La Era De Humanos Hiperconectados Que Se Conquistan Haciendo Match 

Con la premisa de hacer mucho más fácil la transición del colegio a la universidad y con ella la forma de interactuar de un joven primerizo, llego Tinder. Y con el tiempo lo que inicialmente iba dirigido a un target especifico resulto casi que, globalizándose, como todo lo que tiene éxito. Uno de los muchos factores que llevo a tener tanto éxito a esta aplicación fue la sencillez y la inmediatez de su uso ¿y cómo funciona esta aplicación? Pues muy fácil, pones tus mejores fotos o si quieres te registras con tu perfil de Facebook lo que garantiza que las demás personas que vean tu perfil puedan casi que confirmar la autenticidad de tus datos. Después determinas la distancia o el radio en el que quieres encontrar personas, el rango de edad que te interesa, el sexo, también encuentras 500 caracteres para escribir una breve descripción de ti, tus intereses o lo que quieras, y eso esto todo.

El siguiente paso es aún más fácil, te empezaran a aparecer perfiles de personas que se encuentran en el rango de distancia que seleccionaste y tu solo tendrás que escoger a tu elección, como un catálogo de revista, en el que pasas la hoja cuando algo no te interesa, solo que aquí swipear (deslizar el dedo hacia alguna dirección) a la izquierda o darle equis, significa que no te interesa y swipear a la derecha o darle corazón significa que te interesa o que entra dentro de tus parámetros de aprobación, también existe una opción llamada “super like” y se representa icónicamente con una estrella, lo que significa básicamente que la persona a la que le vas a dar super like o te dio, cumple con absolutamente todos sus parámetros de aprobación y quiere destacar que el interés es demasiado.

Así las cosas, si la atracción es mutua y las dos personas se han swipeado a la derecha o se han dado corazón o super like se abrirá de inmediato un chat, y eso es todo, así de fácil es su uso. La aplicación sin duda alguna acelera el proceso de conocer a alguien e incrementa las oportunidades de conocer diferentes personas, sin mencionar la probabilidad de que encuentres muchas personas afines a ti, porque como lo mencioné anteriormente es básicamente un catálogo en donde encontraras y escogerás a tu preferencia. No existe ningún tipo de limitación o condiciones de uso, ni siquiera una frontera generacional, pues bien, existe un punto de encuentro entre muchas generaciones y personas de todas las edades al usar esta plataforma, cabe aclarar que el uso es mucho más frecuente entre los jóvenes.

En esta plataforma no existe solo una forma de interacción, y en este punto las preferencias son muy divididas, Hay quienes la utilizan para encuentros casuales, a los que llegaron de dos formas, una fue hablando durante semanas, por motivos de minimizar los riesgos o los que simplemente se atrevieron a verse tras unas cuantas horas o minutos de conversación, y así darle paso a eso que llamamos encuentros casuales. También existen los que entran a la aplicación para buscar una relación seria o “estable”, que en mi opinión puede que la encuentren, o puede que no tarden mucho en darse cuenta que están en el lugar equivocado, también los que buscan sexo casual, o quienes, como yo, hicieron amistades que hasta el día de hoy conservan.

Las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo y su auge se ha vivido en las últimas décadas. Aun así, estas son un fenómeno que, a este punto, ha sido ampliamente definido. Por ejemplo, para Martínez (2010) las redes sociales “son formas de interacción social, como un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones en contextos de complejidad. Un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a conjuntos que se identifican en las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos”. Este fenómeno también se ha definido como “un servicio que permite a cualquier individuo construir un perfil público o privado (tomando como base determinadas preferencias) dentro de un sistema delimitado y articular esto con las preferencias de otro usuario para generar conexiones que permitan entablar relaciones personales.

Relaciones personales que Bauman (2010) las define como “la fragilidad de los vínculos, siendo esa fragilidad la que inspira sentimientos de inseguridad y deseos conflictivos de estrechar lazos, pero al mismo tiempo, éstos deben ser endebles para poder desanudarlos. Los hombres contemporáneos se encuentran desesperados por relacionarse, sin embargo, prima la desconfianza de una relación permanente. Para los hombres modernos el compromiso a largo plazo de las relaciones es una trampa, una sobrecarga que debe evitarse, buscando relaciones laxas y ligeras”

Tinder en mi opinión, es un vivo ejemplo de la revolución tecnológica y el cambio épocal que estamos viviendo. Nos hemos convertido en nativos digitales y muchos otros en inmigrantes digitales, en seres hiperconectados inmersos en la tecnología, a los que muchas veces nos cuesta distinguir entre el mundo on line y el mundo off line. Hemos crecido… y mucho otros simplemente han tenido que adaptarse a los innumerables avances tecnológicos, a las tantas formas de consumo a las que nos someten, y claro, al acceso ilimitado de información, convirtiéndonos de esta forma en seres multitarea, que vamos a mil por la vida y es por esto que como “solución” nos presentan plataformas “fáciles y rápidas” como lo es tinder.

Y claro, es que todo lo que hoy nos da soluciones instantáneas, rápidamente se convierte en “must have” (indispensable), lo que en mi opinión es realmente preocupante, pues la hiperconectividad ha llegado para cambiar absolutamente todos los aspectos de la vida humana y “modernizarlos” claro… ha cambiado desde la forma en que nos comunicamos, divertimos, interactuamos, trabajamos, compramos, aprendemos hasta la manera en que nos enamoramos y es que la revolución tecnológica de la que estamos siendo espectadores y al mismo tiempo protagonistas nos está llevando a dejar de lado todas esas prácticas que no hace muchos años aún estaban presente en todos nosotros, la conquista frente a frente, día tras día, las cartas, las largas conversaciones cara a cara, por supuesto. Hacer mercado en la plaza porque hoy es muy común hacer mercado por medio de aplicaciones que te lo llevan hasta la puerta de tu casa. Las idas al parque o a caminar a algún lado, porque hoy el sedentarismo y los innumerables aparatos electrónicos están más presentes de lo que creemos, y no nos sueltan o no los soltamos… entre muchas otras prácticas que se han extinguido en nuestra cara, prácticas que tienen su magia y aunque puede que nos demanden un poco más de tiempo, te desconectan, que curiosamente es todo lo que a veces necesitamos.

Algo es muy cierto, y es que el cambio exponencial en el que estamos inmersos no va parar, al contrario, es impresionante la manera en que todo transcurre, en que las cosas cambian y se transforman, y con ello nosotros. Soy consciente del paso acelerado al que nos ha tocado adaptarnos, porque basta mirar al abuelo usando whatsapp o mandando notas de voz, pero también considero que hay prácticas y acciones que nuca se deben perder o remplazar por más evolución o trasformación de la que estemos siendo participes, porque son esas mismas prácticas de antaño, las que nos hacen humanos, las que nos hacen sentir y nos diferencia de esos seres inertes a los que hoy llamamos robots.      

17 February 2022
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