La Educación Inclusiva Durante Los Años
Según autores como Belth y Fernández, la comprensión del sistema educativo de alguna nación en particular se ve implicado el conocimiento del contexto económico y social en el que está sumergido esta, ya que los cambios educativos por lo general están relacionados con modificaciones en ámbitos tanto económicos como sociales. La variedad de situaciones históricas, en países en vía del desarrollo y aquellos desarrollados, han dado cabida a la transformación de lo que se conoce como educación debido a que esta pasó de ser un factor de estratificación social a el entendimiento de esta como una ganga en pro de la igualdad dejando de lado el dominio socioeconómico en el que esta el estudiante, promoviendo de esta manera un mejor entendimiento de esta reconociéndola como un derecho innato de cada persona, que no debe ser vulnerado más de lo contrario fomentado e inculcado por el estado.
La búsqueda esperanzada es una posibilidad constructiva de límites que proporcionan información innovadora para reafirmar la realidad. Estos límites son como la aventuras en busca de algo nuevo e inesperado que se caracteriza por la variedad de posibles respuestas. También se piensa que el pensar en estos límites puede indicar el atravesar esa cerca y admirar lo que este contenido en lo más recóndito, pero al mismo tiempo aquello que se manifiesta simplemente es el inicio del límite, causando una posible impresión. “De esto surge que el conocimiento es la impresión misma sobre si, mientras que la impresión es el saber cómo habilidad de estar fuera de si para encontrar aquello que no se conoce y que se quiere conocer para ver lo increíble y observar, trayendo consigo la calma de su comprobación”. Un ejemplo claro de esto es como un niño que desde el principio de su vida lleva consigo una curiosidad incontrolable que lo lleva a averiguar el porqué de cada cosa o la respuesta a determinada pregunta que tenga tanto así de sobrepasar los límites con tal de satisfacer esa sed o necesidad de saber las cosas. Es por esto por lo que la implementación de la educación inclusiva se puede reconocer como una visión y posible esperanza, de manera constructiva y no destructiva manchando así con tinta hechos históricos y no con catástrofes el futuro de nuestra sociedad. De aquí el surgimiento de que no solo es una necesidad sino como ese punto alarmante, el reconocimiento y la implementación en universidades y colegios estrategias educativas que se hagan responsables de manera frecuente, la importancia actual del intelecto, la ética y la moral de preparar objetividad que sea caracterizada por el potencial de estructurar saberes con limites históricos y diversidad de alternativas de estructuración. Aunque no se puede ignorar que existe cantidad de trabas que han de llegar en estas situaciones debido a que hay un venda cultural y social que domina la mente y la mantiene en un estado de holgazanería. Estas prácticas llevan un orden de búsqueda, que “…posee gran interés en la creación de un marco probable y de varios marcos alternativos. Ya que la función de estos marcos supone el conocimiento de las inestabilidades que los constituyen”. Debido a esto se lograría fomentar el atropello de los principios planteados por la cultura de relación o legales, para sugerir nuevas opciones. Estos disgustos proponen la edificación de pensamiento crítico.
En los 50 surgió un paradigma acerca de lo que se supuso era la educación inclusiva en el cual las distintas comunidades tenían la necesidad de implementar y mejorar los métodos de aprendizaje desarrollando así sistemas educativos que segregaban concediendo marcas por así decirlo de acuerdo a sus cualidades y personalidad dando a conocer estas diferencias como el carecimiento de capacidades para aprender, definiendo a los estudiantes en dos resultados propiamente excluyentes quedando como “normales” y “anormales”. Esta desarticulación fue muy notoria ya que fue reconocido que había un sistema de educación distinto designado para aquellas personas que poseían estas características denominadas “anormales”, que son causadas por condiciones psicológicas, familiares, genéticas, orgánicas, sociales, etc. Estimadas como una excepción (intelectual, físico-sensorial, psicológica o social). Gracias a la discriminación continua hubo cantidad de críticas sociales alrededor de los años 60 en contra de la desigualdad, la segregación, la separación, etc. Dando pie a disputas relacionadas con la inconformidad ante las diferencias educativas. Hubo una contestación a estos llamados sociales, ya que a partir de los 60 se implementó el termino de necesidades educativas especiales (NNE) reemplazando así el de educación especial (EE). Debido a esto la nueva idea fue impulsada a partir de 1978, con el informe Warnock, el cual fue elaborado por la Comisión de Educación Británica, este está referido a las necesidades educativas especiales de los niños pretende además fomentar un modelo de educación, donde las instituciones dedicadas a la misma sean formadas en la educación especial. Para, de este modo, poder brindar el mismo servicio a aquellas personas que presentan dificultades en el aprendizaje. Este paradigma de inclusión era soportado en un principio de “normalización”, aunque este no iba en busca de igualar a una persona con estas necesidades en una persona por así decirlo “normal”, sino que solo se aceptaba a esa persona que era única aun con sus necesidades y con igualdad de oportunidades y beneficios para su completo desarrollo.
Sin embargo la incorporación constituyó un gran progreso para el destierro del rechazo en el ámbito educativo, esta tuvo un desviación hacia el mejoramiento de la enseńanza especial, pero no de la enseñanza usual, escenario que propició un llamado entre académicos, gobernantes y la comunidad en general, a especular en una verdadera evolución de los sistemas educativos, con la idoneidad de ofrecer enseñanza de calidad y en semejanza de oportunidades a todos los estudiantes, a partir de una consideración de manera positiva las diferencias y formar de estas una oportunidad de beneficio en las aulas. Si observamos el desenvolvimiento de los sistemas de enseñanza prudente podemos valorar con meridiana claridad que vienen progresando de manera inmutable sin embargo fuera de variación, y que una de las principales dimensiones de ese progreso se centra en enlazar la equidad y calidad, esto es, en la labor de obtener una mayor eficacia desde un aspecto que sea a la vez comprensiva y atenta a la variedad de necesidades educativas del alumnado que aprende, sin discriminaciones ni exclusiones. Habría que darles un giro a los planes de estudios iniciales, modernizar algunos conceptos.
Pero, en la enseñanza inicial sería esencial incurrir en estos temas, creo que existen algunas carencias, sobre todo cuando hablamos de los másteres de formación secundaria; hay que enseñarle al experto en ciencias naturales o aritmética, hay que darle las herramientas para que sepan como rendir en un conjunto de clase variado y estar a la mira a cada estudiante. La enseñanza debe ir desde la inicial a la continua y la permanente. Aunque es incompleto lo que se está trabajando en este material. Hay una iniciativa de la CRUE y Fundación Once para implementar en los grados temas de discapacidad, diseño curricular para todas las personas. Trabajan para que en todos los grados hablen de discapacidad y un constructor o un practicante sepa ocuparse en esto. Asegura Medina.