Para responder esta cuestionante Montesquieu planteó dos posibilidades: presumir que estas personas son seres humanos, de hacerlo uno dudaría de si nosotros mismos fuéramos cristianos, el otro planteamiento fue desde una teoría climatológica diciendo que existen países donde el calor es tan fuerte que atormenta al cuerpo y afecta a la moral que la gente solo puede ser forzado a realizar tareas arduas si se les amenaza con castigos corporales. Lamentablemente no importaron los argumentos utilizados porque los derechos de los esclavos y también de los mulatos fueron sacrificados con la legislative en 1971. En esta colonia surgió un debate de si los indios debían ser considerados como cristianos o como salvajes, de ser salvajes podían ser esclavizados, en caso contrario quedaba fuera de discusión.
Fray Bartolomé de las Casas defendió a los indígenas diciendo que eran descendientes de Adán, igual que los españoles y por consecuente debían ser bautizados y tratados como iguales. Después de una larga controversia el punto de vista de este fue adoptado por el Sumo Pontífice, pero fue demasiado tarde para los taínos indígenas porque cuando Cristobal Colón arribó a la isla, la mayoría de la población india murió a causa de las armas españolas, por las enfermedades traídas de Europa y por los trabajos forzados. Debido a esto Bartolomé de las Casas propuso la búsqueda de esclavos africanos y traerlos a la isla para reemplazar a los indios que habían muerto y ser utilizados en la industria azucarera a partir de 1520, se suponía que los negros africanos eran más fuerte que los indios y no poseían aptitud para la fe cristiana lo cual era característico de los indios.
La esclavitud no tuvo mucha importancia en santo Domingo ya que la mayoría de los primeros colonizadores emigraron a México en busca del abundante oro que se presumía había y el declive de la industria azucarera, Mientras tanto los que permanecieron en La Española se conformaron con la cría de ganado, la mayoría de los esclavos estaba concentrada en las plantaciones de azucareras y muchos otros trabajaban como esclavos domésticos, por otro lado la trata de esclavos en el siglo XVI se convertiría en el elemento esencial de la identidad nacional de Santo Domingo, los esclavos serian propiedad de sus amos y no tendrían ningún derecho, sin embargo estos tenían la posibilidad de obtener su libertad solo tenían que aceptar, por lo menos formalmente, la fe católica.
En la segunda mitad del siglo XVII llegaron e invadieron el país bucaneros y colonos franceses que poco a poco fueron ocupando la parte occidental de la isla y la nombraron Saint Domingue, estos sembraban tabaco, y extendieron su producción de exportación al azúcar, café y algodón, al pasar el tiempo la exportación de los esclavos negros hacía Santo Domingo había crecido, debido a este crecimiento fue llevada a cabo una revolución de parte de los esclavos, creyéndose que las víctimas de esta revuelta regresaban a África lo que representaba un futuro radiante para los esclavos.
Por otro lado los esclavos no eran los únicos que tenían rencilla con los colonizadores franceses, estos negros libertos nacidos de madres violadas y gente de color habían lograron ser muy influyentes en el comercio, la agricultura y hasta propietarios de esclavos, por lo reclamaron sus derechos políticos plenos cuando la Revolución Francesa proclamó Libertad, Igualdad y Fraternidad, formando así La Sociedad de los Amigos de los Negros, claro está que esos mulatos ricos luchaban por sus propios derechos.
Estos al igual que otros buscaban sus propios intereses que era tener derechos; pero al momento de estos hacer una oferta a la Asamblea Colonial, muchos se negaron con el argumento de que al conceder los derechos a los mulatos pensaban que el respeto de los esclavos hacia sus amos disminuiría porque reduciría la distancia social entre los blancos y los negros; como estaba previsto los blancos no aceptaron y en 1970 asesinaron brutalmente a los líderes mulatos Vincent Ogé y Jean Baptiste Chavannes. Luego de este suceso se motivó la realización de la revolución haitiana, la cual debe su éxito a tres factores: la mencionada pugna entre los esclavotenientes blancos y mulatos, la declaración de guerra a España e Inglaterra en 1793 por el gobierno revolucionario francés y por último el brillante liderazgo estratégico de Toussaint Louverture gracias a la disciplina que impuso en las banda de antiguos esclavos, oficiales monárquicos desertores y otros más; así como también la táctica de guerra que desplegó.
Esta victoria forzó al gobernador Sonthonax a abolir la esclavitud en Saint Domingue en 1793; Toussaint Louverture fue nombrado comandante-en-jefe de los ejércitos franceses de Saint Domingue y gobernó la colonia con eficacia.
El racismo de Joaquín Balaguer
Según Balaguer en el mensaje que expresa, Santo Domingo Y Haití no deberían mezclarse y sus argumentos son que Santo Domingo es pueblo Español, mientras que Haití es un pueblo Africano, y que si se quiere conservar la integridad de la Nación estos dos pueblos no pueden inmiscuirse. Pero según otros críticos este tipo de pensamiento es considerado neo-racista, ya que la naturaleza humana es definida como dependencia de instintos, sentimientos y pasiones y que de ninguna manera pueden ser corregidos por la razón.
En los argumentos transmitidos por Balaguer hay que tener en cuenta, que este trata de resaltar las diferencias entre el haitiano y el dominicano a través de la valorización ya que la Nación dominicana se construye en oposición a la haitiana. Por ejemplo, que los inmigrantes haitianos traen consigo costumbres bárbaras, promiscuidad sexual y sobre todo que estos procrearon hijos que aumentaron la población negra del país y contribuyeron a corromper la fisonomía étnica del pueblo dominicano.
En efecto, el racismo de Balaguer estaba bastante desfasado y basado en argumentos ambiguos y poco convincentes y por ende es fácil de refutar.
Raza
Se desprende del texto el tema de la raza, el cual no es ningún secreto que las políticas sobre la raza, racismo y diferencias culturales entre naciones ocupa un lugar central en el escenario de nuestra conciencia nacional. La raza es real, pero solo lo es en cuanto a objetivo simbólico, y no lo es en cuanto a objetivo concreto, ya que esta se ve como elemento discursivo y solo existe en discurso, a su vez es considerado como fenómeno histórico social.
En la especie humana, la raza es cada uno de los grandes grupos caracterizados principalmente por el color de piel: raza blanca, negra, amarilla y cobriza. Por lo que podríamos decir que el color es considerado una raza, ya que el color negro pertenece a la raza africana y haitiana, mientras que para la nación dominicana se hace poco referencia ya que es considerada un raza mestiza. Es decir, los haitianos por su condición física y biológica se dice que pertenece a África, mientras que el dominicano tiene rasgos de la raza española y con esto se establece la relación con la herencia de culturas.
La etnia se podría decir que es una comunidad humana que comparte un conjunto de rasgos de tipo sociocultural, al igual que afinidades raciales. Podemos ver que la relación entre la etnia dominicana y haitiana se hace desigual, en dónde se puede notar que la etnia dominicana se convierte en Nación, mientras que la haitiana en raza. Es de decir que en este texto y los argumentos emitidos por Balaguer no es de expresar la ideología racista dominante, sino que toma una posición extremista en la escala del racismo dominicano.
No cabe duda de que para Balaguer la fisonomía dominicana es enteramente hispana y está ligada con la tradición y cultura hispana y con la auténtica nacionalidad dominicana. Balaguer hace referencia a la raza indígena como pureza y que por esto le preocupa el crecimiento de la cantidad de híbridos o mulatos por considerarlos mediocres e inferiores al igual que los negros.
Para finalizar las raíces de la discriminación racial en República Dominicana son profundas. Ellas pueden reconocerse en diversas formas de genocidio, desde los asesinatos en masa a las estrategias de aniquilación civil promovidas por una legislación racista que niega el derecho a la ciudadanía a miles de dominicanos y dominicanas. Una nación donde las élites han promovido el odio hacia los haitianos y hacia todos aquellos que parecen serlo; en definitiva: hacia los dominicanos y dominicanas más pobres. El antihaitianismo se ha constituido así en una brutal forma de racismo de Estado.
Como consecuencia se ha generado una normalización y naturalización del antihaitianismo, de la discriminación y de las múltiples violencias hacia los dominicanos de ascendencia haitiana, hacia los inmigrantes del vecino país, pero también hacia dominicanos cuyo fenotipo entra en la categoría de lo que el prejuicio racial ubica como el “otro” no-dominicano. Es así como se manifiesta cotidianamente la violencia física, verbal, psicológica y simbólica, que hoy vivimos y que muchas veces queda a la sombra del silencio y la impunidad generalizada en el país.
Finalmente, es preciso señalar que, si bien el racismo de Estado que se practica en República Dominicana va dirigido de forma más obvia contra los dominicanos de ascendencia haitiana y los inmigrantes haitianos, también lo padecemos los dominicanos en otros países, aunque esto se reconozca menos.