La Cruel Realidad De Los Cosméticos: Experimentos en Animales

Introducción

Al día de hoy se puede observar que se han desarrollado diversas campañas y grupos sociales, los cuales promueven el amor y buen trato hacia estos seres indefensos con el lema ¡no al maltrato animal! Aunque algunas personas dentro de estos grupos ignoran ciertas formas no tan evidentes de maltrato que se encuentran un tanto camufladas entre deliciosos aromas.

Entre estas formas en las que utilizan a estos seres vivos esta “testar en animales” el cual es parte de los métodos de maltrato más utilizados y también el que la sociedad menos toma en cuenta, algunos por falta de información o desconociendo total del tema, otro solo porque piensan erróneamente que no existe otra opción para comprobar la efectividad de los cosméticos y que si dejaran de hacer experimentos en estas criaturas no tendríamos la posibilidad de utilizar productos de manera segura. Algo que está totalmente alejado de la realidad debido a que existen otras formas de comprobar la seguridad de cualquier sustancia sin necesidad de torturar a otros.

El objetivo por el cual elaboro este ensayo es dar a conocer a la sociedad sobre el error que cometemos al adquirir cualquier producto ya sea cosmético o no y no tener en cuenta como fue elaborado, que sustancias se utilizaron o como comprobaron la seguridad de dicho producto, esto suele pasar porque la mayoría de nosotros compramos un cosmético solo porque está de moda o es de una marca muy costosa y por eso creemos que no existe problema alguno, pero esto no es así, debido a que la mayoría de las marcas cosméticas más reconocidas, en busca de comprobar dicha seguridad en sus creaciones utilizan a estas indefensas criaturas sometiéndolos a duras pruebas que afectan su salud y usualmente les provoca la muerte.

Desarrollo

En la actualidad existen una gran cantidad de personas que piensan erróneamente que testar en animales es probar una crema en su piel por si les genera alguna alergia, pero ese pensamiento está muy alejado de la realidad, ya que las pruebas tan solo en cosmética suelen variar mucho, desde procedimientos muy simples a otros más complejos y tormentosos para el animal, a continuación te presento algunos de los más comunes: el comprobar sustancias tóxicas en la nariz, boca y los ojos los cuales podrían resultar lesionados. En otros casos, también se realizan estas pruebas en la piel, dando como resultado úlceras, sangrado, entre otros daños, también se realizan algunos procedimientos más complejos para obtener resultados específicos como el tóxico cinético donde se estudia la absorción, metabolización, distribución y excreción de las sustancias químicas, el daño genético embrionario o fetal, irritación de la piel o los ojos por champús, geles, perfumes etc. Estas experimentaciones contienen un alto nivel de toxicidad, por lo cual prácticamente se está envenenando a los animales con sustancias peligrosas (conservantes, estabilizantes, colorantes…) las cuales pueden arriesgar nuestra salud, el objetivo de estos procesos es verificar que tan dañinos son estos productos para el consumidor, otro proceso que se les practica es la mutación que les causa daño genético, además de este, también tenemos la carcinogenicidad en el cual se testan sustancias que pueden causar enfermedades crónicas como el cáncer.

Las diferentes compañías que realizan estas pruebas no sedan a los animales que utilizaran para realizar estos experimentos, que se le practican una tras otro a la criatura hasta que muera, ya que parte del resultado que se busca sacar con estos experimentos es saber qué cantidad habría que usar para que no dé como resultado la muerte o daños anatómicos muy graves, debido a que estas pruebas no solo se utilizan para testar cosméticos, sino que también para alimentos, químicos, farmacéuticos, anticongelantes, pinturas, cremas de limpieza del hogar y todo aquel sustancia que pudiera resultar dañina o tóxica para los humanos y a la vez para todo ser vivo.

En este punto se deben estar preguntando qué sería de nosotros, de la Ciencia, de la Humanidad, si no hubiésemos experimentado con animales. Y es verdad, cuando no se conocían otros métodos era imprescindible la experimentación previa en animales: conejos, cobayas, ratones, etc. Pero hoy en día existen numerosos métodos como los cultivos de células, tejidos y órganos, estudios epidemiológicos, estudios con voluntarios humanos, entre otros muchos, que pueden evitar el sufrimiento animal. (producto no testado en animales , 2019)

Investigando a fondo, recolecte ciertos datos en internet referentes a que cada año, millones de animales son sometidos a innumerables pruebas y experimentos para determinar la seguridad de este tipo de productos y en muchas ocasiones estos experimentos se ocultan bajo lemas como “clínicamente testado” o “testado bajo control dermatológico”. El número de animales que anualmente mueren en experimentos realizados para la industria química, farmacéutica, militar, cosmética o alimentaria es preocupante: supera los 200 millones y podría llegar hasta los 500 millones, según el primer informe de la Comisión Europea sobre las estadísticas referentes al número de animales utilizados con fines experimentales u otros fines científicos. (¿Qué se esconde detrás de tu dentífrico? 10 Torturas en la industria cosmética, 2016)

A partir del año 2009 quedó prohibida la experimentación en animales de cualquier producto cosmético o ingrediente de este dentro de la Unión Europea, así como la venta en suelo europeo de cualquier producto cosmético que contuviera ingredientes testados en animales. Pero existen unas prórrogas hasta 2023 y excepciones, como en aquellos productos fabricados antes de la entrada en vigor de la ley, los cosméticos que contengan ingredientes que, a su vez, también formen parte de otros productos pertenecientes a otros ámbitos, también si no hubiese un método alternativo aceptable o en los productos destinados a la exportación a mercados donde el testado en animales es obligatorio como el mercado chino (vera, 2017). Estados Unidos, al igual que la Unión Europea, también es uno de los países que no permiten la comercialización de cosméticos que se hayan ensayado en animales. En Latinoamérica por su parte existen algunos países que aplica el Reglamento Europeo, por lo que tampoco lo permiten.

Ahora se preguntarán ¿Cómo se identifica un producto “no testado en animales”? Pues se puede identificar por medio del envase, bote, funda, entre otros, en el cual se encuentre la sustancia que deseamos adquirir, ya que, en él, ya sea en la parte de abajo, detrás o en a un lado, debe haber un logo, sello, símbolo o frase, que represente “no testado en animales’, los sellos y logos en algunos de estos artículos generalmente suelen ser imágenes de animales como conejos o pandas. Pero no solo los que indican ‘cruelty free’ o ‘not tested in animals’ son libres de estas prácticas, debido a que también productos veganos están totalmente libres en todo su proceso de fabricación, hasta llegar al cliente.

En cambio, los productos que no tengan estos símbolos representativos, probablemente han utilizado la experimentación en animales como parte de su proceso de elaboración o, por lo menos, en algunos de sus materiales, así que, si ves algún artículo a la venta sin su respectivo símbolo representativo como alguno de los mencionados anteriormente, puedes sospechar en cuanto a su vinculación con estos tipos de experimentos. A pesar de esto, también hay que tener presente que no es completamente confiable que todas las compañías que no testan en animales tengan esta identificación, puesto que, en algunos de los diferentes países, los gobiernos otorgan estas identificaciones a empresas que cumplen con las normas, pero que, además de eso, otorgan tasas extras por obtenerlos y algunas de estas empresas mejor optan por no pagarlas y, por consiguiente, no obtenerlos.

En la realidad en que vivimos la experimentación con animales es un tema que pasa desapercibido en la vida de las personas, a pesar del daño que causa, a las personas parece no importarles o no tener suficiente información sobre este tema que abarca no solo a los amantes de los animales, sino a toda una sociedad sin ética y moral, quienes fabrican o consumen estos productos sabiendo el daño que causa a estos seres indefensos.

Conclusión

Para finalizar, después de una ardua investigación concluí que la mayoría de los productos que más utilizamos en nuestra vida cotidiana no están libres de crueldad, entonces aquí la pregunta que cada uno debería formularse para tomar conciencia sería ¿y nosotros que estamos haciendo para cambiar esto? Lamentablemente, sé que en la mayoría de los casos la respuesta sería que no estamos haciendo nada para cambiarlo, en lo contrario estamos ayudando a que esto siga, consumiendo estos productos apoyando directa o indirectamente a que estas marcas sigan utilizando a seres indefensos para pruebas inhumanas.

Referencias

• ¿Qué se esconde detrás de tu dentífrico? 10 Torturas en la industria cosmética. (2016). the cosmethics.
• admin. (2018). en orden con el planeta, productos para llevar una vida sostenible y libre de crueldad animal. orden studio.
• aniegp. (2015). testado en animales, lo que muchas personas ignoran. ANIEGP.WODPRESS.COM.
• Bello, D. G. (2019). los cosmeticos no se testan en animales. cultura cientifica.
• experimentacion de cosmeticos y productos del hogar. (2017). etica animal.
• juste, i. (2018). como saber si un producto esta testado en animales. ecologia verde.
• la verdad sobre la experimentacion cosmetica en animales. (s.f.). anima naturalis.
• producto no testado en animales . (2019). calèndula.
• vera, v. (2017). ¿es necesario el testado en animales? harper`s bazaar.
• werner, s. (2016). la verdad tras el testado animal. la vanguardia.