El Fenómeno de la Feminización de la Pobreza en el Mundo

Introducción

El presente ensayo busca a través del análisis marxista, en relación con el interaccionismo simbólico y estadísticas pertinentes, así como material académico complementario, explicar algunas causas, efectos y desafíos en torno a la llamada feminización de la pobreza, un fenómeno para algunos recientes, pero que lleva puesto en la academia por varios años y atañe no solo a intelectuales de estudios sobre género, sino de la economía, las ciencias políticas y a fin de cuentas, a la humanidad en sí, en tanto afecta no sólo a las mujeres, sino a la organización socio económica y cultural. Aunado a lo anterior, la crisis económica sufrida entre los años 2007 y 2008, permitieron observar cómo este tipo de problemas tiende a tener una influencia directa sobre las mujeres, una influencia negativa pues son repercusiones particulares que dejan entrever el problema de desigualdad existente.

Por lo tanto, se busca primeramente definir qué es la feminización de la pobreza para poder dimensionar y otorgar particularidades del concepto, a partir de esto estadísticas recolectadas por otras investigaciones y organismos internacionales darán fortaleza y justificación del problema a partir de cuestiones concretas. Una vez esto, el análisis de la teoría marxista y puesta en práctica para este caso, puede arrojar algunas causas que den cuenta de la existencia de este fenómeno, pero entendiendo que esta es insuficiente por sí mismas, al no responder las cuestiones más específicas o que permiten la reproducción del mismo, por lo que al igual que la Dra. Sagot, es conveniente complementar con el interaccionismo simbólico.

Por último, los efectos y desafíos pueden ser vistos a través de algunos datos que matizan el problema, pues deja entrever la persistencia de ciertos factores o elementos que estructuralmente no han sido erradicados o bien, disminuidos, así como la existencia de datos que muestren lo contrario, más por la naturaleza de este ensayo, lo que resalta es la teoría que será utilizada.

Desarrollo

Feminización de la pobreza, un término localizado según Aguilar, alrededor de los años 70s en una investigación estadística principalmente que mostraba cómo las mujeres eran víctimas del problema de pobreza, a través del factor ingreso, el cual tiene sus limitaciones, pues sabemos por la teoría actual que tiene un carácter multidimensional, pese a esto y para efectos prácticos del mismo, se entenderá la feminización de la pobreza como “una serie de fenómenos asociados frecuentemente con marginalidad y pobreza, visibilizados gracias al cuestionamiento del ordenamiento patriarcal y/o androcéntrico.”

Por lo tanto, dada esta condición de opresión en sentido económico sobre la mujer, es que autoras como Rosa Luxemburgo, en su texto La proletaria nos deja entrever cómo las mismas contradicciones entre trabajo y Capital actúan sobre las mujeres, al entender claro, aquellas mujeres que se encuentran dentro del modelo de producción y no las rentistas que no trabajan y que solo disfrutan del producto de trabajo de otros, la tácita diferenciación que hace entre mujer proletaria y burguesa, es en esta mujer proletaria, sobre la que se rige una doble dominación, tanto de clase como de género y además de otras categorías como las étnicas e incluso hasta geográficas, pues las mujeres trabajadoras en Europa no son afectadas de igual manera que las africanas, latinoamericanas o asiáticas. Es en este contexto sobre el que es importante traer a colación si el concepto de feminización de la pobreza, se entiende como un estado o como un proceso, es decir, como algo dado de manera natural o bien, como un conjunto de procesos socio históricos que desembocan en el problema, pues al verlo como proceso podremos determinar causas y situarlas en un marco con características específicas. 

En ese sentido, Engels en su libro, El Origen de la familia, la propiedad y el estado, sitúa cómo la diferencias sexuales o biológicas se traducen en la llamada división sexual del trabajo, si bien aún esa transformación no está del todo clara, es un concepto determinante para comprender por qué el género tiene repercusiones específicas sobre la organización económica y social per sé, en donde la mujer ha quedado relevada a las labores domésticas y pese a la ruptura aparente de esa condición debido a la incursión de la mujer en diferentes empleos que van desde áreas históricamente dominadas por hombres como el sector financiero, a través de la educación, se mantienen desigualdades, especialmente en las clases bajas donde se siguen reproduciendo estos esquemas. En otras palabras, esta división sexual del trabajo, una de las causas principales del por qué la pobreza genera sobre las mujeres distintos y más agresivos efectos, en tanto, como el mismo Engels reconoce, el hombre viene a ser el burgués en la familia y la mujer la proletaria, en ese sentido la mujer es desposeída de sus propiedades e incluso, el plusvalor que genera la mujer por su trabajo doméstico es apropiado por el hombre.

Aunado a lo anterior, según Milosavljevic, los datos muestran que las mujeres jefas de hogar, suelen ser más pobres que los pobres, es decir, suelen tener condiciones de pobreza casi extrema, debido a la discriminación que sufren las mujeres en el mercado laboral que un jefe de hogar, junto a que realizan labores domésticas mayoritariamente en familias monoparentales o donde el trabajo doméstico no está presente. Por consiguiente, esta división sexual del trabajo, que ha llevado a la mujer a lo doméstico y que aun cuando logra trabajos diferentes al rol de género, estadísticas de diferentes organismos han demostrado que las mujeres tienden a recibir menos que un hombre en mismos puestos de trabajo y no solo esto, sino que tiende a ser empleo estacional, ha sido reproducido por el símbolo, es decir, la percepción del otro -la mujer en este caso- como madre, siendo transmitida como dice la Dra. Sagot, por un control a través de la educación en el papel del género, abusos, violencia multidimensional y hasta femicidios.

Ahora bien, como se ha tratado de explicar, las causas de este problema son de índole histórico y cultural, donde los mecanismos de control han estado presentes, desde el surgimiento de la propiedad privada siendo ejercida sobre la mujer para dar paso a la división sexual del trabajo, hasta mecanismos violentos y de exclusión donde así como el proletario necesita del trabajo asalariado para sobrevivir, la mujer se ve forzada, dada su discriminación en el mercado laboral a depender de un hombre, es decir, se busca que se legitime la dominación por este medio, pues los alcances de esta problemática los vemos en la cantidad de femicidios creciente, brechas salariales entre géneros persistentes, prostitución, trata de mujeres en tanto ofrecen a estas, un trabajo ideal que termina por explotarles sexualmente y hasta estando ocupadas en un empleo no, cargan con el mayor peso de trabajo doméstico respecto de los hombres.

Sin embargo, hay algunos retos aun respecto a este fenómeno, uno de ellos tiene que ver con la medición de la pobreza, pues se hace a través del ingreso pese a que la teoría muestra que es un problema multidimensional, por lo que cabría preguntarnos, cuántas jefas de hogar están aseguradas, cuántas de estas tienen acceso a internet, al entretenimiento, recreación y así, un sin número de rúbricas que no explican o no se puede hacer a través del ingreso.

Otro reto, es poder conciliar lo laboral con lo familiar, es decir, incluir al hombre más en las labores domésticas y de cuido, pues como relata García Orellán, los permisos para las mujeres están ligados a los hijos, no a las personas en situación de dependencia, que al ser las mujeres pensadas como obligadas a realizar las labores domésticas más el envejecimiento de la población mundial, pueden agravar la feminización de la pobreza y hacer más difícil su desarrollo profesional e individual, por lo que la corresponsabilidad es un desafío persistente.

Finalmente, dos retos importantes tenemos con respecto a la feminización de la pobreza, el primero tiene que ver con un reconocimiento efectivo del trabajo de la mujer en las mismas condiciones que el hombre y a su vez, los derechos políticos que les da el trabajar bajo las mismas condiciones que un hombre, en el tanto aporta al sistema productivo, así como su trabajo no remunerado. El segundo tiene que ver con los problemas derivados de las migraciones con jefas de hogar a cargo, pues en un mundo con tanta inestabilidad política en diversas regiones y recrudecimiento del desempleo, pueden obligar a estas madres a la migración o prostitución, en ambos casos generaría un recrudecimiento de la problemática.

Conclusión

Si bien, algunas causas de la feminización de la pobreza se encuentran en la división sexual del trabajo, así como en la reproducción ideológica de esta cuestión con una realidad que busca mantener estas condiciones de dominación, revertir esta no es imposible, pero sí requiere un proceso de educación, compromiso para la corresponsabilidad y derechos políticos de la mujer como el de decidir sobre su cuerpo, este lleva su tiempo, pese a que han existido avances importantes aún persisten grandes retos en diferentes materias, no solo de naturaleza teórica, sino práctica en tanto la pobreza sigue teniendo mayormente un rostro de mujer.

 

22 October 2021
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