La Declaración De Potsdam, Papel del Japón en la Segunda Guerra Mundial
Este escrito es un ultimátum que se dio a Japón en la Conferencia de Potsdam, al rendirse incondicionalmente unos meses antes la ciudad de Berlín. La conferencia se realizó en ese pueblo alemán, y fue firmada por los jefes de gobierno de Estados Unidos (Harry S. Truman), Reino Unido (Winston Churchill) y la Unión Soviética (Iósif Stalin). Sin embargo, la Declaración de Potsdam la firmaron Truman, Churchill y el presidente de la República de China Chiang Kai-shek. Se publicó el 26 de julio, pero no fue firmada hasta el 2 de septiembre de 1945, con la consiguiente rendición de Japón.
El texto que tratamos es histórico-circunstancial, ya que es una declaración gubernamental en la que se desarrolla uno de todos los acuerdos que se firmaron en la Conferencia de Potsdam y, por lo tanto, consta de un contenido totalmente político.
Los participantes de este acuerdo pasaron antes por la Segunda Guerra Mundial, lo que les dejó con trabajo por hacer cada uno en su país. En el caso de Harry S. Truman, trigésimo tercer presidente estadounidense, llegó al gobierno ese mismo año, con las secuelas de la guerra a su cargo. Entre otros acontecimientos, cabe destacar el inicio de la Guerra Fría, el Plan Marshall y la fundación de la ONU. Su mandato terminó en enero de 1953, sustituido por el representante del Partido Republicano, Eisenhower.
A su vez, Chiang Kay-shek solo gobernó hasta 1949, cuando, tras diversos problemas con los soviéticos, decidió trasladarse con la ayuda de Estados Unidos a Taiwán, y llevó a este país a un gran desarrollo económico e industrial.
El Primer ministro de Reino Unido, Winston Churchill fue sucedido por Clement Attlee en julio de 1945, por lo que la Conferencia es de las últimas cosas que hizo como gobernador de ese periodo, hasta que volvió a salir elegido en 1951.
Este manifiesto se creó con el fin de que Japón se rindiera tras haber perdido los alemanes la guerra contra los países que formaban la Alianza. El papel de Japón en la Segunda Guerra Mundial comenzó cuando firmó junto a Alemania el Pacto Antikomintern (noviembre de 1936), en el que acordaban aliarse contra la Unión Soviética.
El Imperio Japonés, como aliado del régimen nazi, atacó los navíos estadounidenses de Pearl Harbor en Hawái en diciembre de 1941, con el fin de que la flota de Estados Unidos no se entrometiese en las ofensas que tenían pensado hacer a los transoceánicos ingleses, franceses, holandeses y estadounidenses. Esta acción lo que realmente causó fue una guerra entre Estados Unidos y Japón, y días más tarde, la entrada del primer país en la Segunda Guerra Mundial.
En los cinco primeros puntos de la declaración, los tres países que la han firmado aclaran a Japón que la guerra debe acabar ya, y solo de dos maneras posibles: terminar esta crisis perjudicados al ser persuadidos por medio de la dominante fuerza militar de los tres países juntos, o ser sensatos y rendirse ya. Si se oponen a zanjar el conflicto, muestran como ejemplo la situación de los rebeldes nazis alemanes y de sus territorios, que acabaron totalmente devastados. Advierten a Japón que no se demoren en la elección.
Esclarecen, además, que para poder instaurar un nuevo orden más justo, se deberá destituir a las autoridades que manipularon y engañaron a los ciudadanos para intentar alcanzar la conquista mundial, y hasta que la latente intentona de guerra no disipe, determinadas zonas del imperio serán ocupadas. Los militares podrán volver a sus casas, siempre y cuando se desentiendan del régimen fascistas. Por tanto, el ejército japonés se rompió con la entrada de los pelotones estadounidenses y británicos. Estos grupos, como afirmaron en otro punto de la declaración, tomarían decisiones equitativas a los actos que cometiera cada uno de los malhechores japoneses durante la guerra.
Los apoderados que continuaban siendo afines al anterior movimiento político y los criminales fueron fusilados y expulsados, a excepción del emperador Hirohito, a quien le dejaron mantener el poder ejecutivo, pero no el real. Una vez que todas las reclamaciones de esta declaración se cumplan y se haya alcanzado finalmente un gobierno estable y sereno, los pelotones aliados se irán de las islas. Así pues, estas tropas se fueron siete años después, en 1952.
El dominio del imperio se reducirá a las islas Hokkaido, Kiousiou, Sikok, Hondo y otras pequeñas islas.
Les exigen, a su vez, una sociedad moderna democratizada con todo tipo de libertades y derechos fundamentales del ser humano, eliminando así cualquier tipo de restricción impuesta por el imperio que no permitiera a una persona expresarse con libertad. Entre los avances que hicieron tras firmar la rendición encontramos: la creación de un parlamento escogido por sufragio universal con la representación del poder legislativo; las decisiones locales podían prescindir del gobierno central, pero las que tuvieran que ver con la política, no. Esto fue transcrito de la Constitución estadounidense. Asimismo, Hirohito abandonó su puesto divino.
Igualmente, Japón podrá mantener las empresas que mantengan a flote su economía, pero no las que se dediquen a construir material de guerra. Más tarde, podrá entrar en el comercio internacional.
Japón, que desde la década de 1870 fue una potencia económica gracias a la Restauración Meiji, perdió todo su prestigio con la inmensa pérdida de beneficios que trajo la guerra consigo. Para evitar que esta crisis durara demasiado, establecieron nuevos métodos de trabajo eficaces y rentables para recuperarse. También recibieron ayuda por parte de Estados Unidos mientras ocupaban parte de su territorio. Mientras pasaban los años, les iba tan bien exportando bienes que no se endeudaban en ningún momento, eran mucho más productivos que antes de entrar en guerra. Llegaron nuevas industrias como la electrónica (país más avanzado en robótica) o la automovilística (tercer país que más automóviles fábrica). Desde los años de posguerra hasta ahora, pasaron por numerosos cambios económicos, sin embargo, actualmente estamos hablando de la tercera potencia económica del mundo, después de Estados Unidos y China.
Socialmente, hablamos de un país anticuado, pues todavía depende la mujer de un hombre, muchos matrimonios se acuerdan entre las familias y la homosexualidad no se manifiesta al resto de sociedad. Se conoce a la población japonesa por su adicción al trabajo.
Para concluir, podemos decir que Japón tuvo un papel importante pero secundario en la Segunda Guerra Mundial, terminando por aliarse con Alemania, contra los países que formaban la Alianza. El imperio Japonés atacó a la flota de Estadounidense con el fin de que EEUU, no se entrometiese en sus intereses contra otros países europeos como Francia, Holanda o Inglaterra, lo que provocó su entrada en la guerra frente a EEUU.
Como hablamos anteriormente, los tres países que han firmado esta declaración, le clarifican a Japón que tiene que firmarla para poder acabar de tal forma que le perjudique lo menos posible al país, ya que, en caso contrario, se enfrentarían a las consecuencias.
El país en cuestión firmó la Declaración de Potsdam el 2 de septiembre de 1945, y así pudieron crear un nuevo sistema político más moderno y acorde con el resto de países, lo que les permitió un gran desarrollo en todos los campos, llegando a ser actualmente una de las principales potencias mundiales.