La Ética Y La Medicina Familiar
El interés por las cuestiones éticas relacionadas con la toma de decisiones médicas y de salud ha existido en la conciencia de las personas que se han dedicado a la salud y el trabajo social durante siglos. En las últimas décadas, con el desarrollo de la ciencia, cada vez aparecerán nuevas preguntas, y las personas que necesitan analizar a tiempo y participar en las respuestas a estos difíciles problemas en la práctica toman decisiones acertadas.
La formación en bioética es parte de la competencia de los profesionales de la salud, y más tratándose de la especialidad en medicina familiar; el especialista en esta área es el primer contacto con el paciente en el sistema de salud mexicano por ello, un objetivo básico seria dotar a los futuros médicos de elementos de juicio y pensamiento para comprender los debates bioéticos que se dan en el ámbito sanitario y social. Por ello, se necesitan instrucciones formativas para promover acciones (actitudes) para que los médicos residentes de medicina familiar puedan realizar libremente estas acciones y coordinar el valor del conocimiento científico técnico profesional con el valor del conocimiento global y la espiritualidad. Tratar que el estereotipo del médico robotizado por la saturación de pacientes, cambie a ser una Persona humanizada. Nuestro pensamiento aboga por transformar la capacidad de la bioética en el eje básico de formación de médicos residentes familiares. No basta con tratarlo como una habilidad básica, sino utilizarlo como base de todas las decisiones clínicas que determinan la relación médico-paciente. En la literatura sobre ética de la salud se encuentra a menudo el uso de la ética médica, la bioética y la ontología médica, que son casi sinónimos.
Ética:
La ética es la ciencia que estudia la moralidad de las personas en la sociedad. Es una ciencia práctica o normativa, así como una ciencia teórica. Consiste en una serie de reglas de conducta, que indican obligaciones y obligaciones a cumplir. A este aspecto del pensamiento ético se le llama ética deontológica, la diferencia entre ella y la deontología pura es que esta última no reflexiona sobre las obligaciones y obligaciones morales, sino que las considera como un criterio a cumplir.
La razón por la cual la ética es normativa es que estudia las normas éticas que son de naturaleza práctica y también proporciona elementos de reflexión que apoyan las normas. Sin embargo, no le importa formular normas para distinguir entre hechos justos e injustos, sino que se esfuerza por responder preguntas más generales y fundamentales, como, ¿qué hace que una acción sea buena o mala, y es justa o justa? ¿injusto? Por otro lado, hay que distinguir entre moralistas cuadrados, que formulan normas y recomiendan estilos de vida que él considera justos y buenos, y moralistas que se encargan del análisis y la interpretación basados en principios morales históricamente establecidos. Además, puede denominarse ética filosófica, en la que hay reflexiones universales encaminadas a determinar y definir la universalidad (si es posible), reflexiones que pueden confirmarse en un período de tiempo más largo y en diferentes culturas. La comunidad médica se ha asociado durante mucho tiempo con muchas declaraciones éticas hechas en beneficio de los pacientes. Los principios adoptados en todos los países definen la base de la gloriosa práctica médica. Cuando hablamos de ética, nos referimos al pensamiento filosófico sobre temas relacionados con la moral, que se entiende o se interpreta según el uso y hábitos de una comunidad, ya sea buena o mala, es decir, en determinadas sociedades y épocas.
Paralelamente al nacimiento de la filosofía moral o ética, a causa de Sócrates e Hipócrates, la gente comenzó a reflexionar sobre los beneficios de los médicos para los pacientes, y se establecieron ciertas responsabilidades en textos como el Juramento hipocrático y la Ley. Desde entonces, la profesión médica ha establecido sus propios códigos. Los objetivos que la medicina ha reconocido son: aliviar la enfermedad, curar la enfermedad si es posible y cuidar la salud física, mental e incluso mental del paciente.
Para lograr sus objetivos, la medicina sigue los siguientes mecanismos: investigación de enfermedades, métodos de tratamiento y recursos disponibles. Analizar la dinámica psicológica del ser humano, especialmente de los pacientes; respetar el estilo de vida de cada paciente, incluyendo factores de su cultura, su experiencia personal y sus condiciones especiales al momento de recibir el tratamiento, por lo que en base a ellos, explicar cómo beneficiarse Esto significa un gran respeto por la vida, que constituye un valor precioso, único, invaluable e insustituible, pero también representa la necesidad de reconocer la dignidad de la vida y la práctica de los valores morales en torno a esta premisa. En la actualidad, los tremendos avances en la ciencia y la tecnología médica nos obligan a considerar si el aumento de la esperanza de vida por sí solo es un beneficio, y es imposible imaginar que esto sea posible sin calidad. La sociedad se enfrenta al desafío de establecer un nivel de vida mínimo razonable.
De esta manera, regresamos al concepto de dignidad humana, derechos humanos, autonomía y centralidad para definir los límites de un individuo razonable y habitable. Para comprender el significado de la ética, primero debemos comprender que el propósito de la vida humana no es solo seguir viviendo. Si la vida misma es un fin, si la vida carece de un ‘fin’, no tiene sentido.
Cuando una persona piensa profundamente en sí misma, se da cuenta de que la vida no es suficiente. Necesitas vivir de cierta manera, no de cualquier tipo. En otras palabras, la vida es necesaria, pero no suficiente. Por tanto, surge una pregunta, ¿por qué vivir? (Cuestión de sentido), y en base a esto, ¿cómo vivir?
Deontología:
En el sentido más general, el término deontología se suele utilizar para referirse a ‘ética profesional’, por lo que se denomina “ética profesional”, aunque hay que destacar que también suele limitarse a la expresión de estándares precisos de comportamiento. Y requisitos. Cabe señalar que, en primer lugar, la deontología es un capítulo sobre la moral en general, especialmente en el campo de la responsabilidad. Por otro lado, los deberes profesionales son solo una parte de los deberes generales. De la misma forma, señaló que existen algunos principios básicos que son parte integral de toda ética médica histórica. Desde la antigüedad hasta nuestros días, no matar, no dañar a los pacientes, garantizar la salud de las personas y respetar la confianza y el cuerpo de los pacientes son principios morales generalmente aceptados. Sin embargo, hay algunos aspectos menores que cambiarán con el tiempo y la cultura. La aceptación de la elaboración de perfiles, el estudio de los pacientes, la gestión de la información médica o el papel de los pacientes y sus familias en la toma de decisiones son solo algunos ejemplos.
Bioética
El concepto que sigue vigente es: “El estudio sistemático del comportamiento humano en el campo de las ciencias de la vida y de la salud basado en valores y principios morales”. De acuerdo con los dos grandes principios de la ética hipocrática, que es hacer todo en beneficio del paciente (beneficio) y no dañarlo (sin malicia), nos lleva a actuar bajo la premisa ya bastante conocida “primum non nocere”. Parte de la razón es que el desarrollo del pensamiento y la filosofía médicos dio origen a lo que ahora se llama bioética. La diferencia entre la bioética y la ética médica es que esta última se refiere únicamente a la búsqueda de beneficios entre las personas enfermas y aquellas que tienen como objetivo promover la salud, mientras que la bioética resuelve todos los problemas inherentes a la vida.
Medicina familiar:
No se puede hablar del sistema sanitario si no se piensa en los compromisos morales relacionados con los compromisos médicos. A grandes rasgos, la asistencia sanitaria significa la búsqueda de la salud humana o de los pacientes enfermos, independientemente de que se trate de personas enfermas o de personas que toman medidas preventivas para evitar esta enfermedad. La preocupación central de la medicina y, por supuesto, de los médicos son los intereses de los pacientes y las responsabilidades morales implicadas en su búsqueda. En este sentido, la mayoría de las cuestiones morales y las reflexiones morales que desencadena se centran en la relación médico-paciente. La suma de autonomía del paciente es el concepto básico. Permite cambiar la posición tradicional del médico, paternalista, para buscar la corresponsabilidad en la toma de decisiones. La ventaja es que entran en juego las opiniones del paciente y su familia. Las decisiones no pueden ser solo técnicas. Implican múltiples factores, que dependen de las características y condiciones de cada individuo y de cada caso médico específico. Por lo tanto, cuando sea factible, considerando las opiniones, conocimientos e inquietudes de los pacientes y sus familiares, será posible hacer las cosas de manera conveniente.
En resumen, la obligación moral primaria y básica y el conocimiento, la capacidad, el proceso de diagnóstico y el plan de tratamiento más específico del médico están relacionados con la preparación. En este sentido, debe entenderse que esta es una responsabilidad que requiere actualizaciones continuas por parte de los médicos. No basta con saber que no basta con recibir una formación escolar o residencial adecuada. No se permite privar a los pacientes de la posibilidad de un tratamiento adecuado. Actuar con negligencia o comisión es absolutamente aceptable.