Problemas de la Discriminación Racista En El Deporte
¿Cómo se penalizan ideologías, creencias y visiones?
Básicamente este es el problema del racismo en el deporte. La historia de la discriminación racial deportiva inició a la par de la profesionalización de las disciplinas. Las cosas han cambiado y sin embargo, quedan reminiscencias del problema.
Lejos estamos de los tiempos en los que Jackie Robinson firmó un contrato aceptando los insultos y desprecios racistas. No obstante, todavía podemos ver en la actualidad muestras de odio racial. En el deporte actual, las manifestaciones suelen ser públicas, televisadas y notorias.
¿Cómo se utiliza el insulto racista en el deporte actual?
En la actualidad, el racismo suele ser utilizado como un método de desconcentración. Hay casos documentados de jugadores que se vuelven ofensivos para descolocar a algunos rivales. El fútbol es quizás el deporte en donde más se pueden apreciar estos comportamientos antisociales.
Esta problemática no ocurre únicamente en las ligas masculinas del mundo. Por ejemplo, en febrero del 2019 el entrenador del Barcelona F.C. femenino denunció un insulto racista hacia una de sus jugadoras. La victima aquella vez fue Andressa Alves, quien salió expulsada tras reaccionar airadamente al ataque.
Los ataques racistas no son exclusivos del futbol. En la Mayor League Baseball y en la Euroliga de baloncesto se han registrado casos recientes. Otro problema de las expresiones de racismo deportivo, es que las mismas pueden tener múltiples direcciones.
Cualquiera puede ser víctima del racismo en el deporte
Los deportes profesionales actuales implican exposición y un contacto directo entre jugadores y público. A menudo los cánticos y expresiones racistas suelen afectar a los deportistas. No obstante, esto no siempre es así.
El seis de abril del año 2019 un delegado del equipo RCD Espanyol tuvo una expresión racista contra un aficionado. No se trata únicamente de un recurso desequilibrante reprochable utilizado entre competidores. Se han registrado casos de gradas enteras diciendo insultos racistas en contra de un deportista.
La maldición vivida por Jackie Robinson ha sido vivida por futbolistas actuales como Mario Balotelli, Samuel Eto, entre otros. Entrenadores, árbitros y demás personas que hacen vida dentro de una disciplina también han sido afectados.
Es difícil reglamentar pero hay avances
La dificultad del racismo en el deporte es que no es fácil de penalizar. Aun cuando constituye algo negativo, impedirlo es atentar contra la libertad de expresión. Añadido a esto, hay países en donde ser racista ni siquiera es considerado como algo malo. El ejemplo clave es Rusia y esto se ha observado en Olimpiadas y el Mundial de futbol.
Con respecto a este último deporte, la UEFA está impulsando cierta rigurosidad en la aplicación de sanciones. El artículo 14 de su Reglamento de Disciplina fundamenta el castigo cuando se violenta la dignidad de algún deportista por su raza. En la actualidad, un árbitro puede parar un partido si nota insultos racistas incluso por parte de los fanáticos.
En este caso, quienes terminan pagando las consecuencias de los actos discriminatorios son los clubes. Hace poco se sancionó a tres equipos europeos con la clausura parcial de sus estadios. También se estipulo el pago de una multa. Los clubes: Lazio, Dinamo de Zagreb y Shakthar Donestsk y Dinamo de Zagreb.
Claro que esto es mucho más sencillo en el fútbol debido a la internacionalización del deporte. En otros casos como el Béisbol y el Básquet, todo dependerá de la idiosincrasia de los diferentes países.
La educación es la clave
Parece que igual que ocurre en los estados, las instituciones deportivas han optado por campañas educativas. Al fin y al cabo, la discriminación racial es una idea y se combate desde el pensamiento. No se puede censurar lo que las personas dicen, pero si alcanzar nuevas generaciones más tolerantes.
Los medios de comunicación deportivos también influyen al condenar los actos racistas. La reeducación de las personas lleva tiempo, pero podría ser el camino más efectivo. La campaña ‘Say no to racism’ de FIFA es un excelente ejemplo de lo que debe ser la propaganda antirracista.
En resumen, el problema del racismo en el deporte va más allá de la práctica deportiva. Los retos son culturales, educacionales, psicológicos y sociales. Nelson Mandela logró derrotar la segregación racial en Sudáfrica mediante el Rugby. Hoy en día las autoridades deportivas tienen al menos una agenda para fomentar la tolerancia.