Pronlemática de la Desigualdad de Género en Ecuador
Introducción
Durante los últimos años se han podido ver diferentes cambios en reformas laborales, así como un cambio en los sectores de producción del territorio ecuatoriano, pero, parece ser que un sector olvidado ha sido la desigualdad de género en el campo laboral y de competitividad, si bien ha habido progresos, en especial, con la introducción de la mujer en la política así como en áreas laborales, parece haber ciertos agujeros e incluso abismos a la hora de que una mujer encuentre y obtenga una oportunidad de trabajo.
Los derechos de hombres y mujeres siempre han sido reclamados desde hace ya mucho tiempo, como fenómeno global permitió mayor participación de las mujeres en áreas dónde antes no tenían cabida, política, medicina, estudios en general y finalmente, pero no menos importante el área laboral, con el pasar de los años el Ecuador ha ido mostrando ciertos avances y se ha ido desapegando de los estereotipos laborales y sociales que involucran ser mujer y sobre todo su acción en el trabajo, pero, parece ser que nos toca mucho aún más por mejorar.
La población ecuatoriana, en su mayoría, la masculina aclara que las oportunidades que se les da a las mujeres en las áreas laborales son cuanto menos equitativas, sin embargo, las cifras de empleo muestran que hay una brecha significativa entre hombres y mujeres, sus oportunidades laborales y el salario percibido.
Desarrollo
Cambios y reestructuración conceptual del mercado laboral ecuatoriano. – A partir del 2014, el INEC decide adoptar una vez más las recomendaciones de la OIT que consistían en una evolución laboral hacia una nueva metodología y conceptualización. Los cambios fundamentales se refieren a: la adopción definitiva de elementos de legalidad para la clasificación del sector informal, la incorporación de criterios para la segmentación del mercado laboral, el establecimiento de los componentes para clasificación del subempleo, y la armonización operativa para la recolección de indicadores de trabajo El empleo en el Ecuador.
Distribución de género en el mercado laboral
En Ecuador se registra, a diciembre de 2017, los siguientes datos:
- 4.5 millones de hombres empleados.
- 3.2 millones de mujeres empleadas.
Esto significa que hay diferencia de 1.3 millones de hombres que se encuentran en condiciones de trabajo. Según el INEC, Ecuador alcanzó la cifra de 17.3 millones de habitantes, de los cuales: el 50.4% está compuesto por mujeres, y se prevé que para el 2020 serán: 8.884.706. En correlación con la pronunciada brecha de género, se ve una marcada diferenciación en la población de género perteneciente a los subgrupos de empleo, siendo estos: subempleo y empleo formal, formada en gran mayoría por hombres, mientras que desempleo es en gran cuantía compuesta por la parte femenina.
En los últimos años, el alza de los salarios ha crecido significativamente, lo que significó hasta el 2017, un incremento del 2,8% por hora de trabajo, esto representó un incrementó en la paga/hora en el caso de las mujeres siendo este de un 3,4% anual, mientras que para los hombres fue de un 2,5%, esto, sin embargo, no representó una igualdad en los salarios para hombres y mujeres, sino una forma de compensación por el crecimiento económico.
Aún con el aumento de la tasa salarial y lo que representa en la relación hora / salario, la brecha que existe dentro del empleo formal es de 20,0 puntos, y en el subempleo de 29, 6 puntos, lo que sugiere que la parte femenina de la población económicamente activa no gana igual que los hombres. Las mujeres dedican por promedio 31:49 horas semanales en el trabajo doméstico, el porcentaje de mujeres en actividades domésticas es del 94%, servicios sociales y salud 88%, hotelería y restaurantes 65% y en la educación 61%.
De las cifras proporcionadas por el INEC de diciembre de 2007 a diciembre de 2012 se extrae que tasa de ocupación global de las plazas de trabajo, en el caso de las mujeres dar por promedio 92,4% sin embargo presentan una mayor tasa de desempleo que los hombres, manteniendo una tasa de desempleo promedio de 7,6% en relación con la de los hombres que tan solo fue de 5,2%.
La tasa de participación global desde 2007 a 2012 ha ido disminuyendo considerablemente en el caso de las mujeres, mientras que la tasa de ocupación ha ido en aumento, y si bien el desempleo en la población ha ido disminuyendo es sorprendente hallar que la tasa de desempleo femenina supera a la masculina.
Como podemos ver en el gráfico Nro. 2, el 38,2% de mujeres componen la lista de autoridades electas el 17 de febrero de 2017, si bien el número recrece bastante en comparación de asambleístas provinciales, es en el área del legislativo dónde su papel es mucho más cuantitativo, sin embargo, las pocas medidas tomadas desde el área de la política hacia el sector laboral, parece sugerir que no hay una noción aproximada de igualdad de salarial para hombres y mujeres.
Conclusión
De acuerdo a los datos obtenidos se concluye que se acepta la hipótesis planteada, con las sugerencias de la OIT, que han permitido mejorar las condiciones laborales en el país, se sugirió una correcta redistribución de la estructura laboral para que las plazas de trabajo fueran ocupadas por hombres y mujeres. La participación de la mujer en el desarrollo económico del Ecuador es plausible, ocupan gran parte de las actividades laborales no formales con hasta un 94%, las limitantes para conseguir un trabajo formal, así como de los impedimentos académicos no permite que accedan a un mejor salario.
Pese a la evidente desigualdad de género, la parte femenina que ocupa cargos dentro de áreas de la política y la parte legislativa del país no muestran un gran interés por romper dicha brecha de género que existe, al estar en una situación favorecida para que las quejas de muchas mujeres sean escuchadas, respecto al empleo y salario parece ser negligente.
Es deber del Estado el mantener el orden social dentro de la nación, para sobre guardar no solo la soberanía del estado, para lo cual debe buscar maneras de que la brecha de género no nos separe como ciudadanía, que las plazas de trabajo sean accesibles tanto para hombres, como para mujeres, que formen mayor parte del sector de trabajo formales.
Que la población en general debe ser remunerada por su trabajo más no por su género, que sin importar si se es hombre o mujer se pueda acceder a una plaza de trabajo, que se sugiera a las empresas, ya sean privadas o estatales, contratar mayor número de mujeres para que entren y se desenvuelvan en trabajos competitivos, con una percepción similar al de la población masculina.
Bibliografía
- BCE (2018a). Indicadores estadísticos mensuales. Reporte de operaciones del sector público no financiero. Base No Devengado.
- INEC (2010). Mujeres y hombres del Ecuador en cifras III. ONU mujeres. ISBN: 978-9942-07-390-7
- INEC (2014). Metodología para la medición de empleo en el Ecuador.
- CNE (2017). Indicadores de género del Ecuador: autoridades electas sufragantes.
- INEC (2018). Tabulados Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo (ENEMDU).
- SIN (2017). Indicadores del Plan Nacional de Desarrollo.