La Evolucion Y Las Mentiras En Las Redes Sociales
El Dr. D. Rafael Ángel Barrio Paredes, del Instituto de Física de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México), dirigió un estudio del que se desprendía que mentiras en las redes sociales aparecen de forma habitual, de forma muy similar a como lo harían en la vida ordinaria. Dicho estudio, de ámbito internacional, utilizaba un método específico de estudio sobre una red telefónica en la Unión Europea. Su finalidad: evaluar cómo y de qué manera evolucionan las mentiras en las redes. Resultan ser algo casi cotidiano. La innovación de este trabajo fue la utilización de un modelo matemático, mediante el que sorprendentemente era factible determinar las razones de por qué mentimos.
Como resultado, se llegó a la conclusión de que mentir era algo de lo más rutinario y habitual: “Aunque de niños se nos enseñe que faltar a la verdad es malo y se debe actuar con honestidad, aprendemos a mentir, a veces de forma sofisticada, pero no dejamos de hacerlo en ningún tipo de sociedad humana y es algo que también hacen otros primates, como los chimpancés”
En su artículo “Effects of Deception in Social Networks”, los autores de este estudio consideran dos tipos de mentiras en las redes:
- Las mentiras blancas o prosociales: tienen habitualmente una connotación positiva, surgen por un buen motivo y no afectan negativamente a las personas.
- Las mentiras negras o antisociales: recurso con una connotación dañina y ofensiva, se conducen en línea de lo anómalo buscando el beneficio del que la produce y el perjuicio del que la sufre.
Los componentes del equipo publicaron sus conclusiones en la revista “Proceedings of the Royal Society B.”, afirmando que:
- “Las mentiras en las redes sociales llamadas blancas o prosociales -en las que el beneficio de faltar a la verdad es para el receptor- equilibran, unen a la sociedad, ofrecen diversidad de opiniones al colectivo virtual y ayudan a mantener relaciones sociales amplias”.
- “En contraste, las mentiras negras o antisociales -egoístas y útiles únicamente para el que la emite- fracturan los vínculos, pues fomentan la desconfianza, son dañinas puesto que desbaratan la red rompiendo la ligas al sentirse todos engañados”.
Con el paso del tiempo la red se va estructurando en comunidades virtuales equilibradas, en las que sus usuarios lejos de mentir menos, lo hacen más. Como dato positivo, tenemos la lectura de que las mentiras antisociales disminuyen en gran número, y por el contrario las prosociales aumentan enormemente.